Un canadiense de 78 años será presentado ante el juez el próximo lunes, acusado de abusar sexualmente de niñas en Cuba.
James McTurk, con un historial como depredador sexual, fue detenido el 24 de julio de 2012 en el aeropuerto Lester B. Pearson de Toronto, a su llegada en un vuelo procedente de Varadero.
Dentro de su equipaje, las autoridades encontraron una docena de dispositivos electrónicos, incluyendo una cámara, tarjetas de almacenamiento digital y unidades de memoria USB con videos y fotografías que indicaban que habría tenido contacto físico con cuatro niñas diferentes, con edades que parecían ir de los 4 a los 12 años, reveló el diario miamense El Nuevo Herald, en un reportaje elaborado en conjunto con The Toronto Star.
McTurk, un trabajador de correos retirado, ha sido condenado dos veces en el pasado por pornografía infantil en casos relacionados con viajes a Cuba, pero las sentencias han sido leves y ni siquiera ha tenido que pasar por prisión.
Ahora podría convertirse en el primer canadiense en ser condenado por turismo sexual con menores cubanas. Hasta el momento, solo se conocen cinco casos de canadienses sentenciados por cometer ese tipo de delitos en el exterior.
El reporte indica que McTurk hizo ocho viajes a Cuba en 2009, otros ocho el año siguiente, diez más en 2011 y cinco en solo los primeros meses de 2012. Pero sus viajes a la Isla se remontan a los años noventa, por lo que sus víctimas allí podrían ser numerosas.
Asimismo, el reporte critica la facilidad con la cual los depredadores sexuales canadienses pueden realizar viajes a destinos en los que el sexo es barato y las víctimas son jóvenes, sin ser detectados por las autoridades.
Un informe interno de la Real Policía Montada Canadiense (RPMC), que el Toronto Starobtuvo bajo la ley de Acceso a la Información, cita a Cuba como uno de los cinco destinos más populares en América para el turismo sexual con menores.
De ser hallado culpable de turismo sexual, McTurk podría ser condenado a 14 años de prisión.
La investigación contra él comenzó en la primavera de 2012, cuando el gerente de una tienda llamó a la Policía de Toronto, después de que una empleada viera unas fotografías que se habían mandado a revelar y que mostraban a menores semidesnudos.
"Los niños no estaban sonriendo y a ella (la empleada) le parecía que se veían asustados", indican documentos de la investigación obtenidos por los autores del reporte.
El caso llegó a Unidad de Explotación Infantil, que investiga los crímenes sexuales contra niños, y se le asignó al detective Paul Robb.
Robb se presentó en el apartamento de McTurk en el barrio de North York el 11 de julio de 2012, pero el canadiense estaba nuevamente en Cuba. La Policía espero dos semanas para detenerlo, a su regreso de la Isla.
McTurk enfrenta seis cargos de interferencia sexual, uno por invitación a un tocamiento sexual, otro por realizar pornografía infantil y uno más por exposición.
El historial delictivo de McTurk se remonta a 1995, cuando fue declarado culpable de posesión de pornografía infantil, también gracias a un empleado de una planta de revelado fotográfico, que denunció "fotos perturbadoras" en las cuales aparecían "muchachas adolescentes en actividad sexual con un hombre mayor", de acuerdo con el reporte policial de la época.
Las fotos habían sido hechas en Cuba. McTurk recibió una sentencia de dos años de libertad condicional.
Tres años después, la Policía lo arrestó a pocas horas de otro viaje a la Isla. Un conocido de McTurk denunció haber visto videos de éste teniendo relaciones sexuales con varias muchachas cubanas.
Las autoridades encontraron numerosas fotografías y videos, incluyendo uno que mostraba a "tres personas del sexo femenino, de aproximadamente 14 años de edad, desnudas y siendo manoseadas por McTurk".
McTurk fue declarado culpable de posesión de pornografía infantil, recibió otra sentencia de libertad condicional de 18 meses, más 18 meses adicionales de libertad supervisada.
El reporte no aclara si ha habido comunicación entre las autoridades canadienses y cubanas por el caso de McTurk.
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