En 1958 la capital cubana era 5 veces la ciudad de Florida. Hoy, Miami es La Puerta de las Américas y La Habana se cae a pedazos
miércoles, junio 4, 2014 | David Canela Piña |
MIAMI, Florida. — Cuando veo la ciudad de Miami, pienso en lo que pudo ser La Habana. Tal vez, la Habana Vieja se habría modernizado, como el Downtown (núcleo histórico y urbano),y Centro Habana estaría llena de rascacielos como el barrio financiero de Brickell. El barrio de Miramar se parecería más a Coral Gables, y sus casonas no serían hoy embajadas y oficinas de las empresas del régimen militar cubano. La Habana del Este habría desarrollado su litoral, y sus playas se hubieran colmado de hoteles, al igual que Miami Beach.
En el año 1960, la ciudad de Miami rondaba los 292 mil habitantes (con sus poblaciones aledañas, no llegaba al medio millón). En cambio, La Habana excedía ya el millón y medio de personas. Durante esa década, alrededor de 260 mil cubanos emigraron a esa ciudad de la Florida. Muchos trajeron su experiencia en los negocios, que –según el historiador Paul S. George– fue una “bendición para la economía de la ciudad y la región”. Esa oleada de cubanos de clase media y alta, profesionales, académicos e industriales, permitió que Miami transitara de ser una playa con una pequeña ciudad de veraneo, a un destino turístico de categoría mundial, y un centro financiero, comercial e industrial.
La Puerta de las Américas
Miami y La Habana tomaron caminos divergentes. La ciudad del sur de la Florida, a la que apasionados cubanos llaman La Habana del Norte, progresó hasta convertirse en la Puerta de las Américas, mientras que la antigua Llave del Golfo, se está desmoronando, expuesta al salitre y al abandono, desde hace más de 50 años.
Antes de 1959, el desarrollo de la arquitectura iba parejo en las dos orillas. El edificio FOCSA del Vedado, con 39 pisos y 121 metros de altura, cuando se concluyó en junio de 1956 era el segundo edificio de hormigón más alto del mundo, después del edificio Martinelli de Sao Paulo, de 144 metros. Cincuenta y ocho años después, sigue siendo el edificio más alto de Cuba.
El primer edificio de Miami que superó la altura del FOCSA fue la Torre Biscayne Uno, terminada en 1974, que fue diseñada por tres arquitectos cubanos del exilio: Humberto P. Alonso, Pelayo G. Fraga (y asociados) y E. H. Gutiérrez (y asociados). Actualmente Miami tiene 60 rascacielos que parten de los 122 metros, o sean, todos son más grandes que el FOCSA.
En 1960, el gobierno revolucionario nacionalizó todos los bancos. En el edificio donde iban a estar las oficinas del Banco de Fomento Agrícola e Industrial de Cuba (BANFAIC), y que se terminó en septiembre de 1959, radica desde hace años el Ministerio de la Construcción. Y el edificio del Banco Nacional (esquina de Obispo y Obrapía), que se inauguró en 1907, es la sede del Ministerio de Finanzas y Precios. Hoy, todas las sucursales bancarias de la capital pertenecen a los bancos Metropolitano, y de Crédito y Comercio, ambos en manos del gobierno cubano.
El Downtown de Miami (luego de Nueva York) tiene la mayor concentración de bancos domésticos e internacionales de la costa este de Estados Unidos. Los mayores bancos de Brasil, el Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Israel, Japón, España y Venezuela tienen oficinas en el condado de Miami Dade.
Capital mundial de los cruceros
Un amigo asegura que el país más beneficiado con las revoluciones y gobiernos de extrema izquierda que patrocinó Fidel Castro en Latinoamérica (incluyendo a Venezuela), ha sido Estados Unidos, porque las clases adineradas de todos esos países, ante el riesgo de expropiación de sus cuentas y propiedades (y la inestabilidad social), han puesto su dinero en los bancos de Miami, y muchos han terminado emigrando hacia la Florida.
En los años 50, Miami y La Habana basaban su economía en la actividad portuaria y el turismo. En el 2013, el puerto de Miami trasportó 7.98 millones de toneladas de mercancías, mientras que Cuba cargaba sólo 377.6 mil toneladas. Es decir, que sólo en Miami se operó un tráfico mercantil 21 veces superior al de Cuba entera, durante el año pasado. Y es mejor no comparar la actividad turística de los cruceros (de los que Miami es la capital mundial), porque en Cuba, cuando llega un crucero a La Habana, sale hasta en las noticas.
El modernísimo aeropuerto de Miami, recibió el pasado año casi 19.4 millones de pasajeros internacionales y 20 millones de estadounidenses (39.5 de pasajeros en total). La ciudad de Miami hospedó en el 2013 a 14,2 millones de turistas (marcando un nuevo record), de los cuales más de la mitad provinieron de Latinoamérica. Sin embargo, durante el mismo período, toda Cuba recibió algo más de 2.8 millones de visitantes extranjeros (la quinta parte que la ciudad norteña). Gracias al turismo, Miami ingresó unos 22 800 millones de dólares, mientras que Cuba sólo recaudó unos 1,804 millones de dólares.
Desde 1959, La Habana y Miami han seguido rumbos opuestos. La Habana sufrió los delirios de un socialismo marxista. Miami desarrolló el libre comercio hasta albergar a más de un millón y medio de hispanos parlantes, con sus tacos mexicanos, masitas de puerco cubanas, mofongo dominicano, y arepas colombianas. Ese crecimiento de la cultura hispana en la ciudad, ha permitido que el astro del fútbol, David Beckham, haya decido levantar un estadio de fútbol soquer –el deporte insignia de los latinos– en el Downtown de Miami, junto al American Airlines Arena (a un costo de $250 millones). Su construcción implicará rellenar con tierra una amplia franja de mar. Para burla del tiempo, el estadio de fútbol que La Habana construyó para los Juegos Panamericanos y del Caribe en 1991, está prácticamente en ruinas.
Nota de la Redacción: David Canela es un periodista independiente, colaborador habitual de Cubanet, que se encuentra de visita en Estados Unidos.
miércoles, junio 4, 2014 | David Canela Piña |
MIAMI, Florida. — Cuando veo la ciudad de Miami, pienso en lo que pudo ser La Habana. Tal vez, la Habana Vieja se habría modernizado, como el Downtown (núcleo histórico y urbano),y Centro Habana estaría llena de rascacielos como el barrio financiero de Brickell. El barrio de Miramar se parecería más a Coral Gables, y sus casonas no serían hoy embajadas y oficinas de las empresas del régimen militar cubano. La Habana del Este habría desarrollado su litoral, y sus playas se hubieran colmado de hoteles, al igual que Miami Beach.
En el año 1960, la ciudad de Miami rondaba los 292 mil habitantes (con sus poblaciones aledañas, no llegaba al medio millón). En cambio, La Habana excedía ya el millón y medio de personas. Durante esa década, alrededor de 260 mil cubanos emigraron a esa ciudad de la Florida. Muchos trajeron su experiencia en los negocios, que –según el historiador Paul S. George– fue una “bendición para la economía de la ciudad y la región”. Esa oleada de cubanos de clase media y alta, profesionales, académicos e industriales, permitió que Miami transitara de ser una playa con una pequeña ciudad de veraneo, a un destino turístico de categoría mundial, y un centro financiero, comercial e industrial.
La Puerta de las Américas
Miami y La Habana tomaron caminos divergentes. La ciudad del sur de la Florida, a la que apasionados cubanos llaman La Habana del Norte, progresó hasta convertirse en la Puerta de las Américas, mientras que la antigua Llave del Golfo, se está desmoronando, expuesta al salitre y al abandono, desde hace más de 50 años.
Antes de 1959, el desarrollo de la arquitectura iba parejo en las dos orillas. El edificio FOCSA del Vedado, con 39 pisos y 121 metros de altura, cuando se concluyó en junio de 1956 era el segundo edificio de hormigón más alto del mundo, después del edificio Martinelli de Sao Paulo, de 144 metros. Cincuenta y ocho años después, sigue siendo el edificio más alto de Cuba.
El primer edificio de Miami que superó la altura del FOCSA fue la Torre Biscayne Uno, terminada en 1974, que fue diseñada por tres arquitectos cubanos del exilio: Humberto P. Alonso, Pelayo G. Fraga (y asociados) y E. H. Gutiérrez (y asociados). Actualmente Miami tiene 60 rascacielos que parten de los 122 metros, o sean, todos son más grandes que el FOCSA.
En 1960, el gobierno revolucionario nacionalizó todos los bancos. En el edificio donde iban a estar las oficinas del Banco de Fomento Agrícola e Industrial de Cuba (BANFAIC), y que se terminó en septiembre de 1959, radica desde hace años el Ministerio de la Construcción. Y el edificio del Banco Nacional (esquina de Obispo y Obrapía), que se inauguró en 1907, es la sede del Ministerio de Finanzas y Precios. Hoy, todas las sucursales bancarias de la capital pertenecen a los bancos Metropolitano, y de Crédito y Comercio, ambos en manos del gobierno cubano.
El Downtown de Miami (luego de Nueva York) tiene la mayor concentración de bancos domésticos e internacionales de la costa este de Estados Unidos. Los mayores bancos de Brasil, el Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Israel, Japón, España y Venezuela tienen oficinas en el condado de Miami Dade.
Capital mundial de los cruceros
Un amigo asegura que el país más beneficiado con las revoluciones y gobiernos de extrema izquierda que patrocinó Fidel Castro en Latinoamérica (incluyendo a Venezuela), ha sido Estados Unidos, porque las clases adineradas de todos esos países, ante el riesgo de expropiación de sus cuentas y propiedades (y la inestabilidad social), han puesto su dinero en los bancos de Miami, y muchos han terminado emigrando hacia la Florida.
En los años 50, Miami y La Habana basaban su economía en la actividad portuaria y el turismo. En el 2013, el puerto de Miami trasportó 7.98 millones de toneladas de mercancías, mientras que Cuba cargaba sólo 377.6 mil toneladas. Es decir, que sólo en Miami se operó un tráfico mercantil 21 veces superior al de Cuba entera, durante el año pasado. Y es mejor no comparar la actividad turística de los cruceros (de los que Miami es la capital mundial), porque en Cuba, cuando llega un crucero a La Habana, sale hasta en las noticas.
El modernísimo aeropuerto de Miami, recibió el pasado año casi 19.4 millones de pasajeros internacionales y 20 millones de estadounidenses (39.5 de pasajeros en total). La ciudad de Miami hospedó en el 2013 a 14,2 millones de turistas (marcando un nuevo record), de los cuales más de la mitad provinieron de Latinoamérica. Sin embargo, durante el mismo período, toda Cuba recibió algo más de 2.8 millones de visitantes extranjeros (la quinta parte que la ciudad norteña). Gracias al turismo, Miami ingresó unos 22 800 millones de dólares, mientras que Cuba sólo recaudó unos 1,804 millones de dólares.
Desde 1959, La Habana y Miami han seguido rumbos opuestos. La Habana sufrió los delirios de un socialismo marxista. Miami desarrolló el libre comercio hasta albergar a más de un millón y medio de hispanos parlantes, con sus tacos mexicanos, masitas de puerco cubanas, mofongo dominicano, y arepas colombianas. Ese crecimiento de la cultura hispana en la ciudad, ha permitido que el astro del fútbol, David Beckham, haya decido levantar un estadio de fútbol soquer –el deporte insignia de los latinos– en el Downtown de Miami, junto al American Airlines Arena (a un costo de $250 millones). Su construcción implicará rellenar con tierra una amplia franja de mar. Para burla del tiempo, el estadio de fútbol que La Habana construyó para los Juegos Panamericanos y del Caribe en 1991, está prácticamente en ruinas.
Nota de la Redacción: David Canela es un periodista independiente, colaborador habitual de Cubanet, que se encuentra de visita en Estados Unidos.
Un abrazo hermanos desde Granada (España). Espero con ilusión el día en que mis queridos hermanos retomen el lugar que les corresponde ¡¡¡¡Viva la libertad, viva Cuba, viva España!!!!
RépondreSupprimermuchas gracias por pasar. un saludo!
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