por Darsi Ferret
En Cuba, ninguno de los sucesos que tienen connotaciones políticas son casuales, mucho menos inocentes, ni se tratan de cabos sueltos salidos de la espontaneidad. Eso es para los bobos. Detrás de cada acción de ese tipo está la mano del aparato de inteligencia moviendo todas las fichas con precisión milimétrica, en función de alcanzar objetivos estratégicos planificados con total rigor.
En Cuba, ninguno de los sucesos que tienen connotaciones políticas son casuales, mucho menos inocentes, ni se tratan de cabos sueltos salidos de la espontaneidad. Eso es para los bobos. Detrás de cada acción de ese tipo está la mano del aparato de inteligencia moviendo todas las fichas con precisión milimétrica, en función de alcanzar objetivos estratégicos planificados con total rigor.
¿De qué les hablo? Por ejemplo, la inesperada visita a la isla del pitcher de grandes ligas, José Ariel Contreras; la salida al exterior de prominentes opositores (Yoani, Berta Soler...); la reciente visita de una delegación de 8 congresistas americanos, que incluyó entrevista con Raúl Castro y otros dirigentes del régimen; el concierto en un barrio habanero del cantante exiliado, Issac Delgado, junto al confesado castrista, Silvio Rodríguez; y, por último, el viaje de “paseo” a la Perla de las Antillas de la prestigiosa cantante y compositora estadounidense, ganadora de 17 Grammys, Beyonce, acompañada de su esposo, el también rapero famoso Jay-Z…
Si se fijan, todos esos hechos tienen una supuesta razón de ser declarada, que enmascara el verdadero motivo responsable que queda oculto o pretenden esconder. Revisemos lo expuesto ante la opinión pública: Contreras viajó por razones familiares, los opositores han salido a cuenta de la apertura o reformas migratorias implementadas por el castrismo, los congresistas americanos fueron a la isla interesados en la situación de Alan Gross, Issac respondió a una invitación personal de Silvio, y Beyonce y su esposo están celebrando su quinto aniversario de bodas… ¡qué nice! y creíble todas esas argumentaciones y, sobre todo, cuanto disfraz encierran.
La respuesta de todos estos eventos concatenados y no desperdigados, comienza detrás de las solapadas operaciones estratégicas asumidas por el aparato de la seguridad del estado, preparándose a toda carrera para afrontar el futuro, luego de conocer la gravedad de salud del gobernante subvencionador, Hugo Chávez, y que su desenlace sería la muerte. Los Castro no tienen opción ni alternativa de reactivar la quebrada economía totalitaria. Sobreviven de modo parásito, del subsidio multimillonario que aún le sacan del lomo a Venezuela. Sin Chávez esa regalía va a desaparecer en el corto tiempo. Ellos son los mejores informados de esa situación inmodificable y solo les queda la pretensión de agarrarse de otra ubre. La tabla salvadora a la que le han echado el ojo y luchan hasta con las uñas por clavarle los colmillos es el exilio de Miami, para que le sirva de puerta de entrada al bolsillo de EEUU. No tienen otra opción.
Ese interés les exige la adopción de medidas que le mejoren su imagen y calcen la falsa propaganda de que están cambiando el rumbo de la dictadura hacia las reformas liberalizadoras. Esas acciones implican que deben tragarse algunos buches amargos, como la salida al exterior de los opositores, pues es de los males el menor, ya que de lo contrario, o sea, discriminando a sus adversarios políticos, pondrían en peligro la credibilidad de las medidas migratorias. Tales medidas les garantizan que se incremente el flujo de divisas a sus arcas por concepto de remesas, además les brinda la posibilidad de resquebrajar la política del embargo y de paso les da la oportunidad de que la administración de EEUU tenga justificación a la mano para ir desmontando el vetusto y criticado globalmente conflicto bilateral.
Por detrás también juegan con el chantaje a EEUU dejándoles saber que si el régimen se desploma de golpe, eso los empujaría a la temida y nada acariciable realidad de que tendrían que entrar con los marines y obligatoriamente intervenir militarmente la isla, para controlar el éxodo incontrolable y desestabilizador de la Florida, y evitar que Cuba se convierta fácilmente en refugio y base operativa del narcotráfico y el terrorismo internacional, en sus intenciones de aprovechar el problemático litoral que comparten ambas naciones, para atacar o introducir sus mercancías en el territorio americano. Nada, que no podemos caer de gilbertones, toda acción ocurrida dentro del castrismo tiene una cínica y manipuladora explicación no reconocida públicamente por sus artífices de Villa Marista.
ya,ok....todo está muy bien,simpático artículo...pero,poner en duda que la visita del matrimonio Carter (osea Beyonce y Jay C),a Cuba no sea viaje de aniversario de bodas,es querer dar a entender qe cosa...que ambos trabajan para el G-2?Senora,véase eso en un sicólogo...
RépondreSupprimerBueno, el autor no dice esto, insinúa solamente que todo obedece a un plan bien trazado en altas esferas, tanto retan Cuba como en los Estados Unidos
SupprimerEl señor Darsi...
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