jeudi 18 juillet 2013

"Quiero morirme español"

Antonio alega que sus padres nacieron en la isla caribeña en 1896, cuando aún era territorio de España

JOSE MANUEL CALVO ROY Washington 20 FEB 2006


"Lo que quiero es morirme español. No quiero ser un americano enterrado en España". Antonio Díaz Florido cumplirá 85 años el 15 de abril. Nació en 1921 en Puerto Rico, igual que sus padres. La diferencia es que ellos -Antonio Díaz y Concepción Florido- nacieron en 1896, cuando la isla era aún una de las provincias de ultramar y cuando, según el artículo I de la Constitución de 1876, eran españoles "las personas nacidas en territorio español" y "los hijos de madre o padre españoles, aunque hayan nacido fuera de España".

Antonio llegó a Madrid en 1954 "para hacer la base de Torrejón", porque era "ingeniero de construcción. Después, por quererme quedar, seguí aceptando trabajos. Y tenía tantos amigos españoles en las Fuerzas Aéreas que un día me llamó un general y me dijo: quiero que seas el enlace mío. Así que fui enlace entre americanos y españoles en Torrejón. Y allí estuve trabajando, hasta que me jubilé".

Hace dos años, Antonio quiso nacionalizarse. Consultó con un amigo de la familia, el abogado David Vidal, que le aconsejó acogerse a lo previsto en el Código Civil, reformado en 2003 y cuyo artículo 20.1.b establece que podrán optar a la nacionalidad "las personas cuyo padre o madre hubiera sido originariamente español y nacido en España". Para preparar el escrito, Vidal habló con el consulado en San Juan de Puerto Rico. "¿Entienden que, a efectos del 20.1.b, los nacidos en Puerto Rico antes de 1898 eran españoles? ¿Ha habido casos similares que se han acogido a ese derecho? La respuesta a ambas preguntas fue afirmativa".

Pero no lo vio así el juez que, en abril de 2004, decidió que "no cabe considerar que el territorio de Puerto Rico, por más que se encontrara bajo dominio español en 1896, pueda ser incluido dentro de la exigencia contemplada en el artículo 20 del Código Civil".

"Si mis padres no eran españoles, ¿qué eran?", se pregunta Antonio, que recurrió en abril de 2004 ante Registros y Notariado diciendo que "negarme el derecho de ciudadanía equivale a decir que España se desentiende de su pasado". Ante la ausencia de respuesta, envió cartas, en mayo de 2005, a la Secretaría de Estado de Inmigración y a la Subdirección General de Nacionalidad y Estado Civil: "Ninguno ha hecho caso. Yo creo que lo que está pensando alguno es: éste tiene ya 84 años, entrando en 85, ya se va a morir pronto, vamos a dejarlo que se muera. Yo me moriría más tranquilo siendo español, pero ellos no piensan de esa manera".


Si Antonio pudiera hablar con el juez le diría: "Mire, yo tengo casi 85 años de edad. ¿Qué voy a ganar por ser español o ruso o lo que sea? Pero llevo muchos años aquí, cincuenta y pico... Todos mis amigos son españoles. Tengo mucho que agradecer a España, que ha sido muy buena conmigo. Y me gustaría, porque me van a enterrar aquí, pertenecer aquí".

"¿Eran españoles los nacidos en Puerto Rico antes de 1898? ¿Nacían en España los que nacían allí antes de esa fecha? La legislación decía que todos los nacidos en la isla antes de esa fecha eran españoles, y era una provincia española". Por tanto, "creo que es indiscutible que sus padres eran españoles y que cuando nacieron, nacieron en España. Decir lo contrario sería reescribir la historia", señala Vidal.

En Puerto Rico, Gabino Iglesias, cónsul en funciones, está al tanto de dos o tres casos similares. "Hay que ver qué nacionalidad tenía el padre cuando él nació, pero nuestra filosofía en casos que son sobre todo sentimentales es abierta, de ayudar". Iglesias contesta "sí" a la doble pregunta de si eran españoles los nacidos allí antes de 1898 -"eso está claro"- y de si ha habido casos de puertorriqueños que han recuperado la nacionalidad española porque sus padres eran españoles.

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