La muerte del señor Osvaldo Payá Sardiñas
La Asociación Autonomía Concertada para Cuba
se suma al sentido homenaje por este patriota que entregó su vida a la libertad
de Cuba, consagrando en este empeño todas sus fuerzas.
Si el gobierno del señor Raúl Castro no está
implicado en este asunto debería dar muestras de inteligencia y esclarecer públicamente
los dramáticos sucesos que han provocado la muerte de este activista.
La temprana desaparición de Osvaldo Payá es une pérdida para la democracia, pero el
escaso impacto político a largo plazo de una primera iniciativa popular que
quebrantó públicamente la falsa unidad ideológica del régimen cubano,
obligándolo a una contrapropuesta estalinista de falso apoyo masivo también lo ha sido.
Recordemos que el “Proyecto Varela” de reforma constitucional consiguió
recolectar casi 15000 firmas en 2003,
pero que la dictadura respondió con una contrapropuesta firmada por ocho
millones de cubanos, que reclamaba una inscripción en la Constitución
declarando inalienable el “carácter socialista” de la nación. Así pues, su
iniciativa quedó descartada en toda legalidad por mayoría sometida a los tejemanejes de los hermanos Castro.
No voy a explicar aquí las argucias de las
cuales se valió la dictadura para recolectar sus millones de firmantes puesto
que todos esos regímenes dictatoriales se valen de las mismas cosas para llegar
a sus fines, es decir, perpetuarse en el poder. Pero diez años después hay que
reconocer, repito, que el proyecto Varela sólo fue un paréntesis, un ligero escollo que
tuvo que sortear el navío dictatorial, sino que los esfuerzos de Payá han resultado
vanos en la práctica política; mostrando con ello dos cosas: la primera, que
ninguna iniciativa popular proponiendo cambios parciales del sistema tendrá
éxito y la segunda, que toda actividad pacífica dentro de Cuba está condenada
al fracaso, ya que los medios propagandísticos de los que dispone el gobierno
son de tal cuantía que ningún grupo de oposición por interesante que sea su
propuesta sería capaz de competir con ellos.
En estos momentos de tristeza, el Proyecto de la
Asociación para una Autonomía Concertada de Cuba, muestra todo el interés que
puede tener para la nación, por lo radical de su propuesta, pero sobre todo,
porque el cambio, en el caso del apoyo oficial de una nación del continente, sería
tan definitivo que ninguna propaganda podría contrarrestarlo. Los ocho millones
de firmantes que inscribieron en su día en la Carta Magna el carácter
irreversible del socialismo en Cuba, no se desdecirían aceptando la democracia
social europea. Y todos los que quieren lo mejor para la nación saldrían
ganado.