Posted on julio 10, 2011 by
Antonio Rodiles para Estado de SATS
El siguiente artículo constituye un primer acercamiento a un tema que será crucial en el presente y futuro de Cuba, la propiedad. Esta propuesta inicial forma parte de un estudio, en el que contribuyen un grupo de especialistas y conocedores del tema.
Introducción
La economía centralizada y planificada está íntimamente relacionada con la propiedad estatal. Para que un proceso de descentralización económico pueda tener resultados satisfactorios, debe ser paralelo a uno de descentralización de la propiedad.
A raíz de la seria crisis económica que enfrenta nuestro país, especialmente en la producción de alimentos, el gobierno cubano ha iniciado un proceso de entregas de tierras en usufructo con el objetivo de incentivar la producción agrícola [1]. Sin embargo la respuesta no ha sido la esperada, entre otras razones porque muchos productores desconfían de la oferta de trabajar una tierra que no es suya y que puede ser retirada en cualquier momento. Por otra parte, resulta muy lamentable que el Estado cubano haya preferido importar miles de millones de dólares en productos agrícolas, en vez de proporcionar mayores incentivos y libertades a los productores nacionales.
La entrega de tierras en usufructos se establece bajo un régimen de discrecionalidad y gran incertidumbre, como podemos ver reflejado en algunos artículos del Decreto ley 259 [1]:
- ARTÍCULO 6.-El área a entregar a cada usufructuario, bien sea persona natural o jurídica, se determina según las posibilidades de fuerza de trabajo, de recursos para la producción, el tipo de producción agropecuaria para el que se van a destinar las tierras y la capacidad agroproductiva de los suelos.
- ARTÍCULO 14.-La extinción del usufructo concedido a personas naturales procede por las causas siguientes:
- por incumplimiento continuado de la producción contratada, previo dictamen de los especialistas;
- por actos que contravengan el fin por el que se otorgó el usufructo;
- revocación por causas de utilidad pública o interés social, expresamente declarada por Resolución del Ministro de la Agricultura o instancias superiores del Gobierno;
Recientemente el Consejo de Ministros aprobó la compra venta de casas y otras medidas relacionadas con la propiedad [2]. Estas medidas han quedado muy por debajo de las expectativas pues en la forma concebida no constituirán una nueva forma de generar riquezas y empleo. Igualmente en fechas recientes, en otra sesión del Consejo de Ministros, se mencionó la posibilidad de rentar algunos locales a microempresarios [3], pero no se explicó bajo qué condiciones, ni cuándo comenzaría dicho proceso.
Entre el escenario urbano y el rural de nuestro país existen grandes similitudes. La Habana no está llena de marabú, pero sí de miles y miles de propiedades y terrenos en estado ruinoso. En el mejor de los casos se han limpiado estos espacios “construyendo” parques poco estéticos o parqueos de bicicletas y motos, en el peor se han convertido en basureros [4]. El Estado alega falta de recursos para emprender obras de restauración y construcción del fondo de viviendas o infraestructura, sin embargo estos espacios constituyen un capital congelado desperdiciado que debe ser cuanto antes entregado a los cubanos, para su explotación a plenitud. Si sumamos a esto las tierras ociosas, tendremos un amplio número de propiedades urbanas y rurales a la espera de cumplir su función social, lo cual resulta irracional después de largos años de una profunda y sostenida crisis.
Debería iniciarse cuanto antes un proceso de liberalización de la propiedad, que contemple no solo las tierras ociosas sino también los terrenos y propiedades urbanas. Es fundamental terminar con las ambigüedades respecto al carácter de la propiedad, pues esto sólo genera más ineficiencia y corrupción; las propiedades necesitan dueños reales. Si bien las categorías de usufructuarios y arrendatarios pueden existir, no deben por ninguna razón ser la base de nuestra estructura económica. La existencia de un marco legal que sustente la propiedad privada es una condición necesaria para que una economía ofrezca oportunidades reales a todos sus participantes.
Este artículo analiza primeramente los diferentes métodos de liberalización de la propiedad que se implementaron en otros países, propone un programa de subasta que ponga al servicio de los cubanos recursos que se encuentran congelados y que serian de extrema ayuda en el presente, refiere el entorno económico que debe acompañar dichas transformaciones y muestra algunas conclusiones.
Experiencias foráneas sobre el proceso de liberalización de la propiedad y su posible aplicación en Cuba
Un proceso de liberalización de la propiedad tocará sin lugar a dudas fibras muy sensibles de la nación cubana, dentro y fuera de la Isla, por esta razón, deben analizarse cuidadosamente factores y circunstancias del pasado y del presente para lograr un mayor consenso. Aunque es necesario hacer un análisis profundo del tema de la propiedad referido a empresas del Estado, en este trabajo solo se aborda el caso de las tierras ociosas y propiedades ruinosas.
En múltiples países durante las últimas décadas ocurrieron procesos de liberalización de la propiedad, algunos con resultados muy alentadores, mientras en otros predominó la corrupción, el nepotismo y el clientelismo. En la antigua Unión Soviética, el proceso de liberalización de la propiedad creó un gran descontento y desilusión dentro de la población, al advertir que muchos miembros de la vieja élite gubernamental e individuos deshonestos se convertían en los nuevos millonarios.
Es muy importante comprender las problemáticas que han aparecido en experiencias previas y valorar las mejores opciones para nuestro caso. En países de Europa del Este, China y Vietnam se aplicaron diversos mecanismos, entre los más populares se encuentran:
- Restitución o compensación
- Venta al público
- Venta a empleados
- Ventas en masa
Como primer paso es imprescindible crear las instituciones y reglas que conduzcan este complejo proceso. Para impulsar una economía en ruinas, como la nuestra, es esencial garantizar un régimen de propiedad legítimo. Esto no será posible si no se implementa antes un sistema de restituciones o compensaciones a muchos propietarios que perdieron sus bienes debido a injustas confiscaciones.
¿Cómo se comportó el proceso de reclamaciones en países de Europa del Este?
“En la Alemania del Este dos millones de reclamaciones fueron presentadas, abarrotando las cortes por años y deteniendo miles de proyectos constructivos y empresas debido a la incertidumbre de las reclamaciones legales. Algunas restituciones ocurrieron en la mayoría de los países de Europa Central, particularmente de tierras y bienes raíces, mientras fueron evitadas las restituciones de medianas y grandes empresas” [5].
En Hungría la ley no ofreció restituciones, usando principalmente las compensaciones a través de bonos del gobierno que podían ser usados para adquirir acciones en las empresas estatales vendidas [6].
Polonia por ejemplo prefirió las compensaciones sobre las restituciones. Los polacos residentes en el exterior son elegibles para restitución o compensación en la forma de bonos estatales solo si ellos adoptaban la ciudadanía polaca, y retornaban a Polonia permanentemente para administrar las empresas y/o tierras recuperadas [7].
Cada país posee sus propias características, en nuestro caso es muy importante valorar el gran déficit en el fondo habitacional y la carencia de capital de la mayoría de la población cubana, para participar en un proceso de compra. La cuestión no es solo liberalizar la propiedad, principalmente las propiedades ruinosas y subutilizadas, sino que este proceso realmente reporte un claro beneficio al crecimiento económico del país.
La experiencia de otros países nos dice que estas ventas culminan en un período corto, pues la población se percata que esta sería la única vía de obtener propiedades a precios relativamente baratos.
Analicemos con más detalles cada uno de los métodos de privatización y veamos cómo podrían operar en nuestro caso.
Restituciones o compensaciones
El tema de las restituciones en nuestro país es polémico e ineludible. Durante años ha existido una gran controversia alrededor de las reclamaciones y devoluciones de las propiedades a los dueños anteriores al año 1959. Poco a poco aparecen algunos consensos que arrojan luces en un punto tan sensible y delicado.
Pudiéramos separar estas reclamaciones en dos grupos. La primera referida a las propiedades que actualmente están habitadas por familias y la segunda el de las propiedades que permanecen en manos del Estado.
Como señala el Prof. Antonio Jorge: “el derecho de ocupación permanente para propiedades residenciales urbanas debiera reconocerse a favor de los ocupantes o residentes actuales”.
“No obstante, los anteriores dueños, como en el caso de otras formas de propiedad, debieran ser compensados” [8].
En el mismo sentido coincide Teo A. Babún: “Afortunadamente, la mayoría de los grupos expatriados han reconocido que la restitución de los domicilios o propiedades residenciales no es viable. La discusión puede ser restringida a las propiedades no residenciales”.
“Moviéndonos fuera de las restituciones, simplemente significa que cualquier litigio estaría limitado a temas concernientes a la validez y cuantía del valor de las pérdidas, y su compensación, si esta procede” [9].
El economista Oscar Espinosa Chepe recomienda: “En lo que respecta a las restituciones de propiedades a los antiguos dueños, consideramos que la realidad cubana aconseja métodos distintos. En primer lugar, en el caso de las viviendas somos partidarios del otorgamiento masivo de la propiedad, con todas las responsabilidades inherentes a los actuales usufructuarios onerosos, o sea a las personas que hoy las disfrutan sin pagar alquileres”
“Acerca de los antiguos dueños, coincidimos en que desde el punto de vista moral lo más justo podría ser la devolución de esas propiedades a sus antiguos dueños, pero dado el tiempo transcurrido, las transformaciones de esas propiedades, algunas ya inexistentes, la mejor solución sería el pago de las mismas, que podría efectuarse en bonos utilizables en la compra de propiedades licitadas” [10].
Por su parte el economista Jorge Sanguinetty considera: “La restauración de los derechos de propiedad en Cuba tiene dos aspectos ligados estrechamente, la restitución o compensación de viejas propiedades a sus propietarios legítimos y la creación de nuevas propiedades. Ambas partes del proceso representan los dos polos de la recreación del sector privado de la economía que incluiría la apertura de nuevos negocios y la privatización de las inversiones estatales creadas por el gobierno revolucionario y que nunca fueron privadas” [11].
“Este es un problema de suma complejidad que requiere idealmente una buena preparación previa y una gran capacidad administrativa y ejecutiva que permita la resolución rápida de las reclamaciones pendientes. Si este problema no se resuelve, la recuperación de la economía cubana puede llegar a demorarse significativamente pues no se creará el ambiente adecuado para atraer nuevas inversiones necesarias para ampliar las capacidades productivas del país y reactivar su economía” [11].
“Un grupo de propiedades que presenta una problemática especial es el de bienes raíces urbanos, especialmente inmuebles que se utilizaban para alquiler de viviendas o para la vivienda directa de sus dueños y que hoy están ocupados por otras familias o inquilinos individuales. Es obvio que el gobierno de transición no podrá poner a todas esas personas en la calle en el momento en que se hace cargo de una economía depauperada y endeudada, por lo tanto una de las soluciones a ser contempladas para reconocer los derechos de propiedad de los antiguos propietarios es el de brindarles instrumentos de deuda, bonos o certificados de exención tributaria negociables en mercados financieros” [11].
Las compensaciones son un método muy útil, mediante el cual el gobierno puede resarcir el daño a muchos de los propietarios originales. Es evidente que en nuestro país este método no podrá ser ejecutado con brevedad dada la seria limitación económica en que vivimos. Sin embargo, a medida que la economía cubana comience un período de apertura existirán mayores oportunidades para realizar dichas compensaciones
Ventas al público
La venta directa busca dos objetivos fundamentales. Primero, incrementar los ingresos estatales que en la actualidad están fuertemente deprimidos. Segundo, obtener de manera inmediata inversionistas que posean el interés de echar a andar estos bienes subutilizados, es decir el “know how”.
Es importante valorar que los cubanos residentes en la Isla no poseen el capital suficiente para comprar las propiedades al precio real. Como en el momento de las ventas existirá una gran oferta para poco capital, los precios no deben alcanzar niveles muy altos, posibilitando que muchos ciudadanos puedan convertirse en propietarios de nuevos espacios.
En esta modalidad es fundamental contemplar el tema de la corrupción. En el antiguo bloque socialista los extranjeros y otros compradores de capital dudoso, como oficiales corruptos, organizaciones criminales y nuevos “hombres de negocios”, poseían las mayores sumas de dinero para participar en dichas ventas.
Otro tema importante es el de la eficiencia del proceso, pues el procedimiento de venta nunca debe reportar más pérdidas que ganancias a las instituciones del gobierno. La agencia de tasación que creó el gobierno alemán recolectó 50 billones por concepto de ventas y no gastó menos de 243 billones en el proceso de privatización [5]. En ese caso las ventas fueron fuertemente concentradas en los empresarios occidentales.
Ventas a empleados
La venta de la espacios comerciales y de servicios a empleados a precios preferenciales es una opción que resulta a priori atractiva. Sin embargo puede crear serios problemas de corrupción, en especial cuando los gerentes o directivos están asociados a algún grupo de poder que les permita obtener a éstos beneficios personales.
Desde el punto de vista político esta variante resulta popular entre la población. Sin embargo existen también algunas desventajas, pues las empresas suelen presentar una dirección deficiente, ya que las nuevas condiciones de una economía de mercado difieren radicalmente de las de una economía centralizada y planificada. Los derechos de propiedad se pueden volver difusos y pueden ser usurpados por los directivos.
En algunos países este fue administrativamente un método rápido de venta, pues de lo contrario los trabajadores y directivos bloqueaban el proceso.
Existen diferentes posibilidades, como la aplicada en Rusia, donde se les dio un 20% de las acciones a los directivos y un 40% a los empleados, el otro 40% se vendió en forma directa [5].
Ventas en masa
Este método se implementa a través de la repartición de bonos o “vouchers”, de forma gratuita o con un precio nominal, que pueden ser canjeados por acciones de las empresas y propiedades vendidas. Permite ventas de forma rápida, no solo de medianas sino también de grandes empresas, y ofrece la posibilidad a los ciudadanos de convertirse en nuevos propietarios, por lo cual tuvo gran aceptación.
Esta forma de liberación lograba una mayor distribución que la venta directa. Sin embargo, debido a lo disperso de la propiedad aparecieron obstáculos en la dirección y manejo de las empresas.
En países como la República Checa se crearon fondos de inversión, los cuales permanecían aún muy ligados a los bancos propiedad del Estado haciendo nulo, en buena medida, el resultado final del proceso.
Propuesta para liberalizar las tierras ociosas y propiedades ruinosas
Nuestra propuesta busca activar cuanto antes espacios que representan un capital congelado y han sido reducidos durante años a simples ruinas, solares repletos de escombros, o tierras llenas de marabú. Estas propiedades deben tener como principales beneficiarios a los cubanos, principalmente a los residentes en la Isla. Su explotación permitirá que otros muchos sectores reciban un fuerte impulso debido al nuevo mercado que se generaría. Eso sí, ningún plan funcionará si el Estado cubano se empeña en seguir jugando el papel monopólico que ha ejercido por tantos años y que tanto daño ha ocasionado a la economía cubana.
El eje de la propuesta es subastar todas las tierras ociosas, así como propiedades urbanas ruinosas o subutilizada. El proceso de subasta puede ser planificado en tres pasos consecutivos:
- Venta a nacionales residentes en el país
- Venta a nacionales no residentes en el país
- Venta a extranjeros
Nota: Esta metodología termina siendo una mezcla de la venta en masa y la venta directa.
Veamos algunos de los procedimientos prácticos que serán necesarios definir:
- Crear las correspondientes comisiones, encargadas de organizar y ejecutar este proceso de subastas.
- Realizar una clara definición de las propiedades a subastar.
- Censar todas las propiedades, solares y tierras que puedan ser sujetas a subasta.
- Publicar cuáles serán las propiedades y tierras con sus características y precio mínimo. Esta información debe aparecer tanto en copias físicas como en internet.
- Establecer los períodos para cada una de las tres etapas.
- Establecer un límite, ya sea por el número de propiedades a adquirir, dimensiones, y valor de estas.
- Hacer pública la fecha, así como toda la información relacionada con las subastas. Serán organizadas por localidades y se anunciará con un mínimo de 30 días de antelación.
- Ofertar un precio especial a todos los que ya posean tierras en la categoría de usufructuarios.
- Con posterioridad a la venta, debe conformarse una base de datos con toda la información referente al comprador y precio final de subasta. Toda esta información debe aparecer tanto en copias físicas como en internet.
- Las entidades encargadas deben tener a la vista todos los ingresos con motivo de estas ventas y el uso que se dé a estos fondos en sus comunidades.
Una vez que los ciudadanos tengan en su poder el título de propiedad, podrán vender el bien adquirido si lo desean. Esto les permitirá obtener algún capital de forma inmediata, que pudiera ser reinvertido o usado a conveniencia.
Se debe establecer una compensación para todos aquellos propietarios que fueron despojados injustamente de sus bienes y estudiar qué métodos serán los más efectivos para realizar este proceso, valorando las condiciones económicas del país. Estas compensaciones, como han sugerido algunos especialistas, pudieran ir desde la entrega de efectivo hasta la concesión de bonos y acciones.
Entorno adecuado para el pleno funcionamiento del proceso
La creación de un entorno económico propicio es un factor fundamental para que el proceso de liberación de la propiedad logre el efecto deseado. Un nuevo régimen de propiedad no constituye por sí mismo una garantía del éxito de dichas transformaciones. Se necesitan otros factores para garantizar que los mecanismos del mercado funcionen eficientemente. Mencionemos algunos de ellos:
Marco legal
El primer aspecto que debe priorizarse es la creación de un marco legal que garantice plenamente los derechos de propiedad. Se deben crear los mecanismos para la rápida entrega de los títulos de propiedad. Otro aspecto que debe tener una especial atención es que el proceso no se convierta, de una forma u otra, en una piñata usada por grupos de influencia, como funcionarios gubernamentales, directivos del PCC, jefes de las FAR o del MININT.
Se deben también establecer leyes que garanticen un mercado competitivo. Es importante que los nuevos empresarios puedan desarrollar a cabalidad el potencial de las nuevas propiedades adquiridas.
Mercado financiero
La creación de un mercado financiero es un elemento esencial para el desarrollo de una economía moderna. Es importante crear una dependencia encargada del proceso de ventas, que muestre en forma transparente cada transacción realizada, al igual que el destino final de los recursos recibidos por el gobierno.
Es necesario comenzar con el otorgamiento de créditos a los nuevos microempresarios. Las empresas estatales no deben disponer de créditos blandos, que dificulten el crecimiento del incipiente sector. El uso de créditos blandos puede fomentar la ineficiencia y la corrupción a niveles alarmantes.
Infraestructura
El Estado debe liberar la expedición de licencias para fabricar y terminar con su monopolio de producción de materiales de la construcción, para garantizar la explotación de las nuevas propiedades. También debe desistir del monopolio de las importaciones y exportaciones y liberalizar dichos sectores. Esto permitirá abastecer al nuevo mercado de los productos que escasean en el mercado nacional y que son indispensables para echar a andar el sector de la construcción. Por otra parte, deben ser estrictamente respetadas las normas urbanísticas.
Es fundamental que se liberen los recursos disponibles para comenzar a revertir el estado de deterioro que sufre un número inmenso de inmuebles a lo largo de todo el país. Resulta urgente realizar una fuerte inversión que al menos detenga el avanzado estado de destrucción de la infraestructura nacional. Los recursos adquiridos por el Estado en este proceso de venta, deben ser usados de inmediato con este objetivo.
Transparencia
En las sociedades contemporáneas la transparencia se ha convertido en un elemento esencial. Es vital que los ciudadanos tengan pleno conocimiento y participación de un proceso de tanta trascendencia como el de un cambio de régimen de propiedad. Se deben crear los mecanismos para que el ciudadano tenga todos los datos de las propiedades y tierras vendidas.
El uso de las nuevas tecnologías es un recurso que puede jugar un papel muy importante en cuanto a la transparencia. A diferencia de 20 años atrás, cuando no existía internet, hoy es posible desde una computadora privada consultar todos los datos aportados por gobiernos y sus instituciones; esto sin dudas permite reducir grandemente los índices de corrupción.
Sistema fiscal
Un sistema fiscal moderno es un elemento esencial que garantiza no solo que el Estado pueda recibir los recursos necesarios para mantener sus obligaciones sociales, sino que a su vez no frene el crecimiento del nuevo sector empresarial.
Los impuestos deben ser razonables y fáciles de pagar, de lo contrario la evasión fiscal se puede convertir en norma. Un ejemplo interesante de régimen tributario fue el implementado en Estonia después de su separación de la antigua Unión Soviética, al adoptar un impuesto uniforme del 26%.
Conclusiones
En nuestro país se debe crear cuanto antes las condiciones propicias para florezca un nuevo sector de micro, pequeños y medianos empresarios. Es inaceptable continuar viviendo en condiciones de penuria y ruina, cuando el país contiene el potencial necesario para ser una nación próspera y pujante. Después de 52 años de experimento socialista la realidad ha demostrado con creces que se necesita liberar la iniciativa privada.
Por otra parte dicho proceso no debe ocurrir de forma tal que reducidos grupos corporativos sigan ejerciendo el monopolio del mercado cubano, pues sin dudas esto sería un problema más a resolver en el futuro. Si los incipientes microempresarios no pueden hacer uso de las herramientas que brinda una economía de mercado, el fracaso de las reformas es anunciado.
Para lograr una mayor distribución de la riqueza resulta esencial que los cubanos posean sus correspondientes títulos de propiedad, lo cual creará la posibilidad de otorgar créditos entre otros beneficios. Paralelamente es necesario crear un sistema financiero que permita sacar ventajas de este proceso de liberalización. Este por sí mismo no garantiza un crecimiento económico si no se desarrolla en el entorno económico adecuado.
Si los cubanos no tienen la posibilidad de adquirir estas propiedades ruinosas, solares vacíos y tierras ociosas, podemos esperar que en un futuro no tan lejano sean vendidas a grandes empresas. En este caso veremos a una inmensa mayoría jugando solo el papel de espectadores, quedando completamente al margen de dichos bienes. Las experiencias muestran que en estos casos el soborno a funcionarios estatales termina con los anhelos legítimos de la población de poseer algún capital o propiedad, para entrar en la nueva realidad del mercado.
Por otro lado, se debe prestar especial atención al tipo de dinámica social que estamos generando a corto, mediano y largo plazo. Incentivar la creación del comercio ambulante, ampliamente expandido en el tercer mundo, es una política muy irresponsable. Existen sobrados estudios del impacto negativo de estas prácticas en las sociedades [12]. El ambulantaje es un estimulo directo al sector informal, tan ampliamente difundido como estrategia de sobrevivencia en nuestro país. Es importante apostar por negocios plenamente establecidos, que terminen constituyendo una base tributaria amplia y una clase empresarial sólida, y no por un ejército de evasores fiscales.
Todos debemos estar muy consientes de que en el momento presente se está comenzando a generar la estructura económica de nuestro país para los años venideros. Tenemos los recursos y el capital humano, ¿por qué no usarlos?
Bibliografía
1) Decreto Ley 259. Gaceta oficial No. 024. 2008.
2) Decreto Ley 288. Gaceta oficial No. 035 Extraordinaria de 2 de noviembre de 2011.
3) Continuar facilitando el trabajo por cuenta propia. Periódico Granma, Viernes 27 de mayo de 2011.
4) Ecos de la ilegalidad. Periódico Granma, Viernes 24 de junio 2011.
5) Aslund, Anders. Building Capitalism. Cambridge University Press.
6) Property Compensation Law to take effect in Hungary, BNA International Business August, 1991.
7) Sariego, Jose M and Gutierrez, Nicolas J. Righting Old Wrongs a Survey of Restitution Schemes for Possible Application to a Democratic Cuba. April 2, 1989, p.1.
8) Jorge, Antonio. Privatización, reconstrucción y desarrollo socioeconómico en la Cuba post-Castro.
9) Babún, Teo A. Preliminary study of the impact of the privatization of State-owned enterprises in Cuba.
10) Espinosa Chepe, Oscar. La situación actual de la economía cubana y la posible utilización de la experiencia eslovaca en el tránsito a una economía de mercado.
11) Sanguinetty, Jorge. Cuba realidad y destino. Editorial Universal.
12) Pérez Calderón, Rebeca. Algunas consideraciones sobre el comercio informal en la Ciudad de México.