Como reconocen muchos intelectuales hispanoamericanos, uno de los pecados de las repúblicas nacidas de los virreinatos, que les acompaña hasta hoy, es su deseo de ser antiespañoles. Como escribió el venezolano Carlos Rangel,
para los hispanoamericanos acceder a la vida independiente significó una profunda crisis moral, intelectual y espiritual, un rechazo de sí mismos, tal como los había forjado España, y un referirse, para definir una nueva identidad, por una parte a un pasado mítico, precolombino, buensalvajista; y por otra parte a ideas y prácticas políticas completamente exóticas y que no estaban ni remotamente preparados para manejar.
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire