vendredi 30 janvier 2015

El Banco Mundial sugiere a Cuba hacer de 'un golpe' la unificación cambiaria

Asegura que para avanzar hacia la normalización económica es necesaria 'una gran reforma fiscal' y advierte que será 'dolorosa'.

"La unificación cambiaria es muy complicada, pero es el desafío más importante y dominante", aseguró De la Torre en una conferencia para comentar el proceso de restablecimiento de relaciones entre Estados Unidos y La Habana en el Peterson Institute for International Economics, un centro de estudios con sede en Washington. El economista jefe del Banco Mundial (BM) para América Latina, Augusto de la Torre, apuntó este jueves que el gran desafío que encara Cuba, dentro de su proceso de normalización de relaciones con Estados Unidos, es la "unificación" del sistema cambiario para eliminar la "gigante" distorsión macroeconómica actual.
Actualmente, un CUC, que tiene paridad con el dólar, equivale a 24 CUP. Como consecuencia, el diferencial monetario en la Isla es del 2.400%, lo que supone en la práctica un "ardid fiscal" a través de "un sistema de subsidios e impuestos: impuestos al trabajador y subsidios al Estado", indicó De la Torre. 
Por tanto, para avanzar hacia la normalización económica es necesaria "una gran reforma fiscal", de la que el funcionario del BM apuntó que sería "dolorosa" en un primer momento y solo "daría sus frutos en el medio plazo".
Así, abogó por un proceso de "transición" en el que se llevase a cabo la unificación cambiaria de "un golpe y de manera transparente", manteniendo la tasa por dólar a 24 pesos y eliminando la doble moneda, pero ofreciendo un "fuerte amortiguador fiscal para suavizar el impacto". 
No obstante, reconoció que uno de los problemas de la Isla es su incapacidad para acceder a los mercados internacionales y a las instituciones financieras como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el propio BM o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que podrían suministrar estos fondos.
Para que Cuba se incorpore a estas instituciones, explicó De la Torre a EFE, La Habana debería solicitar formalmente su ingreso en las instituciones.

jeudi 29 janvier 2015

100 años de presencia Leonesa en Cuba

Los títulos Entre la cruz y el huracán y Tres cuentos leoneses en La Habana fueron presentados hoy con motivo de la celebración del centenario de la Colonia Leonesa de Cuba.

Entre la cruz y el huracán, de Luis Enrique Ramos, miembro de la Academia Cubana de Ciencias, describe la vida del científico y jesuita leonés, Mariano Gutiérrez-Lanza, destacado en meteorología que sirvió en la isla mayor de las Antillas.

En una carta leída en el acto, Ramos vincula la labor altruista de Gutiérrez-Lanza con la realizada hoy por miles de médicos del archipiélago en su lucha contra distintas enfermedades en el mundo y la de sus científicos en la búsqueda de vacunas contra el cáncer.

El otro libro, Tres cuentos leoneses en La Habana, de Alfonso García, constituye una recreación de la capital cubana y el imaginario que une a esa ciudad y León, capital de la provincia homónima, en la comunidad autónoma de Castilla y León.

En el acto, realizado en la Casa de León en Madrid, el embajador de Cuba, Eugenio Martínez, recordó las intensas relaciones existentes entre los dos países y la cercanía de ambos pueblos que, recordó, han compartido mucha historia en común.

El diplomático ratificó el cariño y la hospitalidad cubana hacia los españoles que visitan a la mayor de las Antillas y el afecto que los españoles profesan hacia ese pueblo.

Participaron en la presentación el general de División (R) del Ejército del Aire español José Sánchez Méndez, el Académico de la Lengua Española Luis Mateo Díez, el escritor Juan Pedro Aparicio y Alfredo Canal, presidente de la Casa de León en Madrid, entre otros.

Cambios económicos en Cuba serán lentos


Ventaja. La economía cubana tiene un potencial enorme, sobre todo en el agro, que puede ser aprovechado por empresarios centroamericanos, indican expertos nicaragüenses


El experto en relaciones internacionales y presidente emérito del reconocido Inter-Amerian Dialogue, con sede en Washington, profesor Peter Hakim, dijo ayer en Managua que las oportunidades de inversión privada proveniente de Centroamérica y suramérica van a demorar.
“La demora se debe a que la economía cubana es muy chica, no produce mucho ahora, depende mucho del turismo, de la ayuda de Venezuela. Creo que podrían abrirse algunas oportunidades para algunos sectores, para ciertas empresas, pero eso se demorará un tiempo, antes de convertirse en el inicio de una economía fuerte”, aseguró Hakim, quien ayer dictó una conferencia frente a empresarios y funcionarios de gobierno. El evento fue organizado por la Cámara Oficial Española de Comercio de Nicaragua.
El experto considera que durante la presidencia de Barack Obama, Estados Unidos no levantará el embargo porque mientras los republicanos tengan el control de las dos cámaras, cualquier iniciativa no podrá prosperar y cree que será muy difícil conseguir un cambio en la ley.
“Entonces va a depender de quien gana la elección en 2016 en EE.UU., de quien estaría ganando en las cámaras y de cómo está el apoyo popular a esta apertura hacia Cuba”, consideró Hakim.
Agregó que Cuba no está abierta a lo inmediato, pero básicamente esta apertura de las relaciones con Estados Unidos, ya es un tema que no podrá ser revertido.
“Creo que todo este proceso va a demorar, será lento y gradual. Es difícil que haya mucha apertura antes que salgan Raúl y Fidel Castro y haya nuevo gobierno. Todo indica que los cubanos, y el gobierno cubano tienen un interés muy grande en mantener el control del proceso económico y mayormente el proceso político”, opina Hakim.

mercredi 28 janvier 2015

Sufrir no es gozar

No; sufrir no es gozar. Es sufrir. Y que sufra el que quiera, y a su placer, pero que no se lo imponga a nadie.

Todo lo anterior nos conduce irremediablemente a un juego de hipótesis: de haber quedado con vida tras la independencia, ¿cuál crees que hubiera sido el posicionamiento de Martí de cara a esa República de virtuosos que tanto le obsesionaba?

¿Hablas de su posicionamiento frente a la Revolución Cubana? Porque esa es la realización cabal, fatal, del sueño martiano. Me refiero a lo de la comunidad ética, abocada a exclusiones infinitas: gusanos, lacras sociales, antisociales, contrarrevolucionarios, vendepatrias. Pero solo hasta ahí. Es decir, limito la aceptación de Martí a la noción de mantener limpia "la casita". Sin embargo, todo sugiere que Martí se hubiera opuesto a la eliminación de la propiedad privada. Y en cuanto al comunismo o al socialismo, ni soñarlo.
De manera que Martí también se hubiera virado, más temprano que tarde, contra la revolución cubana. Pasa como con Jesús en los Estados Unidos: que si se aparece ahora a predicar en un mall, lo crucifican. Y hacen de eso un reality show. Si el Martí del Parque Central de pronto empezara a agitar los brazos y a predicar otra revolución, pondrían el mármol con toda su pureza frente al paredón de fusilamiento.
La hipótesis implica que primero la "República de virtuosos" que, como dices, "tanto le obsesionaba", pudiera realizarse no en parte, sino a cabalidad. La tentación de realizar ese sueño podría ser la pesadilla última de la historia de Cuba. Sé que alguien dirá: "pero si ya llegamos". No, la revolución cubana es lo más cerca que hemos estado de realizar ese sueño. Pero todavía podemos llegar más lejos.
El problema es no hacer de la tragedia de Martí, de su pathos, una farsa. Porque en Martí hay una tragedia real, espantosa, atroz, que tiene consecuencias políticas no menos atroces. Pero no se puede negar la cesura, la fragmentación que —no tengo la menor duda— se originó en la relación con el padre. No considero a Martí un villano o un malvado al calco de los comics. Si se repasa lo privado, lo que no publicó en vida —los Versos libres, sobre todo— se verá que hay lugar para la duda, e incluso para el autoescarnecimiento.
Por eso la película de Fernando Pérez es, al mismo tiempo, dolorosa de mirar y perturbadora para el pensamiento. De ese Martí de mirada oblicua, sesgada, desgarrado entre Mariano y Mendive, zarandeado por violencias que se las daban de justas, ¿qué podía salir? No estoy diciendo que puede justificarse lo que encontré, pero tampoco quiero que se piense que yo mismo me siento moralmente por encima de él o de nadie.
Creo que lo mejor sería cambiar nuestra relación con él. Si se lo compadece —sin sentirnos por ello superiores, es decir, al tiempo que nos compadecemos a nosotros mismos— podríamos tener otro tipo de conversación con él. Todo, absolutamente todo, menos la culpa. No más deudas. En todo caso, nuestra deuda, más que con Martí, es con aquellos que pisoteó. Nos debemos más cariño y menos rencores.
Por eso creo posible una reconciliación, solo que no basada en el olvido. A lo que hay que renunciar es a la viabilidad política de Martí que solo puede llevarnos a más dolor y a otros desahucios. Porque "la casita" nunca estará definitivamente limpia. La Cuba que llevaba en el dedo estaba hecha con la cadena del presidio. Eso lo dice todo. No; sufrir no es gozar. Es sufrir. Y que sufra el que quiera, y a su placer, pero que no se lo imponga a nadie.

Entrevista a Francisco Morán de obligada lectura.

Unos 483.300 cubanos trabajaban por cuenta propia a inicios de 2015

El número de trabajadores por cuenta propia en Cuba alcanzaba un total de 483.396 personas a principios de 2015, según datos oficiales divulgados este lunes. Las cifras, que suponen un aumento en 4.445 personas frente al mes anterior, revelan una concentración del 11% de los trabajadores en la elaboración y venta de alimentos.
Los otros sectores con mayor presencia de cuentapropistas son transporte de carga y pasajeros (10%), arrendamiento de viviendas, habitaciones y espacios (6%). Un 5% de entre ellos trabaja como agente de telecomunicaciones.
Un 17% de los cuentapropistas se compone de trabajadores asalariados y un 13% de jubilados, mientras que otros 322.457 están afiliados al régimen especial de Seguridad Social.
Las provincias con mayor presencia de trabajadores por cuenta propia fueron La Habana, Matanzas, Villa Clara, Camagüey, Holguín y Santiago de Cuba, al agrupar, en su conjunto, el 65% del total.
Los datos oficiales apuntan a que unos 384.771 cuentapropistas desempeñaban actividades controladas por las direcciones de Trabajo, 66.987 por las unidades estatales de tráfico y 27.100 por las direcciones municipales de la Vivienda, mientras que otros 2.156 ejercían trabajos relacionados con la Oficina del Historiador y 2.075 con la Empresa de Seguros Nacionales.

mardi 27 janvier 2015

Mercaderes de mitos

El régimen, en su afán inmóvil, busca una estabilidad social financiada por los créditos y el turismo estadounidenses, sin tener que hacer una reforma política. Los vendedores de fantasías creen que las reformas económicas llevarán a reformas políticas. No se rinden ante la evidencia de China o Vietnam, países que abandonaron el comunismo hace mucho, para transitar hacia la convivencia entre el capitalismo de Estado y el control político de una élite agrupada en un partido único. O lo que es lo mismo: el neofascismo del siglo XXI.

Otro mito que ha sido construido con una vehemencia temeraria, es el que intenta achacar al exilio la sobrevivencia del castrismo, acusándolo de que su "torpeza apasionada" lo lleva a hacer lo que al castrismo le conviene. Este argumento es de un reduccionismo histórico enfermizo y de un infantilismo político perverso. La verdad innegable es que el éxito del exilio cubano es la mayor evidencia del fracaso castrista. La Cuba exitosa vive en la Florida desde hace 55 años.

En los últimos tiempos algunos arquitectos de esta Cuba irreal están empeñados en vendernos un nuevo escenario. Carlos Saladrigas lo describe así: "los más jóvenes en las élites argumentan apasionadamente por el cambio". La narrativa de los "jóvenes" del "raulismo" demuestra que esto es una entelequia. La nación cubana, como la china o la vietnamita, no es monolítica, porque en esencia ninguna nación lo es, pero el régimen, por naturaleza, ha sido monolítico, y lo sigue siendo. Cuando han surgido disidencias en sus filas las ha degollado (la "microfracción" o el caso Ochoa son buenos ejemplos). Ése carácter estructural le ha permitido la sobrevivencia.

Plantear que las negociaciones Obama-Castro llevan a preguntarse si ahora es posible dialogar entre cubanos, es, cuando menos, inapropiado. El hecho en sí mismo de que Raúl Castro haya negociado con Obama, en vez de sentarse a la mesa de diálogo con quienes deben ser sus verdaderos interlocutores —sus connacionales—, demuestra la naturaleza inmutable del régimen.

El último, y más importante de los mitos, es el que han levantado alrededor de la aseveración de que el embargo ha fracasado, porque no pudo "forzar cambios en Cuba". Lo que hay que dejar claro es que ese nunca fue el propósito del embargo. La medida surgió como respuesta a las expropiaciones sin indemnizaciones que el castrismo hizo a empresas estadounidenses. Y se mantuvo porque Fidel Castro lo usaba como argumento político y no necesitaba su derogación para sobrevivir. Vale recordar que solo con la ley Helms-Burton de 1996 (tres décadas después de que el comunismo cubano demostró su inoperante crueldad) adquirió verdadera solidez. Y fue como consecuencia del asesinato de ciudadanos norteamericanos, ordenado por los hermanos Castro para frenar los intentos de Bill Clinton por cambiar el estado de las relaciones. Pero aun así, Estados Unidos no aplicó la ley en su totalidad, permitiéndole los resquicios económicos a la dictadura.

Lo único que ha demostrado la permanencia del embargo, es que el comunismo en Cuba, como en todas partes, fue un horrendo, largo y sangriento intento de ingeniería social. Culparlo de los males de Cuba, es una injusticia insondable. El embargo no es la causa del sufrimiento del pueblo cubano, es la consecuencia de una feroz y mezquina utopía igualitarista. Creer que derogarlo posibilitará una "transición tranquila pero profunda", es una dolorosa estupidez. El fin del embargo sólo abrirá una inmensa puerta, para que Raúl Castro logre pasar a través de ella la continuidad de su régimen, travestido en un fascismo caribeño. La única manera de que no sea así, es usarlo para una negociación que conduzca a una reforma política, que modifique las estructuras establecidas.

A Raúl Castro no le interesa dejar ningún legado histórico. Esas son las manías del hermano mayor. A él le interesa asegurar el futuro de su familia. Creer que Díaz-Canel será el "joven" continuador del nuevo castrismo, es ignorar los procesos históricos vividos en la Isla en las últimas cinco décadas. Raúl Castro aprendió de la experiencia franquista. No dejará la continuidad en las manos de ningún Juan Carlos, y mucho menos de un Adolfo Suárez. Por eso ha preferido negociar con un activista social del talante de Obama, en vez de con los políticos expertos de la Unión Europea, que ahora se apresuran a inclinarse ante La Habana, temerosos de que Estados Unidos se apropie de un mercado que ellos han deseado controlar durante décadas. Raúl Castro ha sabido adelantarse a las conspiraciones y a las traiciones, eliminando físicamente a los enemigos políticos más desafiantes —lo seguirá haciendo si es necesario—. Raúl Castro está convencido de que la sobrevivencia del castrismo depende de que todo quede en familia. La coronación del heredero al trono ya ha sido pactada. Su nombre: Alejandro Castro Espín, y en los años que se avecinan lo veremos tomar mayor protagonismo. Después de todo, ya tiene el control real de las élites militares y políticas del país.

Si esta predicción se cumple o no, solo depende de cómo se negocie el fin del embargo. Lo demás es pantomima política y juegos de artificios de los mercaderes de mitos.


La inmensa puerta de Raúl Castro, o los mercaderes de mitos, DDC, Raúl Dopico

lundi 26 janvier 2015

Más de 6 mil cubanos llegaron a EEUU por la frontera mexicana desde octubre


Cruce fronterizo de Matamoros, México.

Por Wilfredo Cancio Isla

Si las autoridades estadounidenses estaban preocupadas por el creciente flujo de balseros hacia las costas de la Florida durante los últimos meses, las cifras de la entrada de cubanos por la frontera mexicana son como para disparar las alarmas.

Estadísticas entregadas a CaféFuerte por el Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) indican que 6,532 cubanos arribaron a Estados Unidos por puntos fronterizos del territorio mexicano desde el pasado 1de octubre, cuando comenzó el año fiscal 2015.

El arribo ilegal de cubanos por la franja fronteriza de México para solicitar refugio político ante las autoridades estadounidenses constituye hasta la fecha el 37% de los 17,459 que entraron por esa vía en el período fiscal 2014.

El CBP no desglosó la cifra general en cada uno de los meses transcurridos, pero una fuente de la entidad federal dijo que se ha observado un alza significativa en las llegadas de cubanos después del 17 de diciembre, cuando el presidente Barack Obama anunció el restablecimiento de relaciones diplomáticas con el gobierno de Raúl Castro y un giro en la política estadounidense hacia la isla. Las versiones sobre una posible abolición de la Ley de Ajuste Cubano (CAA), que permite la regularizar el estatus en Estados Unidos desde 1966, acrecentaron los viajes marítimos y las travesías hacia los puntos fronterizos.

Por mar y tierra

Más de 900 cubanos han sido interceptados en el Estrecho de la Florida y en la zona del Caribe, o han logrado llegar a las costas estadounidenses desde que comenzó el año fiscal 2015. De ellos, 577 lo hicieron durante diciembre.

Los registros del CBP indican también una escalada de 2,135 cubanos procesados y beneficiados con un parole tras arribar por Miami, tanto en operaciones marítimas o solicitando refugio al llegar al Aeropuerto Internacional de Miami (MIA).

El CBP no reveló la cifra de cubanos que han entrado desde octubre a la fecha por la frontera canadiense, y otras estaciones migratorias y aeropuertos internacionales. Se calcula que el número supere las 2,000 personas.

El pasado viernes, las autoridades federales emitieron otra advertencia insistiendo en que el reciente anuncio de la administración Obama respecto a Cuba no significa un cambio en la política de inmigración establecida mediante el decreto de “pies secos/ pies mojados” y la CAA.

“Seguimos buscando promover una emigración segura, legal y ordenada desde Cuba bajo nuestros Acuerdos Migratorios y desalentar la peligrosa emigración ilegal”, dijo un comunicado de CBP. “Mantenemos una postura sólida en cuanto a la aplicación de nuestras leyes de inmigración a lo largo de las fronteras y las zonas costeras del país, y nuestros guardacostas patrullan agresivamente el Estrecho de la Florida y el Caribe para interceptar inmigrantes que viajan de Cuba hacia Estados Unidos”.

Sobre la mesa de negociaciones

Con anterioridad, el Servicio Guardacostas había emitido dos notas de alerta con similar contenido, tratando de desalentar la inmigración ilegal desde Cuba. Asimismo, el tema afloró en las conversaciones migratorias sostenidas por delegaciones de Cuba y Estados Unidos en La Habana, la pasada semana.

Alex Lee, subsecretario asistente para los Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, reafirmó allí que la CAA continúa guiando la política migratoria de Estados Unidos y no hay intención de revocarla.

Según trascendió en la ronda diplomática en La Habana, representantes del Servicio de Guardacostas y de Tropas Guardafronteras de Cuba sostuvieron recientemente un “encuentro técnico” para discutir medidas que contribuyan a un mayor control en el Estrecho de la Florida.

Incluso, el comunicado de la parte cubana se refirió a la vigencia de CAA como un estímulo a “las entradas irregulares a Estados Unidos desde terceros países, de ciudadanos cubanos que viajan legalmente al exterior”, en alusión a la porosidad de las fronteras de México y Canadá.

Aunque el Servicio Guardacostas ha reforzado su vigilancia y rastreo en el Estrecho de la Florida para capturar y repatriar inmigrantes cubanos, las autoridades estadounidenses poco pueden hacer para limitar el flujo por la frontera mexicana.

Cuando un cubano llega a un punto fronterizo o aterriza en un aeropuerto y expresa temor de regresar a Cuba o el país de su última residencia, es inspeccionado y puesto en libertad condicional bajo parole. Las autoridades verifican si la persona tiene antecedentes o historial de inmigración previo en Estados Unidos, y generalmente resulta elegible para solicitar la residencia permanente un año después de recibir el parole.

Un enorme agujero

“La frontera mexicana es actualmente el gran agujero para la inmigración ilegal desde Cuba e inevitablemente Estados Unidos va a tener que tomar cartas en el asunto”, dijo Willy Allen, abogado de inmigración en Miami.

Allen recordó que el otorgamiento de parole para los que entran por la frontera terrestre y los aeropuertos es un beneficio incorporado a partir de 1999, cuando el Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) emitió una orden ejecutiva para regularizar a miles de cubanos que se hallaban en un limbo legal.

“Creo que Estados Unidos va a poner presión también sobre el gobierno de México para tratar de frenar el paso de los cubanos”, manifestó Allen, que mencionó como un hecho notable la puesta en vigor de los tratados de extradición y asistencia jurídica en materia penal con Cuba, expedidos por el presidente mexicano Enrique Peña Nieto el pasado 19 de enero.

La permeabilidad de la frontera mexicana ante la inmigración cubana se ha hecho más evidente desde el 2013, cuando el gobierno de Raúl Castro puso en marcha la reforma migratoria y eliminó los permisos de salida para los ciudadanos nacionales. Desde entonces el cruce de cubanos por los puntos de frontera y las solicitudes de asilo en aeropuertos estadounidenses han crecido en espiral.

Un elevado por ciento de refugiados está integrado por cubanos que viajan desde países de Centroamérica y Suramérica rumbo a la frontera mexicana. Solo en los años 2013 y 2014 entraron a través de México 31,123 cubanos.

ESTADISTICAS DE INMIGRACION CUBANA POR LA FRONTERA MEXICANA (2005-2015)

2005- 7,267
2006- 18,639
2007- 9,566
2008- 10,030
2009- 5,893
2010- 5,570
2011- 5,973
2012- 8,273
2013- 13,664
2014- 17,459
2015- 6,532

Fuente: CBP/CaféFuerte

Iberia volverá a volar a La Habana a partir de junio

La aerolínea española Iberia anunció que a partir del 1 de junio volverá a ofrecer vuelos directos desde Madrid a La Habana, con cinco frecuencias semanales, lo que supone retomar la conexión con la Isla, dos años después de suprimirla por falta de rentabilidad, informa EFE.
Según informó este lunes la compañía en una nota, también va a abrir una nueva ruta entre Madrid y las ciudades colombianas de Cali y Medellín, destinos a los que hasta ahora no volaba, a partir del 3 de julio tres veces a la semana.
La aerolínea cubrirá el trayecto Madrid-La Habana todos los lunes, martes, miércoles, sábados y domingos, mientras que a las dos ciudades colombianas volará los miércoles, viernes y sábados.
En estas nuevas rutas utilizará los recientemente adquiridos Airbus A330, aviones de largo radio que incorporan elementos para hacer más confortable el viaje tanto en clase business como turista.
En 2013, Iberia dejó de cubrir el trayecto Madrid-La Habana por la falta de rentabilidad de la línea.
No obstante, ahora la aerolínea indica que su nueva estructura de costes, lograda tras un largo proceso de ajustes que culminó con la firma el año pasado de acuerdos con todos los colectivos de trabajadores (pilotos, tierra y tripulantes de cabina), permite expandir el negocio.
Además, en el caso de La Habana, Iberia destaca que a la hora de retomar la ruta ha sido determinante "la flexibilidad, el compromiso y la buena predisposición de los pilotos" de la compañía.

samedi 24 janvier 2015

Los socialistas españoles ante la Guerra de Cuba

Los socialistas españoles ante la Guerra de Cuba

Como miembro del socialismo europeo el PSOE defendía la causa de la paz, aunque bien es cierto que desde planteamientos muy generales.
| Eduardo Montagut | 23 Enero 2015 - 12:24 h.

Cuando estalló la campaña contra los norteamericanos, los socialistas advirtieron que la causa de lo que estaba ocurriendo no estaba en la actitud de los Estados Unidos, sino en la naturaleza del sistema político español de la Restauración
Como miembro del socialismo europeo el PSOE defendía la causa de la paz, aunque bien es cierto que desde planteamientos muy generales. Los socialistas españoles abominaban de la guerra pero sin una formulación concreta. En el año 1895 se dedicaron a denunciar la guerra colonial, así como sus efectos entre los obreros. Después se criticó el concepto de patria al considerar que era una especie de velo que cubría los intereses particulares de los más poderosos, citando el caso de Comillas. Pero los socialistas no consideraron, en cambio, que los cubanos estuvieran luchando por sus libertades, y defendieron la idea de que era una guerra de burgueses contra burgueses, explotadores ambos de los trabajadores, tanto de España como de Cuba. Los socialistas asimilaban la burguesía a la guerra, mientras que el socialismo era la paz.
Pero los acontecimientos hicieron evolucionar el pensamiento y las actitudes del PSOE, al abandonar el plano general o abstracto por cuestiones más concretas. Cuando estalló la campaña contra los norteamericanos, los socialistas advirtieron que la causa de lo que estaba ocurriendo no estaba en la actitud de los Estados Unidos, sino en la naturaleza del sistema político español de la Restauración. Así pues, la rebelión de los cubanos comenzó a ser contemplada no como una lucha de burgueses antillanos contra burgueses españoles, sino como la consecuencia de la explotación que sufrían a manos de España. De todas las maneras, aún no había un planteamiento anticolonialista muy vertebrado en el mensaje socialista, ya que, en ocasiones, algunos escritos dejaban algunas dudas, al respecto. Se pensaba que si se hubiera actuado de otra manera en el pasado no se habría producido la revuelta.
La derrota militar catastrófica vino a confirmar las previsiones de los socialistas. Durante el conflicto el PSOE se dedicó a criticar la gestión de la política colonial española, pero sin llegar, claramente, a formular un apoyo a los independentistas
La cuestión colonial comenzó a ser abordada por los socialistas españoles a raíz de la asistencia de una delegación del PSOE, con Pablo Iglesias a la cabeza, al Congreso de la Internacional en el verano de 1896 en Londres. En dicho Congreso se discutió cuál debería ser la postura de la Internacional hacia el colonialismo, así como hacia las guerras. Ambos fenómenos fueron denunciados. Pero, además, se votó una moción de solidaridad hacia los "cubanos, cretenses, macedonienses y armenios que lucha por su independencia", pueblos que estaban inmersos, en esos momentos, en conflictos.
Pablo Iglesias decidió adoptar una postura más contundente en relación con el conflicto cubano, pidiendo la paz inmediata, lo que suponía en la práctica el abandono de las colonias. En este posicionamiento de Iglesias no sólo estaba incidiendo la postura oficial de la Internacional, sino también el creciente rechazo a la guerra por parte de la población obrera. Se inició una primera campaña contraria al servicio militar. Debemos recordar que dicho servicio no era prestado por todos los españoles de sexo masculino en edad militar, ya que existía la redención del mismo por dinero, con lo que solamente hacían el servicio e iban a la guerra los hijos de las clases humildes del país.
Durante el final del año 1896 y principios del año 1897 el PSOE daba por pérdida Cuba. Al pacifismo abstracto del principio se unió la idea de la inutilidad de la guerra. Al principio, los textos de "El Socialista" fueron muy cautos, dentro de una línea legalista, pero en el debilitamiento del gobierno de Cánovas el partido vio una oportunidad de poder encauzar el sentimiento popular contra el conflicto, al subir al poder un gobierno liberal. Se decidió iniciar toda una campaña nacional, que fue la primera de su historia, organizando mítines por todo el país con la consigna de que si la Constitución hablaba de que todos los españoles tenían la obligación de ir a la guerra, o se abolía la redención por dinero o nadie debería ir a la guerra. Conviene señalar que esta campaña, más que antibelicista, incidía en la desigualdad que se producía por el sistema de redención del servicio militar. En realidad, esta especie de ambigüedad estaba calculada porque el partido quería mantenerse en la legalidad e incidir en esta cuestión de la redención, porque además de muy popular estaba dentro de la crítica tolerada por el gobierno. De todas las maneras, el slogan de "o todos o ninguno" aludía, sin lugar a dudas, a la paz. Esta campaña fue todo un éxito y contribuyó a que el partido se expandiera por lugares donde antes no tenía mucha implantación. La manifestación de Madrid fue muy importante, pero la declaración del estado de guerra impidió realizar más actos.
La derrota militar catastrófica vino a confirmar las previsiones de los socialistas. Durante el conflicto el PSOE se dedicó a criticar la gestión de la política colonial española, pero sin llegar, claramente, a formular un apoyo a los independentistas, como estamos viendo. Le cabe, en cambio, el protagonismo de ser el primer partido que realizara una campaña antibelicista y de organizar la protesta popular contra la guerra. Esto fue importante, desde el punto de vista interno del partido, ya que le dio un protagonismo inusitado hasta entonces. Era el comienzo de la expansión de los socialistas en el umbral del siglo XX.

Marionetas


¡Cómo me gustaba el teatro guiñol! Los de mi generación recuerdan sin dudas lo difícil que era hacerse con una entrada para disfrutar de un espectáculo en aquella reducida y refrigerada sala. El disgusto que ha manifestado ayer una parte de la prensa acreditada durante la primera conferencia de prensa de Roberta Jacobson, no sé por qué, me ha recordado la frustración que sentía cuando se acababan las localidades con apenas una persona delante. Era la hora del berrinche sonado y del helado consolador en el Coppelia. 

 Los cubanos, al término de la guerra civil de 1898, no se juzgaban capaces de resolver solos sus diferendos políticos, como tampoco lo parecen ahora al final de la dictadura. Porque no nos equivoquemos, eso es lo que acaba de suceder. El deshielo entre la Habana y Washington significa que el castrismo, construido sobre la quimera de una hostilidad inexistente entre los dos países, está muerto. Ya nada será igual que antes. Incluso si se da el posible caso de un retroceso, pues los Estados Unidos han declarado por la boca de la inefable Roberta Jacobson, que el diálogo abierto esta semana es más importante que cualquier presupuesto ideológico o accidente factual. 

 La posición oficialista la resume un comunicado de seis párrafos, donde además del sempiterno tema del Embargo, se aclara que pase lo que pase, las relaciones entre los dos países nunca volverán a ser lo que eran antes de 1959. No olvidemos que la soberanía compartida durante 59 años con el poderoso vecino por los triunfadores de 1898, condujo a la actual dictadura. Y que si esta ha conseguido mantenerse hasta hoy, es porque básicamente se fundamenta y justifica en este hecho incontrovertible. Por muy insoportable que parezca, la verdad es que aceptando sin condiciones el diálogo ofrecido por Raúl Castro, 117 años después de la ocupación militar de la isla, ha quedado claro que los Estados Unidos reconocen por fin la independencia de Cuba. 

El enorme paso simbólico de Obama, hace olvidar que el problema cubano sigue siendo el mismo de hace cien años, a saber, cómo van a vivir juntos negros y blancos sin tirarse los trastos a la cabeza. La sociedad civil no necesita organizarse porque no existe, necesita crearse. Ni el señor Rodiles ni la señora Vidal representan al pueblo de Cuba que siempre ha sido ninguneado. Los Estados Unidos no pueden ofrecer ya nada más a los cubanos. Ese trabajo que está por hacer les pertenece. ¿Cómo? ¡Ni idea! Pero lo cierto es que mientras no se lleve a cabo de una vez, las posturas de unos y otros quedarán en meros esperpentos que no pasan de patéticos berrinches. Marionetas en un Teatro Guiñol de nuestro tiempo pero sin el consolador helado del Coppelia.

vendredi 23 janvier 2015

El problema cubano

Grupo de guerrilleros cubanos a caballo
Época: Restauración
Inicio: Año 1895
Fin: Año 1898

Antecedente:
La crisis de fin de siglo

(C) Carlos Dardé

La Restauración heredó, junto con la guerra carlista, otra guerra en Cuba, iniciada en octubre de 1868, la que sería conocida como guerra de los Diez Años. Cuando Cánovas se hizo cargo del poder, las fuerzas independentistas cubanas se encontraban profundamente debilitadas. A pesar de que España, sumida en graves problemas, sólo había prestado una atención secundaria al conflicto antillano, siete años no habían bastado para extender la guerra más allá del Oriente de la isla -la zona más pobre y atrasada, donde había comenzado-; las divisiones internas entre civiles y militares impedían el máximo aprovechamiento de los recursos disponibles, los fondos proporcionados por los exiliados cubanos estaban agotados, y la estricta neutralidad de los Estados Unidos les privaba de la esperanza en la única ayuda que podría desequilibrar la balanza a su favor. Por eso aceptaron la generosa oferta de paz, con promesas de amnistía y reformas políticas, que en 1878 les hizo un nuevo Capitán General, Arsenio Martínez Campos, quien, por otra parte, contaba con más soldados, disponibles tras la terminación de la guerra carlista en la Península. La paz se firmó en la aldea de Zanjón.

La guerra de los Diez Años -y la guerra chiquita que se libró a continuación, hasta 1880- tuvieron dos consecuencias fundamentales: dieron un gran impulso al nacionalismo cubano, y favorecieron la penetración económica de los capitalistas de Estados Unidos en la isla. Respecto a lo primero, según Luis E. Aguilar, "la vaga sensación de identidad colectiva, surgida a comienzos del siglo XIX", se convirtió en un sentimiento ardiente y profundo. Aunque el racismo persistió -las advertencias españolas de que una lucha anticolonial sería el detonante de una guerra racial semejante a la de Haití- tendría poco peso a partir de entonces, dado que los negros se habían unido a los blancos en su combate contra España. "El recuerdo de los héroes cubanos y de sus victorias -y el de la brutalidad española (...)- despertaba emociones patrióticas que hacían extremadamente difícil una completa reconciliación".

La inversión de capitales norteamericanos estuvo unida a la reconstrucción del Oriente cubano devastado por la guerra, pero también se extendió al resto de la isla. Fue una ocasión aprovechada por las tendencias expansionistas de la industria azucarera para llevar a cabo una profunda modernización del sector: mecanizarlo, sustituyendo al trabajador esclavo negro por el asalariado blanco, y aumentar la escala de producción. Además de proporcionar el capital, Estados Unidos se convirtió en el mercado por excelencia de los productos cubanos y, especialmente, del azúcar. A comienzos de la última década del siglo, el valor de las exportaciones cubanas a España era de 7 millones de pesos, por 61 millones a los Estados Unidos. En estas circunstancias, el gobierno norteamericano estuvo en condiciones de imponer las condiciones que quiso. En 1892 entró en vigor un nuevo Arancel que establecía la entrada libre en los Estados Unidos del azúcar cubano a cambio de abundantes concesiones a las manufacturas norteamericanas en el mercado antillano. Eminentes economistas de la época consideraron este momento como el de la anexión económica de Cuba a los Estados Unidos. No obstante, los textiles catalanes, en particular, siguieron teniendo en las Antillas un destino privilegiado.

La paz de Zanjón estableció la asimilación de Cuba con la metrópoli, como si fuera una provincia más. Cuba, igual que Puerto Rico, eligió diputados al Congreso de Madrid. Se formaron dos partidos políticos: la Unión Constitucional o partido conservador, y el Partido Liberal, que pronto tomó el nombre de Autonomista. En el primero se integraron fundamentalmente los peninsulares, aunque también contó con algunos destacados criollos, partidarios del completo control sobre la colonia y enemigos de toda concesión o reforma. El partido Autonomista estaba compuesto sobre todo por criollos que querían obtener por medios pacíficos y legales unas instituciones políticas particulares para la isla, en las que ellos pudieran participar. En 1878 se liberó a los esclavos que hubieran luchado en alguno de los dos bandos; la abolición definitiva de la esclavitud llegó en 1886. El proceso de adaptación no fue nada fácil para una gran mayoría de las personas negras liberadas.

Acostumbrados al tópico de la suicida pasividad política del gobierno español en Cuba, entre la paz de Zanjón y el grito de Baire -con el que daría comienzo la guerra de 1895-, resulta sorprendente leer en el historiador cubano Manuel Moreno Fraginals, la existencia de dos estrategias españolas con las que contrarrestar el independentismo cubano: al afán por lo que llamaron ganar a los negros, y una política oficial de hispanización de la sociedad cubana. Las autoridades fueron plenamente conscientes de la importancia del problema negro en Cuba, y llevaron a cabo una extraordinaria labor de promoción cultural hacia los negros y contra la discriminación racial; fueron suprimidos todos los impedimentos para la asistencia a cualquier centro de enseñanza -primaria, secundaria o universitaria-, o cualquier tipo de segregación en transportes o locales públicos. "Lo increíble es que estas disposiciones se comenzaron a poner en vigor cuando aún no se había abolido la esclavitud (...) Ninguna otra metrópoli en el mundo ha mantenido una actitud político-racial semejante". El principal medio por el que se intentó españolizar la isla fue la política inmigratoria, que aprovecharon, sobre todo, gallegos -nombre que se da en la isla a todos los españoles- y asturianos. Entre 1868 y 1894 llegaron a Cuba 708.734 inmigrantes (417.624 civiles y 291.110 soldados y oficiales) para una población que, en 1868, era de 1.500.000 personas.

Lo que el gobierno español no hizo, desde luego, fue introducir reformas políticas ni conceder la autonomía a Cuba; el último intento, fracasado, fue el de Antonio Maura en el ministerio liberal de 1893; las reformas del ministro Abárzuza fueron demasiado tímidas y llegaron demasiado tarde. Para muchos historiadores esta cerrazón -que ciertamente llevaría a los cubanos a la guerra como única forma de obtener su independencia-, o bien es incomprensible, o sólo puede explicarse por la influencia de unos pocos potentados peninsulares, atrincherados en sus privilegios. La política española en Cuba, sin embargo, tenía lógica -Cánovas no estaba ciego, precisamente en este asunto, y era clarividente en todos los demás-, y estaba determinada por otros móviles, además de satisfacer los intereses de unos cuantos.

Como señala Javier Rubio, "la gran mayoría de los dirigentes políticos de la época contemplaban la autonomía (...) como una expeditiva fórmula mediante la cual los separatistas encubiertos conseguirían una rápida independencia". El exministro liberal de Ultramar, Víctor Balaguer, lo expresaba claramente: "por muchos caminos se puede ir a la separación, pero por el camino de la autonomía las enseñanzas de la historia me dicen que se va por ferrocarril". Es decir, pensaban -y con razón- que los intereses cubanos y los españoles eran contrapuestos, por lo que una Cámara autonómica adoptaría medidas que un gobierno español no podría tolerar, y el conflicto terminaría en el enfrentamiento y la independencia.

Moreno Fraginals ha expuesto con toda claridad la raíz del problema cubano para España: "La crisis del sistema de gobierno español en Cuba tenía su razón de ser en la inadecuación de la relación metrópoli/colonia". España carecía de los medios técnicos y económicos para encauzar tanto la realidad como las posibilidades productivas cubanas. Cuba, en una serie de aspectos, desbordaba a la metrópoli. Esto la sabían muy bien los gobernantes españoles y especialmente Práxedes Sagasta y Antonio Cánovas del Castillo. Es absurdo afirmar que España se empeñaba en mantener una política anacrónica e irracional respecto a Cuba: Sagasta y Cánovas eran demasiado inteligentes para implantar, sin razones, un sistema incoherente. Su política respecto a Cuba fue la única posible para una metrópoli situada a 9.000 kilómetros de distancia, que sólo consumía, comercializaba y transportaba el 3, 7 por 100 de la producción colonial, mientras más del 90 por 100 lo hacía Estados Unidos, a sólo 120 kilómetros de sus costas. La política española era de supervivencia dentro de un sistema en el cual no actuaba como metrópoli económica que dirige la vida de un país, sino como extraña mezcla de parásito que extrae riquezas y centro que aporta su cultura.

Si se quería mantener la soberanía española, la política respecto a Cuba fue la única posible. La pregunta correcta, por tanto, -de acuerdo con el análisis acertado que los políticos hacían de la cuestión- no es por qué éstos no dieron la autonomía a Cuba, sino por qué no le dieron la independencia, como francamente recomendaba el general Polaviejaen 1879. Y la respuesta debe tener en cuenta los diversos factores -de distinta naturaleza, económicos, políticos, culturales- que aparecen implicados en toda empresa colonial y no sólo en la cubana. Con relación a los factores económicos, es evidente que existía un importante grupo de presión -propietarios y beneficiarios de concesiones del Estado- favorable al mantenimiento de la situación; representantes de intereses cubanos habían ayudado financieramente a la empresa de la Restauración, y ocupaban puestos clave en el sistema: Romero Robledo y el marqués de Comillas, por ejemplo. Pero había también otros intereses, no tan individuales, que no podían sacrificarse fácilmente; según la relación de Earl R. Beck, de acuerdo con Javier Rubio, "los fabricantes de harinas, que temían la pérdida del mercado cubano, los productores peninsulares de azúcar, amenazados por las importaciones de las Antillas, los armadores que se beneficiaban de las tarifas diferenciales en los fletes bajo pabellón español, los industriales catalanes, que se amparaban en la protección del mercado cubano". Es decir, una buena parte del aparato productivo español, para quienes en palabras de un agricultor castellano, en 1897, Cuba ya no suponía ríos de oro como antaño, pero sí un lugar donde aún se vende mucho.

El problema se complicaba por su dimensión nacionalista. Todas las colonias, pero Cuba especialmente, eran parte del territorio de la nación, que los políticos debían conservar en su integridad. Headrick ha señalado que Cuba fue paraCánovas lo que Portugal para el conde-duque de Olivares. En 1865, Cánovas alabó a los diputados sitiados en Cádiz, en 1811, que rechazaron un tratado para "proveerse de subsistencias con tal de que cedieran los presidios de África", dispuestos a perecer antes que abandonar la parte más mínima del territorio de su patria. En aquella misma ocasión, reconocía que "e(ra) preciso corregir un poco a esta nación, un tanto llena de sus blasones, (...) de su hidalguía de conquistadora, de su gusto por la guerra, de su placer por las aventuras. Pero eso sólo podía conseguirse lentamente, porque las tendencias históricas de la nación española (...) son superiores a todos los gobiernos (...) a todos los individuos. No se cambia la naturaleza de un país en un día; no se le dice a una nación antigua y de viejos blasones (...) (que) es preciso abandonar en un instante todos los estímulos, toda la poesía que llevan consigo el honor y la gloria".

La cuestión efectivamente se planteaba en términos de honor y gloria, tanto por la inmensa mayoría de los políticos como por las masas urbanas, progresivamente receptivas al discurso nacionalista. Es preciso no olvidar, por último, que las últimas décadas del siglo XIX fueron la época del imperialismo, una época en las que las potencias europeas tomaban colonias, no las dejaban. Cánovas -y en éste como en otros temas es preciso citarle porque, además del poder de decisión que tenía, intentó en todo momento dar y darse la razón de sus actos- contempló entusiasmado el colonialismo europeo, que juzgó como una nueva cruzada, una misión divina, que las naciones cultas y progresivas tenían que cumplir para "extender su propia cultura y plantear por donde quiera el progreso, educando, elevando, perfeccionando al (...) hombre". El lugar de España en esta empresa estaba "entre las naciones expansivas (...) ese corto número de naciones superiores aunque", decía, "limitadas (deben ser) nuestras aspiraciones, cuando lo están nuestras fuerzas". Ya que no era posible ganar mucho, se trataba al menos de no perder lo que se tenía.

La guerra de Cuba se produjo por los intereses bursátiles de Wall Street

Cuba siempre fue la base desde la que se enviaron expediciones españolas a la conquista de América. Realmente, su economía siempre fue muy modesta y no se dedicaron al tema del azúcar, ya en serio, hasta que la conquistaron los británicos y, tras la independencia USA, para exportar hacia allá casi toda su producción, pues esas colonias USA no podían comprar ese producto a otras colonias del Imperio Británico.
En Cuba, como en el resto de Latinoamérica, el deseo de la emancipación o independencia vino, sobre todo, porque en la península no se fiaron nunca de los criollos, y no les quisieron dar ningún cargo de importancia, por la negativa de la península a que rompieran su monopolio comercial (lo mismo hacían los británicos y nadie se ha quejado por ello) y porque a los USA les interesaba tener esa isla en su poder.
En tiempos de la Guerra de Cuba, el Ejército y la Armada USA eran una birria. Se cree que sólo había unos 40.000 hombres en el Ejército USA, lo que pasa es que, tras ver tantas películas del Oeste, parece que eran más.
La guerra de Cuba se produjo por los intereses bursátiles de Wall Street. Hay constancia documental de ello.
La burguesía cubana no era tan conservadora. La primera línea ferroviaria de España se instaló en Cuba. Mucho antes que la Barcelona-Mataró.
En Madrid eran antiesclavistas. Los que estaban a favor de la esclavitud eran los terratenientes y hombres de negocios cubanos.
Precisamente, como la I República española estaba a favor de liberar a los esclavos, esos cubanos financiaron durante muchos años a las tropas carlistas. Hay constancia de ello.
Por otra parte, ¿no se ha dado cuenta de que, nada más llegar Cánovas y Alfonso XII al poder, acabaron las guerras carlistas? Pues, le puedo decir al respecto que, casualmente, el mayor financiero de los carlistas eran el presidente del Banco de la Habana, que, también, casualmente, era un hermano de Cánovas.

Sin olvidar que los industriales catalanes siempre se opusieron a la independencia y ni siquiera admitieron nunca dar una autonomía a Cuba, porque en esa isla hicieron muchos de sus grandes negocios. Aquí le pongo un enlace, escrito por el catedrático Carlos Dardé.

Comentario de Aliado, Amantes de la historia

http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/contextos/7127.htm

Aquí le dejo otro enlace, donde habla del escritor Clarín y su opinión sobre ese tema:

http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/espana-ante-la-guerra-colonial-de-1895-a-1898-leopoldo-alas-clarin-periodista-y-el-problema-cubano/html/b5c63b96-749f-449d-8f78-2f18568179e7_12.html

Memento Mori!: El negado derecho a decidir que independizó Cuba d...

Memento Mori!: El negado derecho a decidir que independizó Cuba d...: Tropas cubanas Unidad nacional, constitución, separatismo, independencia, unionistas, autonomía, negación del diálogo, legalidad vigent...

jeudi 22 janvier 2015

Orange firmó un acuerdo con ETECSA para operar Internet en Cuba

Orange firmó un acuerdo con ETECSA para operar Internet en Cuba



Orange firmó un acuerdo con ETECSA para operar Internet en Cuba

El semanario francés L'Express asegura que el compromiso se firmó en julio de 2014
Sede deOrange en París. (CC)
Sede de Orange en París. (CC)
La empresa de telecomunicaciones francesa Orange, presidida por Stéphane Richard, firmó el pasado julio un acuerdo confidencial para desarrollar las comunicaciones en Cuba junto a ETECSA segúncuenta el semanario francés L'Express.
Según la información a la que tuvo acceso el rotativo, el contrato estipulaba que Orange debía ofrecer sus servicios, productos y tarifas (teléfonos y equipos) al único operador local y compartir sus conocimientos. La empresa francesa se comprometía además a crear en territorio cubano un instituto dedicado a la formación en tecnologías y servicios para América Latina y el Caribe.
L'Express explica que las nuevas medidas anunciadas por Barack Obama y el suavizamiento del embargo ponen en riesgo el acuerdo con la telecom francesa. El semanario destaca que Cuba sigue siendo un país atrasado en el acceso a Internet y que ofrece unas tarifas a precios prohibitivos para la población, lo que la convierte en un El Dorado para quienes quieren desarrollar esta industria en la Isla.
Así, repasa L'Express, el acuerdo firmado con Orange se suma al interés mostrado por EE UU en el avance tecnológico de Cuba, iniciado el pasado junio por Google, cuyos directivos visitaron la Isla para promover un Internet libre.

Economía Austriaca: Richard Ebeling en RT by Mises Hispano | YouTube Channel Embed

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lundi 19 janvier 2015

En el segundo día en La Habana, la delegación de congresistas demócratas de EE.UU. se reunió con disidentes cubanos.

Cerca de 15 opositores al gobierno cubano conversaron con los políticos demócratas.
Tras la reunión, Elizardo Sánchez, de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (Ccdhrn), dijo que algunos disidentes apoyan el acercamiento entre EE.UU. y Cuba, y otro no.
Este es el primer viaje de funcionarios y políticos de alto nivel estadounidenses desde el anunció del 17 de diciembre de los presidentes de los dos países de restablecer relaciones.
La delegación de EE.UU. se reunirá con funcionarios del gobierno cubano el lunes.

dimanche 18 janvier 2015

Nace el Partido Ibérico, que propugna la unión de España y Portugal

El partido, que fue inscrito el pasado 17 de diciembre en el Ministerio del Interior, parte de la idea "utópica y quizás descabellada" de unir a los dos países ibéricos, señala el exalcalde socialista y fundador Casimiro Sánchez Calderón.


CIUDAD REAL.- Un grupo de vecinos de Puertollano (Ciudad Real) ha constituido el Partido Ibérico (Iber), que plantea la unión de España y Portugal en proyectos comunes, cuyo principal impulsor es el exalcalde socialista Casimiro Sánchez Calderón, que abandonó el PSOE en 2014 tras 45 años de militancia.

El partido, que fue inscrito el pasado 17 de diciembre en el Ministerio del Interior, parte de la idea "utópica y quizás descabellada" de unir a los dos países ibéricos, ha reconocido a Efe Sánchez Calderón.

Esta unión se plantea "no desde los reinos, sino desde el sentimiento de unidad de los ciudadanos", ha puntualizado Sánchez Calderón, quien ha aclarado: "no se trata de fundir España y Portugal sino de caminar juntos".

Asimismo, ha indicado que en Portugal el partido aún no ha sido constituido legalmente, ya que para hacerlo se requieren 7.000 firmas, por lo que están buscando alianzas con "dirigentes progresistas" portugueses, así como de Castilla y León y de Galicia.

"No se trata de fundir España y Portugal sino de caminar juntos".

En lo que respecta a España, Sánchez Calderón ha indicado que aspiran a comparecer a las próximas convocatorias electorales, con planteamientos y proyectos comunes "que beneficien a los dos países".

Sánchez Calderón es el único miembro de la junta directiva de la nueva formación que ha estado vinculado a la política, pues el resto son personas que provienen del mundo sindical o que "vivieron intensamente la transición democrática", ha aclarado.

Según Sánchez Calderón, el objetivo final "es aportar un granito de arena al panorama político español, reconociendo todo lo bueno que se ha hecho, pero aportando ideas novedosas con el consenso y la unidad como principio de base, para abrazar juntos el futuro de toda la Península".

Casimiro Sánchez Calderón, que fue alcalde de Puertollano entre 1993 y 2003, dejó el PSOE en mayo de 2014 tras 45 años de militancia, con el fin de crear este partido "iberista".