JUAN O. TAMAYO
JTAMAYO@ELNUEVOHERALD.COM
El gobernante cubano Raúl Castro dijo el domingo que se retirará en cinco años y ungió a Miguel Díaz-Canel, de 52 años, como su nuevo número dos, marcando el comienzo de la larga y tan ansiada transición hacia un liderazgo más joven en la isla comunista.
Si Castro, de 81 años, mantiene su promesa en el 2018, dejará Cuba sin alguien de apellido Castro en el timón por primera vez en 59 años: desde la revolución de su hermano Fidel en 1959.
“Este será mi último mandato”, declaró Castro a la Asamblea Nacional del Poder Popular después de ser elegido para un período de cinco años como el presidente del Consejo de Estado, el segundo desde que sucedió oficialmente a su hermano en el 2008.
Castro también afirmó que su propuesta del año pasado de limitar a dos términos de cinco años el períoso de mandato de los altos funcionario se llevará pronto a la Constitución, junto con una edad máxima, pero no precisó cuál sería ésta.
Destacó que la elección de Díaz-Canel como primer vicepresidente del Consejo de Estado marca un momento de “trascendencia histórica”, cuando Cuba se mueve en una forma “paulatina y ordenada” hacia una nueva generación de liderazgo.
Pero Castro tambien citó de un viejo discurso de Fidel Castro que los verdaderos revolucionarios no buscan el poder, aparentemente un velada alusión contra cualquier lucha de poder mientras los cubanos más jóvenes se preparan para asumir las riendas.
El anuncio de Castro no fue una sorpresa y su discurso de 37 minutos a la legislatura sólo produjo dos rondas de aplausos. Fidel Castro asistió el domingo a parte de la sesión, pero ya no estaba en el momento del discurso de su hermano.
Díaz-Canel, ingeniero eléctrico y ex ministro de Educación Superior, sirvió hasta el domingo como uno de los cinco vicepresidentes del Consejo de Estado y pertenece desde el 2003 al Buró Político del Partido Comunista de Cuba. También sirvió durante 16 años como jefe del partido en las provincias de Villa Clara y Holguín.
Siempre fue ideológicamente correcto, pero le gustaba hacer chistes y era afable y accesible, dijo un periodista de Miami que pasó tiempo con él en 1991-1993, cuando ambos militaban en la Unión de Jóvenes Comunistas.
Díaz-Canel, quien no hizo comentarios durante la sesión, sustituyó a José Ramón Machado Ventura, de 82 años, quien permanecerá como uno de los cinco vicepresidentes. También se mantuvo como vicepresidente a Ramiro Valdés, de 80 años, considerado como el número tres cuando Machado era el número dos.
Los desarrollos del domingo en La Habana provocaron elogios por el aparente comienzo de una transición generacional.
La promoción de Díaz-Canel “es el comienzo de una renovación total del liderazgo cubano”, predijo Max Lesnik, una personalidad de la radio de Miami que viaja a menudo a la isla y se reúne con funcionarios del gobierno cubano.
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