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samedi 24 janvier 2015

Los socialistas españoles ante la Guerra de Cuba

Los socialistas españoles ante la Guerra de Cuba

Como miembro del socialismo europeo el PSOE defendía la causa de la paz, aunque bien es cierto que desde planteamientos muy generales.
| Eduardo Montagut | 23 Enero 2015 - 12:24 h.

Cuando estalló la campaña contra los norteamericanos, los socialistas advirtieron que la causa de lo que estaba ocurriendo no estaba en la actitud de los Estados Unidos, sino en la naturaleza del sistema político español de la Restauración
Como miembro del socialismo europeo el PSOE defendía la causa de la paz, aunque bien es cierto que desde planteamientos muy generales. Los socialistas españoles abominaban de la guerra pero sin una formulación concreta. En el año 1895 se dedicaron a denunciar la guerra colonial, así como sus efectos entre los obreros. Después se criticó el concepto de patria al considerar que era una especie de velo que cubría los intereses particulares de los más poderosos, citando el caso de Comillas. Pero los socialistas no consideraron, en cambio, que los cubanos estuvieran luchando por sus libertades, y defendieron la idea de que era una guerra de burgueses contra burgueses, explotadores ambos de los trabajadores, tanto de España como de Cuba. Los socialistas asimilaban la burguesía a la guerra, mientras que el socialismo era la paz.
Pero los acontecimientos hicieron evolucionar el pensamiento y las actitudes del PSOE, al abandonar el plano general o abstracto por cuestiones más concretas. Cuando estalló la campaña contra los norteamericanos, los socialistas advirtieron que la causa de lo que estaba ocurriendo no estaba en la actitud de los Estados Unidos, sino en la naturaleza del sistema político español de la Restauración. Así pues, la rebelión de los cubanos comenzó a ser contemplada no como una lucha de burgueses antillanos contra burgueses españoles, sino como la consecuencia de la explotación que sufrían a manos de España. De todas las maneras, aún no había un planteamiento anticolonialista muy vertebrado en el mensaje socialista, ya que, en ocasiones, algunos escritos dejaban algunas dudas, al respecto. Se pensaba que si se hubiera actuado de otra manera en el pasado no se habría producido la revuelta.
La derrota militar catastrófica vino a confirmar las previsiones de los socialistas. Durante el conflicto el PSOE se dedicó a criticar la gestión de la política colonial española, pero sin llegar, claramente, a formular un apoyo a los independentistas
La cuestión colonial comenzó a ser abordada por los socialistas españoles a raíz de la asistencia de una delegación del PSOE, con Pablo Iglesias a la cabeza, al Congreso de la Internacional en el verano de 1896 en Londres. En dicho Congreso se discutió cuál debería ser la postura de la Internacional hacia el colonialismo, así como hacia las guerras. Ambos fenómenos fueron denunciados. Pero, además, se votó una moción de solidaridad hacia los "cubanos, cretenses, macedonienses y armenios que lucha por su independencia", pueblos que estaban inmersos, en esos momentos, en conflictos.
Pablo Iglesias decidió adoptar una postura más contundente en relación con el conflicto cubano, pidiendo la paz inmediata, lo que suponía en la práctica el abandono de las colonias. En este posicionamiento de Iglesias no sólo estaba incidiendo la postura oficial de la Internacional, sino también el creciente rechazo a la guerra por parte de la población obrera. Se inició una primera campaña contraria al servicio militar. Debemos recordar que dicho servicio no era prestado por todos los españoles de sexo masculino en edad militar, ya que existía la redención del mismo por dinero, con lo que solamente hacían el servicio e iban a la guerra los hijos de las clases humildes del país.
Durante el final del año 1896 y principios del año 1897 el PSOE daba por pérdida Cuba. Al pacifismo abstracto del principio se unió la idea de la inutilidad de la guerra. Al principio, los textos de "El Socialista" fueron muy cautos, dentro de una línea legalista, pero en el debilitamiento del gobierno de Cánovas el partido vio una oportunidad de poder encauzar el sentimiento popular contra el conflicto, al subir al poder un gobierno liberal. Se decidió iniciar toda una campaña nacional, que fue la primera de su historia, organizando mítines por todo el país con la consigna de que si la Constitución hablaba de que todos los españoles tenían la obligación de ir a la guerra, o se abolía la redención por dinero o nadie debería ir a la guerra. Conviene señalar que esta campaña, más que antibelicista, incidía en la desigualdad que se producía por el sistema de redención del servicio militar. En realidad, esta especie de ambigüedad estaba calculada porque el partido quería mantenerse en la legalidad e incidir en esta cuestión de la redención, porque además de muy popular estaba dentro de la crítica tolerada por el gobierno. De todas las maneras, el slogan de "o todos o ninguno" aludía, sin lugar a dudas, a la paz. Esta campaña fue todo un éxito y contribuyó a que el partido se expandiera por lugares donde antes no tenía mucha implantación. La manifestación de Madrid fue muy importante, pero la declaración del estado de guerra impidió realizar más actos.
La derrota militar catastrófica vino a confirmar las previsiones de los socialistas. Durante el conflicto el PSOE se dedicó a criticar la gestión de la política colonial española, pero sin llegar, claramente, a formular un apoyo a los independentistas, como estamos viendo. Le cabe, en cambio, el protagonismo de ser el primer partido que realizara una campaña antibelicista y de organizar la protesta popular contra la guerra. Esto fue importante, desde el punto de vista interno del partido, ya que le dio un protagonismo inusitado hasta entonces. Era el comienzo de la expansión de los socialistas en el umbral del siglo XX.

samedi 26 avril 2014

El plan de producción de azúcar, una vez más inalcanzable

AGENCIAS | La Habana | 17 Abr 2014
El sector trata ahora de igualar el del pasado año. Lluvias y elevadas temperaturas se han unido a la falta de capital e insumos, la desorganización y la lentitud en las reparaciones.

Cálculos de la agencia Reuters, basados en informes de medios oficiales, indican una producción de alrededor de 1,3 millones de toneladas de azúcar hasta el momento. En marzo, las autoridades del sector habían reportado un 20 por ciento de retraso.
La atribulada industria azucarera de Cuba ha entrado en la recta final de la cosecha de este año y trata de igualar la producción de la temporada precedente, de 1,6 millones de toneladas de azúcar sin refinar, cuando ya es inalcanzable la meta de 1,8 millones señalada por el Gobierno.
Solo un pequeño grupo de las 13 provincias que producen azúcar aparecen con posibilidades de cumplir con sus planes, con los 48 ingenios que abrieron este año y aún están moliendo.
Lluvias y elevadas temperaturas han dificultado la cosecha desde el principio, junto a problemas habituales de falta de capital, demoras en los insumos, desorganización, así como lentitud en las reparaciones.
Las plantaciones en Cuba carecen de drenaje adecuado por lo que la cosecha mecanizada se hace difícil cuando llueve y el clima húmedo retrasa la producción de azúcar.
Juan Pablo Estrada, un trabajador jubilado de 71 años en la oriental provincia de Granma, dijo en una entrevista telefónica que con menos de 100.000 toneladas producidas este año es casi imposible cumplir el plan de 126.000.
"Veo muy difícil que Granma pueda cumplir su compromiso. Las lluvias no cesan y el calor es mayor cada día. Así no hay quien haga zafra. Se podrán exprimir un poco los centrales azucareros, pero no lograr las miles de toneladas que nos faltan", sostuvo.
Situaciones similares se presentan en las provincias orientales de Holguín y Las Tunas, así como en productoras clave de azúcar, como Villa Clara y Matanzas.
Los agricultores y los trabajadores de los ingenios deben batallar con la fatiga humana y de las máquinas, con su consecuente impacto en los rendimientos de la caña. Esto se agrava con las inclemencias del tiempo y dificulta y encarece la cosecha.
La zafra azucarera comienza generalmente en diciembre con la temporada de invierno y se extiende hasta mayo, siendo los meses de enero a marzo los claves por el clima seco y fresco que, por lo general, hace aumentar los rendimientos. Aunque no este año.
"El plan era bien ambicioso y para lograrlo todo debía estar muy bien. Y casi todo estuvo mal desde el principio. Sobre todo el clima, que no ha dado tregua y parece que de ahora en adelante será peor", dijo el agricultor Alfredo Céspedes, de 43 años, residente en la provincia de Camagüey.
Esta provincia, con un plan de 185.000 toneladas, aún no ha producido 100.000.
"Las lluvias ya están aquí. De ahora en adelante todo será más difícil, por lo que no es posible pensar en resolver la situación", agregó.
El azúcar, que fue primer rubro exportable de la Isla, es la actualidad la séptima mayor fuente de ingresos, detrás de la industria de los servicios, las remesas, el turismo, el níquel, los productos farmacéuticos y los habanos.
La inversión extranjera como solución
Cuba produjo solo 1,2 millones de toneladas de azúcar sin refinar en las últimas tres temporadas cuando AZCUBA tomó las riendas de la industria, en comparación con los 8 millones que logró en 1990, antes de la desaparición de la Unión Soviética, que llevó casi al colapso a la industria.
Los planes pretenden un alza promedio anual de la producción de un 15 por ciento hasta 2016, aunque en las últimas tres cosechas ha sido del 12 por ciento, según AZCUBA, la entidad estatal que reemplazó hace tres años al Ministerio del Azúcar.
Los malos resultados de la actual temporada podrían a acelerar los planes de AZCUBA de abrir el sector a la inversión privada.
La Cámara de Comercio de Cuba enumeró este año siete ingenios como candidatos para acuerdos de administración con inversión extranjera. Todos fueron construidos después de la revolución y por tanto no están sujetos a posibles reclamaciones de dueños anteriores, expropiados por el Gobierno de Fidel Castro.
La sociedad brasileña Odebrecht S.A. comenzó este año a administrar un ingenio en la provincia de Cienfuegos y se convirtió así en la primera empresa extranjera permitida en la industria azucarera desde 1959.
La Compañía de Obras e Infraestructura, subsidiaria de Odebrecht, planea modernizar el ingenio, así como apoyar el sector agrícola y de transporte. También ha expresado su interés en la administración de otros centrales.
Su contrato con una duración de 13 años incluye una inversión de unos 140 millones de dólares para aumentar la producción a más de 120.000 toneladas de azúcar sin refinar desde 40.000 toneladas.
Cuba consume entre 600.000 y 700.000 toneladas de azúcar al año y tiene un acuerdo para vender a China 400.000 toneladas. El resto lo vende a otros países.

vendredi 25 avril 2014

Nuestra violencia de cada día

Viva el 50 aniversario
La violencia, directa o indirectamente, forma parte hoy de la vida de los cubanos. La practican niños, jóvenes, adultos y hasta ancianos, tanto de uno como de otro sexo. La violencia hace acto de presencia en hogares, escuelas, institutos y universidades, en centros de trabajo y de recreación, comercios y hasta en el deporte, y se refleja con crudeza en la literatura, el teatro, la música, la plástica y el cine.
Se dirá que siempre hubo violencia. Es cierto. Pero antes estaba focalizada en determinados sectores políticos, en el gangsterismo y en los espacios marginales. La sociedad cubana, como tal, no era violenta.
Hoy hablamos de una sociedad violenta.
Causas puede haber muchas, pero sin lugar a dudas, entre las principales se encuentra la situación de pobreza que afecta a la mayor parte de la población, obligándola a tener que luchar por la subsistencia sin esperanzas de progreso. También el deterioro y la pérdida de la disciplina social y del respeto mutuo, la falta de moral ciudadana (la doble moral es simplemente ausencia de ella), la carencia de libertades básicas y la corrupción.
Todo lo anterior conforma un caldo de cultivo propicio para el "sálvese quien pueda", del que pocas personas logran escapar.
A lo anterior debe agregarse que, desde sus inicios, el castrismo ha utilizado la violencia como arma ideológica y política contra sus opositores. Ya en el temprano 1959 grupos de jóvenes de la entonces Juventud Socialista y del 26 de Julio, se organizaron para enfrentar y disolver, de manera violenta, las pacíficas manifestaciones políticas y religiosas. Esta vergonzosa tarea pasó después a manos de la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR) y, posteriormente, de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). Las actuales Brigadas de Respuesta Rápida y los "mítines de repudio" contra quienes piensan diferente de la línea gubernamental, constituyen su prolongación más sofisticada, ahora bajo la dirección y el control de los órganos represivos.
La violencia actual, verbal y física, presente las 24 horas del día, aunque nadie la desee, tarde o temprano involucra a todos: en un ómnibus del precario transporte urbano, en un comercio en moneda nacional o convertible, caminando por una acera rota o en un estadio de béisbol. Bochornoso resulta el ya habitual espectáculo de los peloteros de diferentes equipos, ofendiéndose o agrediéndose físicamente ante una jugada controversial. Producto de la tensión en que se vive, el control se pierde con suma facilidad y, de las ofensas iniciales, se pasa al empleo de las palabras groseras y, de ahí, a la agresión. El esquema se repite demasiado ante la indolencia de las autoridades y de la población.
Ante estas situaciones, los representantes del orden público generalmente no están presentes o procuran no estarlo, apareciendo solo al final, más preocupados por el control político de los ciudadanos que por prevenir la violencia y los actos delictivos. Al menos, esta es la opinión de la mayoría de los cubanos de a pie, pues ya en cualquier calle y cualquier barrio se comercializan drogas, se practica la prostitución, se juega a la "charada" y a la "bolita", se apuesta en todos los eventos deportivos, principalmente en el béisbol y el boxeo, se celebran peleas de perros y se ejecutan decenas de actividades ilegales ante la inercia o la tolerancia cómplice de las autoridades.
Los últimos llamados a restablecer el orden social, a rescatar valores perdidos y a desterrar las groserías y la violencia, para que sean efectivos deben ir acompañados de hechos que involucren a toda la sociedad, sin distingos ideológicos, políticos, religiosos o sexuales. Nadie pide más represión, máxime conociendo que, por lo regular, nuestras autoridades tienden a extralimitarse. Lo que desea y exige la ciudadanía es que cada quien asuma sus responsabilidades y las cumpla, y que se acaben de introducir sin más dilaciones los cambios económicos, políticos y sociales necesarios para salir de la crisis nacional, permitiendo a los cubanos desarrollar sus iniciativas para lograr una vida mejor, dejando atrás las tensiones, presiones, absurdos y frustraciones que engendran la violencia.

samedi 8 mars 2014

De la papa al papel sanitario: Desabastecimiento golpea comercio minorista en Cuba

LA HABANA.- Mientras el gobernante Raúl Castro reconoce  públicamente “errores” en la aplicación de los cambios económicos en marcha en el país, el desabastecimiento de productos de primera necesidad golpea la red de comercio minorista en la isla.
Esta semana varios establecimientos comerciales, tanto para la venta en pesos cubanos (CUP) como en pesos convertibles (CUC), muestran ausencia de productos de aseo personal como el detergente en su variante de menos porte -envases con valor de 50 centavos y un CUC- y de las marcas nacionales de desodorante, las que cuentan con precios más asequibles.
Asimismo se hacen extensas las filas para comprar la lejía de cloro, producto que  en los últimos dos años sale a la venta en contadas oportunidades y que las autoridades locales han comenzado a limitar en la adquisición per cápita para evitar las estelas de acaparamiento.
“He tenido que caminar varias tiendas para encontrar desodorantes baratos. Es muy complicado hallarlos. Solamente aparecen las bolsas de cinco CUC [120 pesos cubanos] y 39,40 CUC [945, 60 MN] y esos precios no hay quien los pague, a no ser que seas dueño de una cafetería o algo de eso”, comentó Juan Antonio Roque, contador de una empresa de construcciones ligeras en la capital.
El salario promedio en Cuba es de 466 CUP, unos 20 dólares mensuales.
Desde finales del pasado año comenzaron a escasear productos esenciales para el aseo personal, producidos y comercializados por la empresa Suchel. Las quejas de la población escalaron en enero hasta la prensa oficial y los máximos representantes de los ministerios de Industrias y Comercio Interior aseguraron que la situación mejoraría a partir de marzo.
Surtido inestable
Pero Suchel, el mayor productor de jabones y pefumería del país, no ha logrado estabilizar el surtido a ninguno de los 16 establecimientos con que cuenta en el territorio nacional.
“Son pocas las instalaciones que tienen actualmente un surtido constante y completo del paquete de productos de aseo.  Se nos ha dicho que hay problemas con las materias primas y el transporte, pero las explicaciones son muy escuetas y nosotras tenemos que dar la cara a los clientes sin una información completa”, aseveró una empleada de tienda en el municipio Habana Vieja, quien no accedió a hacer pública su identidad.
La crisis se ha extendido al papel sanitario, más desaparecido que de costumbre de los mercados en pesos cubanos como de las tiendas en divisas. Los cuestionamientos de la población llegaron a las páginas del periódico Granma.
¿Qué se hizo del papel higiénico o sanitario?, se preguntaba una lectora identificada como N. Lainé Oquendo en unacarta publicada el pasado 21 de febrero. “Lo más triste no es su no existencia a ningún precio, y miren que el precio es bien caro, sino que no hay una explicación a la población, como la hubo, entendible o no, respecto a los otros productos”.
Peor en provincias
Si bien la situación en la principal urbe cubana resalta por el vaivén de abasto en los centros de expendio, el panorama en el interior del país resulta en ocasiones extremo.
En Santiago de Cuba, la segunda ciudad en importancia de la isla, las carencias  alcanzan las producciones de jabón en moneda nacional, tanto de tocador como para lavar, así como las cremas humectantes para el cuerpo y los envases de cloro.
También se conoció que las entregas de cigarros de la marca Criollos se encuentran afectadas.
“Cuando salimos a la calle a hacer las compras tenemos que dedicar mucho tiempo a caminar las tiendas y los agromercados, porque no hay seguridad de que haya lo que necesitamos” comentó Yariurvis Cobas, ama de casa  y residente en el Reparto Sueño, en Santiago de Cuba. “Igualmente, si vemos un producto que está perdido y venden un poco, tenemos que dejarlo todo y hacer la cola, porque de veras no sabemos cuándo lo volverán a sacar. Hay mucho descontento con esto”,
A pesar de insistentes esfuerzos en la sede del Ministerio de Comercio Interior, no fue atendida la solicitud deCaféFuerte para obtener información sobre estos problemas.
¿Y de la papa qué?
Un denominador común en el desabastecimiento es la carencia de papa en los mercados cubanos.
En los últimos días se han podido ver largas colas en puntos de la capital donde se ha comercializado el tubérculo, en medio de los malos augurios en cuanto a la producción agrícola que trascendieron en los medios oficiales.
De acuerdo con datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), la producción de viandas durante el 2013 fue de 1,750 toneladas, inferior en 3.7% a la del año anterior. Aunque las cifras hablan de un crecimiento en la produccción de malanga, boniato y yuca, la producción de papa sufrió una recaída del 14 %, mientras que el plátano se desplomó en un 25 % para una disminución de 181 mil toneladas.
Una reciente reunión del Consejo de Ministros, celebrada el pasado sábado, se reconocieron dificultades en la ejecución del programa de entrega y uso de la tierra en usufructo, asi como insuficiencias en el fortalecimiento de las cooperativas agropecuarias, “lo cual obstaculiza elevar la seguridad alimentaria y el nivel de vida de la población”.
“A nosotros como pueblo nos interesan más las soluciones y no las justificaciones y eso es lo que vemos cuando se dignan a dar una explicación. No es un hecho solamente con la papa, sino con otros productos, porque nadie nos dice nada”, lamentó Sergio Román, trabajador por cuenta propia en la localidad de Los Pinos, al sur de La Habana.

mercredi 19 février 2014

¿Quo vadis Venezuela?


Recientemente estuve con un amigo en la casa de América Latina en París, con motivo de una serie de conferencias sobre el país de Chávez. Tras escuchar a los ponentes, salí de allí con la certeza de que las cosas iban a ponerse feas muy pronto y desgraciadamente no me equivoqué.

Los actuales autócratas bolivarianos han sido ya bastante denigrados por sus enemigos y ensalzados por sus amigos, así que por ese lado ya no queda mucho por decir, lo cual nos permite concentrarnos sobre una cuestión esencial. 

¿Cómo es posible que la renta petrolera y la concentración de casi todos los poderes entre las manos de Nicolás Maduro no permita la creación del primer estado de bienestar moderno y eficaz en América? 

El 85 % de los miembros de la Confederación de Industriales Venezolanos considera que uno de los principales obstáculos para el desarrollo del sector empresarial, lo constituyen los recurrentes ataques por parte de los medios de prensa gubernamentales, de los que son víctimas pasivas, porque los muestran como saboteadores del proceso revolucionario dadas sus actitudes egoístas y poco solidarias. 

Críticas semejantes condujeron hace varias décadas al mentor del presidente venezolano, Fidel Castro, a expropiar sin indemnizaciones, tras un maratónico discurso de diez horas, todos los negocios privados que quedaban en las manos de la gente, sucedió el 13 de marzo de 1968, en medio de actos que se conocieron en Cuba como la “Ofensiva Revolucionaria” y que condujeron a la quiebra del capitalismo cubano. 

44 años después se redescubre, alienta e implementa en Cuba la propiedad privada, como una solución capaz de reactivar la maltrecha economía socialista cubana. Espero al menos, que esta lección no se les haya olvidado a los responsables de aquel desastre (los mismos que ahora están exportando su caduco modelo, pensando que podría funcionar mejor en un país que puede –indiscriminadamente- costear las locuras del estado gracias al petróleo) porque se equivocan ahora como se equivocaron antes. Se ha demostrado con creces que el Estado es un pésimo gestionario de la riqueza nacional. 

Según los empresarios venezolanos 40 % de entre ellos registraron una disminución de hasta un 90% de sus operaciones comerciales y la actividad de la industria manufacturera también acusó un significativo descenso durante el año que acaba de terminarse. Otro sector que se ha visto seriamente amenazado por las políticas del régimen ha sido el agrícola, la Federación Venezolana de Productores Agrícolas ha dicho que a raíz de la asfixia económica a la que han sido sometidos, por la fijación estatal de precios por debajo de los costos de producción, se ha provocado un desplome de la producción. En su informe demostró que de las 98.500 hectáreas de arroz sembradas este año, equivale a 46 por ciento de las 214.000 que se sembraron el año pasado, en consecuencia el volumen de la producción de este año es igual al registrado hace tres décadas. No existe un complot internacional, esta es la verdadera causa de la actual escasez.

Otra empresa de encuestas “Medición” señala que la ineficiencia del régimen ha ido creciendo en la medida que afianza el chavismo en el poder y, desde luego, 60 por ciento de los venezolanos considera al presidente como el principal responsable de la crisis que vive el país. A pesar de todas estas cifras que hablan por sí solas, Maduro se aferra a un modelo centralizador provoca la irritación popular y que está llevando a su país al abismo. 

Todo el mundo se escandaliza por la actual situación, sin embargo era previsible, puesto que el avance solapado de las ideas socialistas “mixtas” es el principal mal de nuestro siglo. La creencia que estipula y condiciona el éxito de un país a la intervención del estado de bienestar en los asuntos económicos, nunca ha sido completamente rechazada por las élites pensantes como un absurdo sin pies ni cabeza. La caída del Muro de Berlín no significó para nada su descrédito, al contrario sigue viva y haciendo estragos –como lo muestra la actual explosión social.

El socialismo de estado, marginado como quedó al desaparecer el Sistema Socialista Mundial a finales del siglo pasado, parecía completamente muerto y enterrado, pero no es así. Nos rodea insidioso a través de los Bancos Centrales, las organizaciones monetarias internacionales, aprobadas y caucionadas por los mismos dirigentes que rigen las políticas nacionales y los precios.

Pero más grave aún, dentro de las naciones desarrolladas "des riches" también se mantiene presente, confundido con la idea de solidaridad nacional. Una semilla capaz de hacer germinar el árbol de las buenas intenciones y con él, su cortejo de manipulaciones que siempre acaban en guerra, pobreza y drama para los Estados en vías de desarrollo, empecinados en seguir a falsos profetas por aquestos caminos de quiméricas esperanzas. 

El caso de Venezuela lo prueba y el de Cuba ya lo ha confirmado.

mercredi 8 janvier 2014

¿Qué opinaba José Martí sobre el socialismo?


Mala Raíz 

C. Fernández, blog Permuto cuarto en Habana Vieja

Marx nunca habló del “Estado Socialista”, José Martí sí; desde 1884, en “La futura esclavitud”, nos alerta del peligro que corren los Pueblos a manos del “Socialismo” de Estado:

“Todo el poder que iría adquiriendo la casta de funcionarios, ligados por la necesidad de mantenerse en una ocupación privilegiada y pingüe, lo iría perdiendo el pueblo, que no tiene las mismas razones de complicidad en esperanzas y provechos, para hacer frente a los funcionarios enlazados por intereses comunes.Como todas las necesidades públicas vendrían a ser satisfechas por el Estado, adquirirían los funcionarios entonces la influencia enorme que naturalmente viene a los que distribuyen algún derecho o beneficio. El hombre que quiere ahora que el Estado cuide de él para no tener que cuidar él de sí, tendría que trabajar entonces en la medida, por el tiempo y en la labor que pluguiese al Estado asignarle, puesto que a este, sobre quien caerían todos los deberes, se darían naturalmente todas las facultades necesarias para recabar los medios de cumplir aquellos.De ser siervo de sí mismo, pasaría el hombre a ser siervo del Estado. De ser esclavo de los capitalistas, como se llama ahora, iría a ser esclavo de los funcionarios. Esclavo es todo aquel que trabaja para otro que tiene dominio sobre él; y en ese sistema socialista dominaría la comunidad al hombre, que a la comunidad entregaría todo su trabajo.Y como los funcionarios son seres humanos, y por tanto abusadores, soberbios y ambiciosos, y en esa organización tendrían gran poder, apoyados por todos los que aprovechasen o esperasen aprovechar de los abusos, y por aquellas fuerzas viles que siempre compra entre los oprimidos el terror, prestigio o habilidad de los que mandan, este sistema de distribución oficial del trabajo común llegaría a sufrir en poco tiempo de los quebrantos, violencias, hurtos y tergiversaciones que el espíritu de individualidad, la autoridad y osadía del genio, y las astucias del vicio originan pronta y fatalmente en toda organización humana. “De mala humanidad —dice Spencer— no pueden hacerse buenas instituciones.” La miseria pública será, pues, con semejante socialismo a que todo parece tender en Inglaterra, palpable y grande. El funcionarismo autocrático abusará de la plebe cansada y trabajadora. Lamentable será, y general, la servidumbre.”
El Daño de raíz… Martí sabía que “el daño de raíz” era y es la EXPLOTACIÓN HUMANA, siempre presente, con diferentes caras y diferentes apellidos, a lo largo de la Historia, pero esencialmente con el mismo carácter; y alertaba con singular acierto la “tendencia natural” a quitar motivo al descontento sin tocar la raíz del problema, cosa que señala en el mismo artículo.
“Juzga Spencer como victorias crecientes de la idea socialista, y concesiones débiles de los buscadores de popularidad, esa nobilísima tendencia, precisamente para hacer innecesario el socialismo, nacida de todos los pensadores generosos que ven como el justo descontento de las clases llanas les lleva a desear mejoras radicales y violentas, y no hallan más modo natural de curar el daño de raíz que quitar motivo al descontento.”
No habrá que decir mucho más al respecto, Martí nos alertó sobre las trampas del “Socialismo de Estado” a la vez que señaló con dedo acusador la tendencia POPULISTA de hacer dependientes del Estado al ciudadano para quitar motivo al descontento, mientras se edificaba el Monopolio del Poder de la Nueva Oligarquía “socialista”, sin curar el Daño de Raíz (La Explotación Humana) que, de cualquier forma, seguiría siendo la esencia del “nuevo” sistema y fuente de bienestar de esa Nueva Clase EXPLOTADORA.

Esclavo, siervo, asalariado… el mismo “Daño de Raíz”, la EXPLOTACIÓN HUMANA…¿CÓMO CONSTRUIR UNA NUEVA SOCIEDAD SIN ENFRENTAR ESE DAÑO DE RAÍZ? ¿ACASO CAMBIAMOS ALGO CON SOLO OCULTAR EL CONFLICTO FUNDAMENTAL? Marx nunca habló del Estado Socialista, mucho menos de un Socialismo de Estado.

“La historia de toda sociedad jerarquizada existente es la historia de la lucha de clases. Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señor y ciervo, amo del gremio y oficial -- en una palabra, opresor y oprimido -- estuvieron en constante enfrentamiento, desarrollado en una lucha ininterrumpida, ahora escondida, ahora abierta; una lucha que siempre terminó en una reconstitución revolucionaria de la sociedad o en la ruina común de las clases contendientes”. C.Marx, Manifiesto Comunista.
Hoy, en su intento por retener el Poder, la Nueva Oligarquía intenta transitar hacia un Capitalismo controlado, liberado de las trabas POPULISTAS, manteniendo un frágil equilibro al borde de las contradicciones que el propio Sistema ha creado: Un Pueblo dependiente vs una Oligarquía, que, aunque ostenta el Monopolio del Poder, se encuentra atada al “compromiso” original con el Pueblo que les permitió empoderarse sin límites; todos ATRAPADOS dentro de una situación económica, política y social estancada y sin salida.

Un mal matrimonio a las puertas del divorcio… Pero, las cuentas no salen; aún y cuando la Oligarquía no intente siquiera un reparto de bienes con su contraparte, el Pueblo, alguien tiene que hacerse cargo de los gastos… o la olla explota… ¿acaso la única solución posible sea un matrimonio por conveniencia con los vecinos del norte?, es posible que no pocos burócratas hayan valorado tal “solución”… pero… la vida es terca, los cubanos somos cubanos y los del norte tienen demasiados problemas para pensar en romances de largo plazo, menos si el compromiso viene con 12 millones de bocas nuevas que alimentar.


Nuevamente los caudillos tropiezan con la realidad, ese camino es inviable; la única solución es EMPODERAR AL CIUDADANO para que este salga de la trampa por su propio pie; quiéranlo o no se impone un PROFUNDO PROCESO DEMOCRÁTICO que, cual chispa vital, despierte el alma ciudadana del cubano… SERÁ ESO O LA BARBARIE.


Marx lo dice claro; “…lucha (de Clases) que siempre terminó en una reconstitución revolucionaria de la sociedad o en la ruina común de las clases contendientes” y Cuba no será la excepción…


Un nuevo Pacto Social se impone, y nadie podrá ser excluido.


Nuevo pacto social que garantice un desarrollo democrático y con justicia social de la nación cubana "con todos y para el bien de todos"; sobre las vías de la DEMOCRACIA CIUDADANA, la justicia expedita e imparcial, libre de ataduras, la solidaridad humana, la transparencia total en el ejercicio del poder, el respeto irrestricto a los derechos humanos y la libertad de los ciudadanos en todos los aspectos de sus vidas.


No se trata de “negociar” espacios ni posiciones con un Gobierno ciego y sordo que solo vela por los intereses de su Oligarquía, se trata de garantizar las condiciones necesarias para un DEBATE TRASCENDENTAL, cuyo objetivo deberá compartir conscientemente ese Gobierno por una simple cuestión de supervivencia: EMPODERAR AL CIUDADANO.


La Construcción de una Nueva Sociedad realmente VIABLE, HUMANAMENTE JUSTA, económicamente SOSTENIBLE, SUSTENTABLE y PROSPERA, en equilibrio con la naturaleza y el universo mismo, solo es posible desde un profundo proceso DEMOCRÁTICO desarrollado por hombres y mujeres LIBRES e INFORMADOS, donde, “en el ejercicio de sus derechos”, no solo el proletariado, sino todos los CIUDADANOS, puedan llegar al verdadero conocimiento de sus intereses como SERES HUMANOS y de sus “DEBERES HISTÓRICOS”.


En estas circunstancias, EXIGIMOS la realización de un amplio y abierto debate democrático nacional, sin exclusiones, horizontal, CON LA PARTICIPACIÓN DE TODOS LOS CUBANOS, RADICADOS EN CUBA O EL EXTRANJERO, con acceso libre y sin censura a todos los medios de comunicación nacionales e internacionales.


Debate democrático que permita y PROMUEVA el EMPODERAMIENTO CIUDADANO por sobre las falsas diferencias “ideológicas” que hoy nos dividen, garantizando el TRIUNFO DE LA RAZÓN SOBRE LA VIOLENCIA… Del que surja LIBRE y SOBERANO el NUEVO PACTO SOCIAL que las circunstancias socio-políticas actuales exigen.


La única solución es EMPODERAR AL CIUDADANO para que este salga de la trampa por su propio pie; quiéranlo o no se impone un PROFUNDO PROCESO DEMOCRÁTICO que, cual chispa vital, despierte el alma ciudadana del cubano… SERÁ ESO O LA BARBARIE.
A todos nos conviene

samedi 9 février 2013

Chávez y el devastador camino hacia el socialismo | Juan Ramón Rallo

Chávez y el devastador camino hacia el socialismo | Juan Ramón Rallo


La economía venezolana se está descomponiendo por momentos. Los estragos de una década de chavismo son cada vez más evidentes para todo aquel que quiera observarlos. Que durante años la situación fuera grave pero no dramática se debió simple y llanamente a que el tirano bolivariano sobrevivía gracias a las rentas del petróleo y a la rapiña puntual del sector privado.
Mal que bien, desde hace varias décadas Venezuela había logrado acumular importantes cantidades de capital que el gorila rojo, con sus características demagogia y retórica fascio-socialista, supo ir expropiando en nombre de un pueblo al que terminó acomodando en el parasitismo.
Hoy, Venezuela es un país con una economía destruida y una industria desmantelada. Su única exportación, su única fuente de riqueza, es el petróleo. Gracias a las ventas de esta materia prima al resto del mundo, los venezolanos obtienen los dólares que necesitan para poder comprar en el extranjero todo –todo– lo que les falta.
Así, desde 2003, momento en el que Chávez decidió impedir a las empresas privadas huir de su dictadura imponiendo un control de cambios, todo ciudadano que desea comprar al extranjero, ha de acudir con esa bazofia de divisa llamada bolívar ora al Gobierno ora al mercado negro. Hasta el pasado 10 de enero, el Gobierno, a través de su sucursal el Banco Central de Venezuela, vendía un dólar por 2,15 bolívares, pero sólo a los individuos que contaran con el favor de Chávez. Son las consecuencias del control de cambios: si el Estado no te quiere proporcionar divisa extranjera, no la puedes obtener a menos que acudas a medios alegales o ilegales.
Los particulares, gracias a su pequeñez, tenían la opción del mercado negro, donde podían adquirir dólares a precios que alcanzaban hasta los siete bolívares por billete verde. Pero las grandes empresas tenían que pasar por el filtro de Chávez, lo que generalmente significaba la negativa a la compra de dólares, agravando la destrucción de la industria venezolana (¿se imaginan como funciona una compañía que no pueda adquirir los factores productivos que necesita?). La nueva oligarquía venezolana temía que las grandes empresas sacaran su dinero del país y se lo entregaran a sus legítimos propietarios –los accionistas– en lugar de brindárselo con las manos atadas a los legitimados ladrones del régimen; de ahí que numerosas compañías españolas, como Telefónica, tuvieran millones de euros de beneficios cautivos en forma de bolívares que ahora se han diluido como un azucarillo.
Tras la devaluación del bolívar el pasado 10 de enero, a los venezolanos les costará 4,3 bolívares comprar un dólar. Así, los venezolanos deberán pagar el doble por los productos extranjeros y por sacar el dinero al exterior.
Nadie debería sorprenderse, pues, de que después de esto la ya de por sí elevada inflación (en 2009 superará el 25%) estalle, no sólo porque el precio en bolívares de las importaciones se ha disparado, sino porque la capacidad de Chávez para inflar la cantidad de bolívares sobre una misma base de dólares se ha multiplicado por dos.
El gorila tilda de “especuladores” a quienes simplemente tratan de repercutir los costes que él ha multiplicado a los precios y ya ha empezado a extender las garras del Estado sobre los negocios cuya única alternativa a no incrementar los precios era echar el cierre. Si vendías a cinco lo que comprabas a cuatro, difícilmente podrás seguir vendiendo a cinco lo que ahora te cuesta a ocho.
En realidad, sin embargo, los comercios venezolanos no tienen alternativa. Es una ficción incluso que puedan optar por cerrar. La devaluación del bolívar se encaminaba, desde un principio, a expropiar la poca riqueza que les quedaba a los ciudadanos y a las empresas extranjeras, a obligarles a entregarle al Gobierno el doble de sus ahorros para poder acceder al mercado exterior. Todo ha sido programado para que el entramado empresarial pase a ser propiedad exclusiva del chavismo. Cómo se implemente esta nacionalización es sólo cuestión de detalles (inflación, devaluación, expropiaciones, regulaciones…). No se trata de subir los precios y de ser nacionalizado o de mantenerlos y echar el cierre: Chávez pretende que todo pase a su propiedad. Y es que amamantar a un país en ruinas mediante las subvenciones estatales obliga a robar hasta la última migaja de pan al sector privado.
Tal y como tristemente están redescubriendo los venezolanos y los empresarios que creyeron que podrían hacer negocios con el régimen, el camino hacia el socialismo está repleto de miseria para todos los individuos salvo para los que integran la nomenclatura. No lo olvidemos nosotros también: ése es el “progreso” que nos vende a diario la izquierda, nuestra izquierda.

vendredi 19 octobre 2012

El infierno somos todos

 | Por Luis Cino Álvarez, Cubanet
LA HABANA, Cuba, octubre, www.cubanet.org


Aseguraba Jean-Paul Sartre que “el infierno son los otros”. En el socialismo cubano –su versión castrista- el infierno somos todos. Somos verdugos los unos de los otros. Ni siquiera están en paz consigo mismo los que se esfuerzan por ser lo más justos posible. Algo bien difícil en medio de tanto canalla, envidia, doble discurso e hipocresía. De todos modos, siempre tendremos que lamentar lo que nos obligaron a hacer o lo que no hicimos, casi siempre por miedo.
Se trata de subsistir a costa de lo que sea. Estafar, robar, intrigar, adular, prostituirse, delatar… Vale todo. Siempre habrá algún eufemismo para no llamar las cosas por su nombre. Y muy pocos tienen moral para reprochar, porque de una forma u otra, también tienen tejados de vidrio.
Es una guerra cotidiana de todos contra todos. Con tantos problemas y diferencias como hay, con tanta impotencia y rabia acumulada, hemos llegado a odiarnos y a pedirnos la cabeza los unos a los otros. Estamos listos a manotear y gritar como energúmenos y abalanzarnos sobre el adversario –que puede ser cualquiera, incluso nuestra pareja- y hacerlo pedazos. En definitiva, nos enseñaron desde que éramos pioneros por el socialismo a odiar al enemigo y luchar hasta aniquilarlo (¿no juraron nuestros niños que serían como el Che?).
Intolerantes que aprendimos a ser, ya no sabemos discutir ni de pelota. Las broncas estallan por cualquier razón o sin ella. Lo mismo en una cola, a bordo de una guagua atestada o en el hogar donde ya no cabemos porque somos demasiados y tenemos distintos y encontrados intereses. Peleamos como perros y gatos, la diferencia es que los animales tienen límites para sus rencores. Los humanos, no. Y peleamos con lo que haya a mano por la comida que no alcanza, los celos, la casa, el dinero que nos deben o porque alguien nos pisó o nos miró atravesado.
¿De qué solidaridad internacional se habla si no somos solidarios entre nosotros mismos? Solo hay que ver, a la hora de trepar a la guagua, como los hombres empujan a las mujeres, las ancianas y los niños. Y no ceden el asiento a los impedidos físicos o las embarazadas si no son los que les corresponden porque lo indica un letrero.
En su libro “Cuba: ¿revolución o reforma?”, el periodista Enrique Ubieta Gómez afirma que mientras un cubano sea capaz de dar botella en su carro, habrá socialismo en Cuba. Lamento contradecir una vez más a Ubieta, pero a juzgar por el auge de los boteros, los camioneros que en la autopista solo entienden de billetes de veinte pesos para arriba, los choferes asaltados, las mujeres violadas en las carreteras y los funcionarios que viajan a bordo de sus raudos carros como si llevaran a Dios y también a Carlos Marx y a Fidel Castro cogidos por las barbas, presiento que al aventón, solidario y garante del socialismo, le queda bien poco.
Y ya no sé si lamentar que se acabe la solidaridad ciudadana entendida como el compincheo menesteroso entre vecinos por una libra de arroz, un puñado de sal, un jarrito de azúcar, una coladita de café o una cucharada de aceite, si antes de que lleguen los mandados del mes en la bodega, ese mismo vecino te estafará, o lo que es peor, se prestará a chivatearte a ti o a tus hijos, que crecieron y jugaron con los suyos, asistieron a las mismas escuelas y se prestaban la ropa y los zapatos para ir juntos a las fiestas los fines de semana.
En definitiva, eso fue lo que aprendimos en aquellas becas en que se compartía todo, desde los cigarros hasta el exiguo chorro de agua de la ducha, y donde nos delatábamos mutuamente, porque nos enseñaron desde niños que eso no era chivatear, sino nuestro deber revolucionario. En los análisis de grupo, cualquiera de tus compañeros pedía la palabra y decía con quien te reunías, lo que conversabas, si leías libros prohibidos y revistas extranjeras, preferías la música americana, tratabas a maricones o te carteabas con parientes en Miami….Lo más jodido era que a veces hasta pensaban que lo hacían por tu bien…
Así, hemos llegado, nosotros y nuestros hijos, al deprimente presente en que sentimos desconfianza y temor del vecino y del compañero de trabajo o de estudio. Y hacemos a los demás lo que no deseamos que nos hagan, precisamente para no darles tiempo a hacérnoslo. Realmente patético. Con estos truenos y estas fieras, ¿qué podemos esperar del mañana?