El reconocido intelectual cubano se expresó en ese sentido en un artículo publicado en la revista La Jiribilla titulado "El desamparo insular" En el que expresa lo siguiente: A mí, francamente, esa broma me parece un proyecto más serio, más atendible y más viable que el del anexionismo, que no ha triunfado ni en Puerto Rico, tras un siglo de dominio norteamericano.
Asociación Autonomía Concertada para Cuba (ACC). Inscrita en Francia en el Registro Nacional de Asociaciones (RNA) con el número: W751215898
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lundi 20 avril 2015
lundi 13 avril 2015
¡CUBA ES ESPAÑOLA!
Tú...Cubano que me escuchas, que ya te
cansas y te hartas de lo que han hecho con nuestra isla. ¿Por qué no te atreves
a pensar diferente y oyes el convite a una nueva alternativa? No podemos
tomárnoslo a broma cuando se nos va la vida permitiendo que nos lleven al
atolladero...y peor aún...con el consentimiento nuestro.
Siempre me pregunto... ¿Será que no hay visionarios...iluminados o aún más simple...líderes capaces de ver lo que estamos viendo ya muchos de nosotros desde hace mucho?
Si eres anexionista... ¿acaso no te das cuenta que los EE.UU. no nos quieren como parte de ellos porque nos ven diferentes? ¿No te has dado cuenta ya?
Y tú...castrista, ¿hasta cuándo vas a seguir engañándote a ti mismo con una independencia impuesta por una minoría de aprovechadores que nos ha llevado al abismo?
Y tú...comunista ¿por qué seguirr persiguiendo una utopía que solo ha provocado pobreza genocidios y muertes?
Te ofrezco algo mejor:
- ESTADIDAD con 50 PROVINCIAS que hablan TU IDIOMA.
- También tendrás derecho a elegir Diputados al Parlamento Europeo.
- Pertenecerás a una Estadidad mucho más amplia y representativa puesto que la Comunidad Europea te brindará un marco comercial, laboral y educativo mayor.
- Ciudadanía Española y Pasaporte Europeo.
- Un sistema de salud universal de calidad.
- Y una moneda con un poder adquisitivo mucho mayor al dólar de los EE.UU. ya en decadencia en el comercio internacional.
Además:
- Gozaríamos de un marco de soberanía interna para proteger nuestra idiosincrasia como pueblo hispano, nuestra cultura y nuestro idioma porque ser cubano no se riñe con el origen de donde provenimos...al contrario, nos honra y dignifica. La esencia de ser cubano está en nuestras raíces españolas. Somos cubanos porque somos españoles...
- Nuestra autonomía como provincia nos permitiría desarrollarnos al máximo de nuestras posibilidades como Pueblo dentro de una esfera mayor y cónsona a nuestra esencia hispana...la cual no se vería amenazada, relegada o subyugada como pude serlo hoy.
Merecemos algo mejor y si en eso estamos de acuerdo...veamos los beneficios y atrevámonos a hacer algo diferente.
Eso es lo que España representa...Un Destino socioeconómico singular y de progreso...herramientas que construyen -sin menoscabo de nuestra identidad- y recuperando nuestro estatus de provincia española...la real aventura a asomarnos a un futuro diferente y prometedor... Nuestra alegría de volver a reunificarnos con la Madre Patria. A sentirnos tal cual somos y no como los norteamericanos nos ven... nuestro futuro está a tu alcance. Depende de ti.
Texto adapatado de la página: Autonomía para Puerto Rico
mardi 16 décembre 2014
Herencia española sigue viva en Cuba
Cierra festejo de origen catalán en occidental ciudad cubana
Matanzas, Cuba, 14 dic (PL) La actuación de proyectos socioculturales con danzas españolas cerró hoy la Fiesta de La Colla, festividad de origen catalán, que durante dos días ocupó espacios en esta occidental ciudad cubana.Alma Flamenca, Olé Olé, Trencito de la Alegría y Aires de España, además de Gaiteros y Artística Gallega, y Asociación de Asturianos amenizaron este domingo el jolgorio que se estableció aquí por primera vez en 1875.
El plato fuerte fue la Comparsa de la Colla, iniciada en el céntrico parque de La Libertad hasta la Ermita de Monserrate, en una de las colinas de la Villa, desde donde puede apreciarse una bella vista de la bahía de Matanzas y del valle del río Yumurí.
La propia Ermita acoge en su santuario una pieza de mediano tamaño de la Moreneta o la Virgen de Montserrat.
Previo a la marcha, acompañada por el típico sonido gaitero, tuvo lugar el Brindis Confraternidad con vino tinto, pan y aderezo, ceremonia efectuada en la biblioteca provincial Gener y del Monte de esta urbe, a 100 kilómetros al este de La Habana.
Alberto Cartaya, directivo de la Federación de sociedades española de Cuba, explicó a Prensa Latina que La Colla de este año estuvo dedicada a Eduardo Lorenzo, ya fallecido, reconocido intérprete y fabricante de gaitas. Una exposición de regiones de España, espectáculo infantil de tradiciones españolas y descargas de canciones de esa nación ibérica, marcaron la víspera la apertura del evento.
Estudiosos de estos temas aseguran que en 1872 quedó constituida en Matanzas la Sociedad de Cataluña y las Baleares, promotora de la Fiesta de la Colla.
A principios del siglo XIX comenzó la decadencia de la citada Sociedad hasta cesar esos festejos, revividos en la década de los años 1980 a partir de la confección del Atlas de la Cultura de Cuba.
samedi 13 décembre 2014
Bailar español en tierra de rumberos
Estudiante para dentista y profesora de baile Flamenco, Samantha, nos cuenta la difícil tarea de mantener la academia Rocío de España, en Santa Clara
viernes, diciembre 12, 2014 | José Luis León Pérez |
SANTA CLARA, Cuba. — Samantha Cárdenas Caballero, cariñosamente Sami, es una joven santaclareña que estudia Estomatología en la Universidad de Ciencias Médicas Serafín Ruiz Dezárate, pero que su pasión por el baile español, y por enseñarlo a los pequeños, no la dejan tranquila.
Sami baila español por pura casualidad. Cuando tenía 6 años, la muerte de su abuelo la puso tan triste, que su abuela –amiga de la directora de la compañía Rocío de España– la puso a recibir clases de danza, para que la tristeza se le pasara. Desde entonces, Samantha no he parado de bailar.
¿Qué te motiva a enseñar la danza española?
–Me hace feliz. Siento que mis sentimientos se mezclan con la fuerza expresiva que caracteriza este baile. Eso que siento es indescriptible. Y me siento comprometida con mi antigua profesora, ella ya no está aquí y no quiero que su legado se pierda. La luz que me ha iluminado el camino, es mi abuela. Ella es la bujía inspiradora de este proyecto. Es increíble como ella se involucra de forma incondicional para que cada presentación del grupo, salga lo mejor posible.
¿Por qué das clase a niños tan chiquiticos?
–Este baile se debe aprender desde pequeño. Por su puesto tenemos niños de muchas edades, y las clases están divididas por segmentos de edades.
¿Presentas a los niños en algún teatro?
–Anualmente se realiza “La Fiesta de la Danza” convocada por la Casa de la Cultura y a nosotras nos invitan. Claro, estos eventos son competitivos, participan muchos grupos aficionados de calidad. Nuestra compañía se ha destacado siempre. Hemos alcanzado premios municipales e incluso, provinciales. Es una lástima que estos eventos competitivos sean solo una vez al año. No existen espacios oficiales para demostrar las habilidades que las niñas han alcanzado. Te diría más, no creo que les interese mucho el baile español.
Por suerte, nos llaman de muchos lugares de la provincia y no solo de aquí, de Santa Clara. La compañía está subscrita a la Asociación Cultural José Martí y participamos en su peña habitual los segundos domingos de cada mes. Participamos también en las peñas de los Payasos los domingos en el Mejunje. Sobre todo, y es el orgullo de nosotras, las presentaciones que le hacemos a los niños que están ingresado en el Hospital Infantil “José Luis Miranda” de esta ciudad, en el proyecto “Para una sonrisa feliz”.
También realizamos una gala anual de fin de curso en el cine Camilo Cienfuegos para darles tributo y reconocimiento a nuestras niñas por todo el esfuerzo realizado en el curso, donde puede asistir toda la población.
¿Recibes suficiente apoyo de Cultura?
–No recibimos ninguna ayuda del gobierno, solo los padres, como héroes titánicos, se preocupan y ocupan por todo lo que hace falta para el grupo. El baile flamenco exige zapatos especiales, castañuelas, mantas, telas para los vestuarios, abanicos, aretes, flores y adornos para el cabello, entre otros accesorios. Todos estos gastos, corren únicamente por parte de los familiares de las pequeñas.
¿Cómo definirías tú futuro, estomatóloga o profesora de flamenco?
–Trataré de seguir en las dos profesiones porque la vida de un bailarín es efímera, y debo terminar mi carrera. Otro aspecto que influye, no solo en mí, sino en todos los que enseñan flamenco, es que en Cuba no existe la posibilidad de superación de las bailarinas o profesoras de flamenco. Fuimos españoles por siglos, la danza flamenca es un legado que nos dejaron nuestros ancestros, es parte de la historia de esta Isla, pero, no es fácil bailar español en tierra de rumberos.
dimanche 24 août 2014
"Cuando juega El Barça o el Real Madrid, se paraliza Cuba"
De izquierda a derecha, Orlando "El Guajiro" Peña, Rolando Pérez, y José "Pepe" Lacayo. |
Rolando Pérez, un coordinador de peñas deportivas en Cuba visita Radio Martí y cuenta de primera mano las pasiones de los cubanos por los deportes.
El jueves 18 de agosto de 2014 visitó el programa Al duro y sin guantes, que transmite Radio Martí, de lunes a viernes, entre 7 y 8 de la noche, Rolando Pérez, que como dijera el cronista deportivo José "Pepe" Lacayo, "es quien nos representa allá en Florida, Camagüey, cada vez que alguno de ustedes tiene una pregunta, algún comentario, alguna queja".
Pérez, bautizado por "El Guajiro" Peña como "el presidente", es el organizador de una enorme peña deportiva en Cuba (entre 50 y 70 en toda la isla). "Sí. Hay unas cuantas en todo el país, desde Pinar del Río a Guantánamo", indicó el visitante. O sea, un grupo de personas que se reúnen en sus casas, en parques o en otros lugares para hablar sobre determinados grupos deportivos o peloteros que juegan en las Grandes Ligas de Estados Unidos.
Lacayo explicó que "Rolandito es el que recibe todas las llamadas telefónicas en Cuba, de toda la gente que quiere dar con nosotros (Al duro y sin guantes), pero no puede y sabe que 'Roly' habla mucho con nosotros, escribe mucho".
Pérez dijo que en este momento "el fútbol en Cuba está pegando más que el béisbol (…) y cuando juega El Barcelona y el Real Madrid, ya tú sabes, se paraliza Cuba".
mardi 24 juin 2014
El derecho a decidir desde la distancia
Ignacio Oliveras
Publicado: 23/03/2014 10:56
Hace poco uno de los lectores habituales de este blog (es decir, un pariente) me pidió que escribiera algo sobre lo que está pasando en Cataluña, aduciendo que puesto que yo he viajado sería interesante saber lo que pienso sobre el asunto. El lector en cuestión, que por cierto vive hoy expatriado en Chile, es contrario a la independencia y creo que anticipa que porque yo he viajado lo soy también.
No se equivoca, aunque el hecho de haber viajado no presupone gran cosa -por no decir que nada- sobre la posición que pueda uno tener en este asunto. Por poner un ejemplo conocido, el escritor y periodista de La Vanguardia Quim Monzó, hijo como yo de una andaluza y que vivió en Nueva York en sus años mozos es un independentista sin matices, y hay otros tantos como él.
Hace casi un año y medio escribí ya algo sobre este tema y mi posición no ha cambiado sustancialmente. Además otros blogueros escriben muy bien y casi en exclusiva sobre el asunto, por lo que no hay mucho que pueda añadir yo. Acabo de pasar sin embargo un corto período de tiempo en Amberes, principal ciudad de Flandes, donde la cuestión de la independencia domina el debate político de forma similar a como ocurre en Cataluña, por lo que quizás pueda plantear algunos paralelismos no carentes de interés.
Aunque los porcentajes varían sustancialmente en función de cómo se realice la pregunta, parece que la mayoría de catalanes apoyarían la celebración de un referéndum de autodeterminación pero la cosa está bastante más reñida en lo que respecta a una pregunta que plantee directamente y sin ambigüedad la independencia de Cataluña. De hecho, si se celebrarse un referéndum con una pregunta clara probablemente éste se decidiera por el canto de un duro, como ocurrió en Quebec en 1995.
Los independentistas catalanes defienden que un referéndum de este tipo sería un ejercicio democrático innegable, y si uno escucha un debate en Catalunya Ràdio o medios por el estilo lo que se ha dado en llamar dret a decidir parece que sea una especie de ley natural e innegable, lo cual me resulta bastante irritante. El derecho a decidir es una metonimia del derecho de Cataluña a decidir ser independiente y que es usada interesadamente para intentar desacreditar no sólo a quiénes están en contra de la celebración de un referéndum, sino a quienes tenemos una opinión matizada con respecto al mismo como pueda ser mi caso: a todos se nos etiquetará como contrarios al derecho a decidir.
Sin embargo, yo estoy a favor del derecho a decidir (de las mujeres a interrumpir un embarazo durante las primeras 14 semanas) y no estoy a favor del derecho a decidir (de los ciudadanos de Solsona a reinstaurar la pena de muerte en su municipio). Que Cataluña deba pronunciarse mediante un referéndum sobre si debe ser independiente o no es una cuestión debatible y es perfectamente defendible, y los catalanistas que apoyan la moción lo hacen de forma pacífica por lo que recurrir a comparar a nacionalistas catalanes con los nazis como la caverna hace recurrentemente está fuera de lugar. La comparación con los nacionalistas eslovacos, quebequenses o flamencos es en cambio perfectamente pertinente.
Sobre la celebración de un referéndum el Gobierno apela a la Constitución, que en 1978 fue votada por los catalanes con tanto o más entusiasmo que por el resto del censo, si bien es cierto que en 2006 se votó en similar medida a favor de unEstatuto de autonomía que reclamaba mayores competencias y del que 14 artículos fueron declarados inconstitucionales. Mal que les pese por lo tanto a muchos catalanes, la Constitución en vigor dice que la soberanía reside en la Nación española.
El concepto de soberanía es posiblemente una ficción de un calibre semejante aldret a decidir, pero al contrario de éste tiene la virtud de ser reconocido internacionalmente. Estaría bien saber cómo regularía una hipotética Comisión Constitucional de Cataluña el derecho a decidir de una de sus partes (pongamos el Valle de Arán), pero no creo que fuera muy innovadora en ese sentido y probablemente dictaminara simplemente que la soberanía reside en la Nación catalana.
Siendo el marco legal actual el que es, el PP defiende que si se celebra un referéndum éste debe celebrarse en toda España. A los independentistas catalanes esto les parece un sinsentido, pero hoy por hoy es la única opción legal y esto es irrefutable. Además, no es en absoluto tal sinsentido; tomemos el ejemplo de Bélgica. Flandes, la región norte del país, puede esgrimir su derecho a la autodeterminación con tanta o mayor razón que los catalanes: tienen una lengua propia y una historia con agravios similares a los que los catalanes hemos sufrido -su lengua estuvo excluida de la educación secundaria y superior demasiado tiempo ya que durante la primera mitad de su existencia el francés fue la única lengua oficial en Bélgica, y los flamencos estaban sistemáticamente infrarrepresentados entre los altos funcionarios, etcétera-.
Existe una diferencia importante, sin embargo, entre Cataluña y Flandes: los flamencos son mayoritarios en Bélgica. Si transponemos la realidad belga a España sería algo bastante similar a que todas las comunidades del norte quisieran independizarse de Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia, Andalucía y Canarias, siendo Madrid una especie de ente intermedio. Si el norte decidiera independizarse por voluntad mayoritaria de sus ciudadanos, ¿sería ello un acto democrático o bien lo contrario? En mi opinión ello sería la imposición pura y dura de una mayoría sobre una minoría. La mayor parte de los flamencos, de forma pragmática, parecen entenderlo así también y descartan escenarios de ruptura unilateral.
Por cierto, aunque los independentistas están mucho más organizados y hacen oír mucho más su voz, tanto en Cuba como en Portugal existen movimientos reintegracionistas que proponen una reunificación con España, muy minoritarios pero que personalmente me despiertan simpatía.
En lo que se refiere a la celebración de un referéndum en Cataluña, como en otras tantas cosas, no coincido con el PP, y creo que sería bueno convocarlo. Y si Cuba o Portugal decidieran convocar un referéndum pro integración con España me parecería igualmente estupendo. Ahora bien, que dichos plebiscitos fueran vinculantes para España (o para el resto de España en el caso de un referéndum catalán) sin que la mayoría de españoles tuvieran nada que decir al respecto me parece tan poco razonable como que los flamencos decidieran independizarse unilateralmente.
Si en el último año y medio hay algo que ha quedado claro es que la UE no va a poner las cosas fáciles para la integración de una Cataluña independiente en su seno, lo que tiene todo el sentido del mundo puesto que el separatismo es contrario a los fines de la unión. Ante tal escenario, Mas podría admitir que la independencia bien vale una salida de la UE, pero no lo hace porque las encuestas indican que con una salida de la UE el no vencería, como parece que ocurrirá en Escocia.
Con una mala fe que me parece evidente, Mas pretende que es posible conseguir una doble pirueta: independizarse de España (unilateralmente) e integrarse en la UE (unilateralmente) como miembro de pleno derecho. Seriamente, ¿alguien se lo cree? En mi opinión, y con suerte, una Cataluña unilateralmente independientesería reconocida por Kosovo, Abjasia y un puñado de países más si la Generalitat mejora sus dotes diplomáticas.
Y mucho tendrían que mejorar, porque la lucha por la libertad de los catalanes no se parece en nada al movimiento por los derechos civiles de los años 50 liderado por Martin Luther King, una comparación de Mas que delata su falta de miedo al ridículo. Se parece, en cambio, y mucho, al nacionalismo flamenco liderado por el alcalde de Amberes, que saltó a la palestra política en 2005 orquestando una especie de performance al frente de un convoy de 12 camionetas que según él representaban los vehículos que serían necesarios para transportar en billetes de 50 euros las transferencias que Flandes realiza a Valonia cada año. La solidaridad internacional a la que Mas puede aspirar, lamentablemente para él, es más bien poca.
Hace poco uno de los lectores habituales de este blog (es decir, un pariente) me pidió que escribiera algo sobre lo que está pasando en Cataluña, aduciendo que puesto que yo he viajado sería interesante saber lo que pienso sobre el asunto. El lector en cuestión, que por cierto vive hoy expatriado en Chile, es contrario a la independencia y creo que anticipa que porque yo he viajado lo soy también.
No se equivoca, aunque el hecho de haber viajado no presupone gran cosa -por no decir que nada- sobre la posición que pueda uno tener en este asunto. Por poner un ejemplo conocido, el escritor y periodista de La Vanguardia Quim Monzó, hijo como yo de una andaluza y que vivió en Nueva York en sus años mozos es un independentista sin matices, y hay otros tantos como él.
Hace casi un año y medio escribí ya algo sobre este tema y mi posición no ha cambiado sustancialmente. Además otros blogueros escriben muy bien y casi en exclusiva sobre el asunto, por lo que no hay mucho que pueda añadir yo. Acabo de pasar sin embargo un corto período de tiempo en Amberes, principal ciudad de Flandes, donde la cuestión de la independencia domina el debate político de forma similar a como ocurre en Cataluña, por lo que quizás pueda plantear algunos paralelismos no carentes de interés.
Aunque los porcentajes varían sustancialmente en función de cómo se realice la pregunta, parece que la mayoría de catalanes apoyarían la celebración de un referéndum de autodeterminación pero la cosa está bastante más reñida en lo que respecta a una pregunta que plantee directamente y sin ambigüedad la independencia de Cataluña. De hecho, si se celebrarse un referéndum con una pregunta clara probablemente éste se decidiera por el canto de un duro, como ocurrió en Quebec en 1995.
Los independentistas catalanes defienden que un referéndum de este tipo sería un ejercicio democrático innegable, y si uno escucha un debate en Catalunya Ràdio o medios por el estilo lo que se ha dado en llamar dret a decidir parece que sea una especie de ley natural e innegable, lo cual me resulta bastante irritante. El derecho a decidir es una metonimia del derecho de Cataluña a decidir ser independiente y que es usada interesadamente para intentar desacreditar no sólo a quiénes están en contra de la celebración de un referéndum, sino a quienes tenemos una opinión matizada con respecto al mismo como pueda ser mi caso: a todos se nos etiquetará como contrarios al derecho a decidir.
Sin embargo, yo estoy a favor del derecho a decidir (de las mujeres a interrumpir un embarazo durante las primeras 14 semanas) y no estoy a favor del derecho a decidir (de los ciudadanos de Solsona a reinstaurar la pena de muerte en su municipio). Que Cataluña deba pronunciarse mediante un referéndum sobre si debe ser independiente o no es una cuestión debatible y es perfectamente defendible, y los catalanistas que apoyan la moción lo hacen de forma pacífica por lo que recurrir a comparar a nacionalistas catalanes con los nazis como la caverna hace recurrentemente está fuera de lugar. La comparación con los nacionalistas eslovacos, quebequenses o flamencos es en cambio perfectamente pertinente.
Sobre la celebración de un referéndum el Gobierno apela a la Constitución, que en 1978 fue votada por los catalanes con tanto o más entusiasmo que por el resto del censo, si bien es cierto que en 2006 se votó en similar medida a favor de unEstatuto de autonomía que reclamaba mayores competencias y del que 14 artículos fueron declarados inconstitucionales. Mal que les pese por lo tanto a muchos catalanes, la Constitución en vigor dice que la soberanía reside en la Nación española.
El concepto de soberanía es posiblemente una ficción de un calibre semejante aldret a decidir, pero al contrario de éste tiene la virtud de ser reconocido internacionalmente. Estaría bien saber cómo regularía una hipotética Comisión Constitucional de Cataluña el derecho a decidir de una de sus partes (pongamos el Valle de Arán), pero no creo que fuera muy innovadora en ese sentido y probablemente dictaminara simplemente que la soberanía reside en la Nación catalana.
Siendo el marco legal actual el que es, el PP defiende que si se celebra un referéndum éste debe celebrarse en toda España. A los independentistas catalanes esto les parece un sinsentido, pero hoy por hoy es la única opción legal y esto es irrefutable. Además, no es en absoluto tal sinsentido; tomemos el ejemplo de Bélgica. Flandes, la región norte del país, puede esgrimir su derecho a la autodeterminación con tanta o mayor razón que los catalanes: tienen una lengua propia y una historia con agravios similares a los que los catalanes hemos sufrido -su lengua estuvo excluida de la educación secundaria y superior demasiado tiempo ya que durante la primera mitad de su existencia el francés fue la única lengua oficial en Bélgica, y los flamencos estaban sistemáticamente infrarrepresentados entre los altos funcionarios, etcétera-.
Existe una diferencia importante, sin embargo, entre Cataluña y Flandes: los flamencos son mayoritarios en Bélgica. Si transponemos la realidad belga a España sería algo bastante similar a que todas las comunidades del norte quisieran independizarse de Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia, Andalucía y Canarias, siendo Madrid una especie de ente intermedio. Si el norte decidiera independizarse por voluntad mayoritaria de sus ciudadanos, ¿sería ello un acto democrático o bien lo contrario? En mi opinión ello sería la imposición pura y dura de una mayoría sobre una minoría. La mayor parte de los flamencos, de forma pragmática, parecen entenderlo así también y descartan escenarios de ruptura unilateral.
Por cierto, aunque los independentistas están mucho más organizados y hacen oír mucho más su voz, tanto en Cuba como en Portugal existen movimientos reintegracionistas que proponen una reunificación con España, muy minoritarios pero que personalmente me despiertan simpatía.
En lo que se refiere a la celebración de un referéndum en Cataluña, como en otras tantas cosas, no coincido con el PP, y creo que sería bueno convocarlo. Y si Cuba o Portugal decidieran convocar un referéndum pro integración con España me parecería igualmente estupendo. Ahora bien, que dichos plebiscitos fueran vinculantes para España (o para el resto de España en el caso de un referéndum catalán) sin que la mayoría de españoles tuvieran nada que decir al respecto me parece tan poco razonable como que los flamencos decidieran independizarse unilateralmente.
Si en el último año y medio hay algo que ha quedado claro es que la UE no va a poner las cosas fáciles para la integración de una Cataluña independiente en su seno, lo que tiene todo el sentido del mundo puesto que el separatismo es contrario a los fines de la unión. Ante tal escenario, Mas podría admitir que la independencia bien vale una salida de la UE, pero no lo hace porque las encuestas indican que con una salida de la UE el no vencería, como parece que ocurrirá en Escocia.
Con una mala fe que me parece evidente, Mas pretende que es posible conseguir una doble pirueta: independizarse de España (unilateralmente) e integrarse en la UE (unilateralmente) como miembro de pleno derecho. Seriamente, ¿alguien se lo cree? En mi opinión, y con suerte, una Cataluña unilateralmente independientesería reconocida por Kosovo, Abjasia y un puñado de países más si la Generalitat mejora sus dotes diplomáticas.
Y mucho tendrían que mejorar, porque la lucha por la libertad de los catalanes no se parece en nada al movimiento por los derechos civiles de los años 50 liderado por Martin Luther King, una comparación de Mas que delata su falta de miedo al ridículo. Se parece, en cambio, y mucho, al nacionalismo flamenco liderado por el alcalde de Amberes, que saltó a la palestra política en 2005 orquestando una especie de performance al frente de un convoy de 12 camionetas que según él representaban los vehículos que serían necesarios para transportar en billetes de 50 euros las transferencias que Flandes realiza a Valonia cada año. La solidaridad internacional a la que Mas puede aspirar, lamentablemente para él, es más bien poca.
lundi 23 juin 2014
Cineasta cubano rueda película sobre la guerra hispano-cubano- norteamericana
Un nuevo largometraje que tiene como centro uno de los hechos más notorios de la historia de la isla, la guerra hispano-cubano-norteamericana de 1898 se filma actualmente en la isla, informaron medios locales.
"Cuba libre" no es una película de guerra, sino de posguerra, según explicó el cineasta cubano Jorge Luis Sánchez quien se encuentra enfrascado en los rodajes actualmente en el pueblo Ceiba del Agua, de la provincia Artemisa, vecina de La Habana.
Según un artículo publicado en el portal estatal "Cubasí.cu", aunque Sánchez no ha querido adelantar muchos detalles argumentales el reporte refiere que en el filme "se mostrarán los acontecimientos en que convergen los tres ejércitos (de España, EE.UU. y los mambises cubanos), a través del comportamiento de dos niños cubanos", protagonistas de la historia.
En el reparto de actores se encuentran las experimentadas figuras de la escena cubana Isabel Santos y Manuel Porto, junto a jóvenes como Adael Rosales, Yasmany Guerrero y Jorge Lavoy, además de la participación especial del noruego Jo Adrián Haavind, quien encarnará a un coronel del ejército norteamericano.
La ambientación del siglo XIX ha requerido la reproducción de elementos de vestuario y locales de la época y hasta reparar y desplazar una auténtica locomotora de vapor de 1830, para proporcionar la veracidad visual que precisa esta historia que arranca en 1898 y concluye en 1899 con el licenciamiento de los soldados mambises.
Jorge Luis Sánchez, que arrastra una larga trayectoria como documentalista, estrenó su primer largometraje "El Benny" en 2006, inspirado en la vida del legendario músico cubano Benny Moré, y el segundo, "Irremediablemente juntos", en 2011.
"Cuba libre" no es una película de guerra, sino de posguerra, según explicó el cineasta cubano Jorge Luis Sánchez quien se encuentra enfrascado en los rodajes actualmente en el pueblo Ceiba del Agua, de la provincia Artemisa, vecina de La Habana.
Según un artículo publicado en el portal estatal "Cubasí.cu", aunque Sánchez no ha querido adelantar muchos detalles argumentales el reporte refiere que en el filme "se mostrarán los acontecimientos en que convergen los tres ejércitos (de España, EE.UU. y los mambises cubanos), a través del comportamiento de dos niños cubanos", protagonistas de la historia.
En el reparto de actores se encuentran las experimentadas figuras de la escena cubana Isabel Santos y Manuel Porto, junto a jóvenes como Adael Rosales, Yasmany Guerrero y Jorge Lavoy, además de la participación especial del noruego Jo Adrián Haavind, quien encarnará a un coronel del ejército norteamericano.
La ambientación del siglo XIX ha requerido la reproducción de elementos de vestuario y locales de la época y hasta reparar y desplazar una auténtica locomotora de vapor de 1830, para proporcionar la veracidad visual que precisa esta historia que arranca en 1898 y concluye en 1899 con el licenciamiento de los soldados mambises.
Jorge Luis Sánchez, que arrastra una larga trayectoria como documentalista, estrenó su primer largometraje "El Benny" en 2006, inspirado en la vida del legendario músico cubano Benny Moré, y el segundo, "Irremediablemente juntos", en 2011.
vendredi 20 juin 2014
Una Cuba española
Enviado por ei en febrero 21, 2010 – 4:46 am
Estimado Sr. Rodríguez Zapatero:
Os escribe otro Rodríguez, aunque soy economista y no zapatero como evidentemente lo es usted, lo he visto manejar la economía. Sé que conoce bastante de la historia de la Siempre Fiel Isla de Cuba y que cuando algo sale mal, como los demás españoles dice “más se perdió en Cuba”.
Como sabéis, en Cuba hubo por siglos tres grupos políticos, los anexionistas que deseaban que Cuba fuese un estado más de la Unión Americana, unos para proteger su propiedad, los esclavos, y otros por afinidad comercial e intelectual con el Coloso que un día llegaría a ser, a fuerza de la innovación y el estado de derecho, el país líder del mundo libre con tecnología que hasta se sale de los confines del planeta. Tenemos un ejemplo de lo que pudiese ser Cuba bajo el anexionismo, Puerto Rico. Es obvio que en esa otra isla se vive mucho mejor que en Cuba y con libertad de voto y expresión.
Otra gran vertiente política cubana lo ha sido el independentismo, inventado por Fidel Castro siglos más tarde de su aparición, primo hermano del antiimperialismo, pese a que la independencia de Cuba fue lograda con la asistencia de ese mismo Imperio del que denigra Chávez (gracias Don Juan Carlos por mandarlo a callar). Tanto José Martí, quien se inspiró en Fidel Castro, como Fidel Castro (ambos hijos de militares españoles) esgrimieron las armas, uno contra España y otro contra un dictador. Qué rico es poder decirle a Batista dictador, pues está prohibido llamarle así a ninguno de los Castro, que en realidad son déspotas.
La tercera vertiente ha sido el autonomismo, respecto a España. Ya Puerto Rico y Cuba gozaban de este statu a fines del siglo XIX. Estas islas hoy serían otras regiones autonómicas de España de no haber ocurrido la Guerra Hispanoamericana, como vosotros la conocéis.
En América hay varias islas que izan la bandera de la Unión Europea: Saint Pierre y Miquelón, Guadalupe, Martinica, las ABC holandesas: Aruba, Bonaire y Curazao (pronto recibiendo balseros venezolanos), St. Martín (medio holandesa y medio francesa) y varias islas inglesas como Turcos y Caicos, Bermuda y las Malvinas que Chávez desea liberar. Junto a la Guyana Francesa, sede del programa espacial europeo, sí, vosotros los europeos también os salís del planeta, son zonas de América bajo el yugo colonialista donde sin embargo se vive mejor que en la Cuba comunista.
Sr. Zapatero, deseamos pediros que permitais la entrada a España no sólo a los nietos si no a la isla entera. Si los anexionistas votaron con los remos, los autonomistas votan con el pasaporte de nieto que vosotros tan amablemente nos habeis extendido. Pero como en Cuba todo nieto precoz desea “ser extranjero” cuando sea grande, ahórrenos todo el sufrimiento y háganos a todos españoles de una vez.
Los cubanos que trabajamos para la Sol Meliá al fin ganaríamos nuestros jornales directamente en euros y no en los pesos socialistas que nos dan. Podríamos viajar a Madrid tan fácilmente como de Tenerife. Si es muy complicado hacer otra Autonomía, métanos con Canarias, que hablamos igual y tenemos carnaval, guaguas, azúcar y tabaco. Nos encantaría cantar como canarios en plena libertad.
Conocemos vuestro interés en cómo se manejan las cárceles cubanas. Ahora vosotros las pudierais manejar. Pero por favor no abráis otros campos de reconcentración como hizo España la última vez. Ahora los prisioneros de conciencia serán suyos a liberar. Dénos el pasaporte español a todos los cubanos y verá un extraño cambio geográfico de isla tropical a isla desértica. España ganará una extraordinaria fuerza laboral que sobrevive del aire e inventa de donde no hay. Somos jóvenes que podremos contribuir con impuestos por años de años de forma que los jubilados españoles puedan gozar de todos sus beneficios sociales. Nos encantan las cosas españolas, menos las corridas de toros, y ya se pueden quitar de encima lo de “más se perdió en Cuba”.
Frank Rodríguez
(Ilustración: Tejuca) |
Estimado Sr. Rodríguez Zapatero:
Os escribe otro Rodríguez, aunque soy economista y no zapatero como evidentemente lo es usted, lo he visto manejar la economía. Sé que conoce bastante de la historia de la Siempre Fiel Isla de Cuba y que cuando algo sale mal, como los demás españoles dice “más se perdió en Cuba”.
Como sabéis, en Cuba hubo por siglos tres grupos políticos, los anexionistas que deseaban que Cuba fuese un estado más de la Unión Americana, unos para proteger su propiedad, los esclavos, y otros por afinidad comercial e intelectual con el Coloso que un día llegaría a ser, a fuerza de la innovación y el estado de derecho, el país líder del mundo libre con tecnología que hasta se sale de los confines del planeta. Tenemos un ejemplo de lo que pudiese ser Cuba bajo el anexionismo, Puerto Rico. Es obvio que en esa otra isla se vive mucho mejor que en Cuba y con libertad de voto y expresión.
Otra gran vertiente política cubana lo ha sido el independentismo, inventado por Fidel Castro siglos más tarde de su aparición, primo hermano del antiimperialismo, pese a que la independencia de Cuba fue lograda con la asistencia de ese mismo Imperio del que denigra Chávez (gracias Don Juan Carlos por mandarlo a callar). Tanto José Martí, quien se inspiró en Fidel Castro, como Fidel Castro (ambos hijos de militares españoles) esgrimieron las armas, uno contra España y otro contra un dictador. Qué rico es poder decirle a Batista dictador, pues está prohibido llamarle así a ninguno de los Castro, que en realidad son déspotas.
La tercera vertiente ha sido el autonomismo, respecto a España. Ya Puerto Rico y Cuba gozaban de este statu a fines del siglo XIX. Estas islas hoy serían otras regiones autonómicas de España de no haber ocurrido la Guerra Hispanoamericana, como vosotros la conocéis.
En América hay varias islas que izan la bandera de la Unión Europea: Saint Pierre y Miquelón, Guadalupe, Martinica, las ABC holandesas: Aruba, Bonaire y Curazao (pronto recibiendo balseros venezolanos), St. Martín (medio holandesa y medio francesa) y varias islas inglesas como Turcos y Caicos, Bermuda y las Malvinas que Chávez desea liberar. Junto a la Guyana Francesa, sede del programa espacial europeo, sí, vosotros los europeos también os salís del planeta, son zonas de América bajo el yugo colonialista donde sin embargo se vive mejor que en la Cuba comunista.
Sr. Zapatero, deseamos pediros que permitais la entrada a España no sólo a los nietos si no a la isla entera. Si los anexionistas votaron con los remos, los autonomistas votan con el pasaporte de nieto que vosotros tan amablemente nos habeis extendido. Pero como en Cuba todo nieto precoz desea “ser extranjero” cuando sea grande, ahórrenos todo el sufrimiento y háganos a todos españoles de una vez.
Los cubanos que trabajamos para la Sol Meliá al fin ganaríamos nuestros jornales directamente en euros y no en los pesos socialistas que nos dan. Podríamos viajar a Madrid tan fácilmente como de Tenerife. Si es muy complicado hacer otra Autonomía, métanos con Canarias, que hablamos igual y tenemos carnaval, guaguas, azúcar y tabaco. Nos encantaría cantar como canarios en plena libertad.
Conocemos vuestro interés en cómo se manejan las cárceles cubanas. Ahora vosotros las pudierais manejar. Pero por favor no abráis otros campos de reconcentración como hizo España la última vez. Ahora los prisioneros de conciencia serán suyos a liberar. Dénos el pasaporte español a todos los cubanos y verá un extraño cambio geográfico de isla tropical a isla desértica. España ganará una extraordinaria fuerza laboral que sobrevive del aire e inventa de donde no hay. Somos jóvenes que podremos contribuir con impuestos por años de años de forma que los jubilados españoles puedan gozar de todos sus beneficios sociales. Nos encantan las cosas españolas, menos las corridas de toros, y ya se pueden quitar de encima lo de “más se perdió en Cuba”.
Frank Rodríguez
mardi 17 juin 2014
lundi 2 juin 2014
Un rey para Latinoamérica
MIGUEL ÁNGEL BASTENIER 2 JUN 2014 - 12:06 CET88
¿Existen monárquicos en América Latina? Seguramente solo en Colombia y la mayoría, que no sabe que lo son, forman parte de lo que en la parla local llaman ‘godos’, y fueron uniformemente franquistas durante la pasada dictadura. El caso de Mutis puede considerarse un simple coqueteo con la historia.
Juan Carlos I ha sido el primer y único monarca español en visitar el vasto continente de nuestra lengua. Las cumbres iberoamericanas y visitas protocolarias de todo orden, le han permitido exhibir por esas tierras la pasable incongruencia de una monarquía que las señoreó durante más de tres siglos. Es más difícil, con todo, que un camello entre por la aguja de no recuerdo dónde que encontrar en América Latina posiciones racionalmente desplegadas en favor de la monarquía, y sí más que suficiente apoyo a una III República española, pero, en conjunto, diríase que la institución ha hecho una labor positiva en la antigua colonia. Hasta el presidente boliviano, Evo Morales, cree apropiado decir que se lleva muy bien con don Juan Carlos, aunque para que nada manche su vitola republicana añada que “el príncipe Felipe” le mira raro. Y más que le va a mirar con la corona en las sienes.
Juan Carlos I tuvo también sus 15 minutos de intensa celebridad, para unos negativa y otros positiva, cuando en una cumbre tuvo la insólita ocurrencia de soltarle a Hugo Chávez el famoso: “¿Por qué no te callas? La insolencia, venga de donde venga, era indiscutible y pocas personalidades latinoamericanas salieron al albero para defender la imprecación, pero en privado no solo la derecha ‘recalcitrante’ sino una gama más extensa del ruedo político, se felicitaba y te felicitaba por haberle dicho al líder bolivariano lo que en alguna ocasión habrían deseado hacer ellos mismos. Pero eso no quita que los Reyes de España están para cortar crisantemos, besar niños multiétnicos, y mostrar toda la afabilidad de que es capaz la antigua metrópoli; como un vendedor de aspiradoras de lujo.
Felipe VI no solo tendrá que seguir ese camino, sino que habría de convertirlo en pieza esencial de su reinado, si los españoles no deciden otra cosa. Para reinar en el siglo XXI hay que saber ser el Monarca, por supuesto sin corona, de toda América Latina.
¿Existen monárquicos en América Latina? Seguramente solo en Colombia y la mayoría, que no sabe que lo son, forman parte de lo que en la parla local llaman ‘godos’, y fueron uniformemente franquistas durante la pasada dictadura. El caso de Mutis puede considerarse un simple coqueteo con la historia.
Juan Carlos I ha sido el primer y único monarca español en visitar el vasto continente de nuestra lengua. Las cumbres iberoamericanas y visitas protocolarias de todo orden, le han permitido exhibir por esas tierras la pasable incongruencia de una monarquía que las señoreó durante más de tres siglos. Es más difícil, con todo, que un camello entre por la aguja de no recuerdo dónde que encontrar en América Latina posiciones racionalmente desplegadas en favor de la monarquía, y sí más que suficiente apoyo a una III República española, pero, en conjunto, diríase que la institución ha hecho una labor positiva en la antigua colonia. Hasta el presidente boliviano, Evo Morales, cree apropiado decir que se lleva muy bien con don Juan Carlos, aunque para que nada manche su vitola republicana añada que “el príncipe Felipe” le mira raro. Y más que le va a mirar con la corona en las sienes.
El Rey don Juan Carlos, junto al príncipe Felipe en una imagen de 2009 / JAIME REINA (AFP |
Pero el récord Guinness de éxito institucional hay que buscarlo en Cuba. Un destacado intelectual cubano, ni castrista ni anticastrista, o sea anticastrista inactivo, contó un día que cuando los cubanos decían : “El Rey”, nadie preguntaba a qué testa coronada se referían. La joya de la Corona nunca dejó de serlo.
Juan Carlos I tuvo también sus 15 minutos de intensa celebridad, para unos negativa y otros positiva, cuando en una cumbre tuvo la insólita ocurrencia de soltarle a Hugo Chávez el famoso: “¿Por qué no te callas? La insolencia, venga de donde venga, era indiscutible y pocas personalidades latinoamericanas salieron al albero para defender la imprecación, pero en privado no solo la derecha ‘recalcitrante’ sino una gama más extensa del ruedo político, se felicitaba y te felicitaba por haberle dicho al líder bolivariano lo que en alguna ocasión habrían deseado hacer ellos mismos. Pero eso no quita que los Reyes de España están para cortar crisantemos, besar niños multiétnicos, y mostrar toda la afabilidad de que es capaz la antigua metrópoli; como un vendedor de aspiradoras de lujo.
Felipe VI no solo tendrá que seguir ese camino, sino que habría de convertirlo en pieza esencial de su reinado, si los españoles no deciden otra cosa. Para reinar en el siglo XXI hay que saber ser el Monarca, por supuesto sin corona, de toda América Latina.
vendredi 16 mai 2014
RENCORES POR BATALLA DE 1898 SIGUEN VIVOS EN CUBA
Olvídese del embargo de Estados Unidos contra Cuba. Si usted quiere saber cuál es el origen de los resentimientos entre ambos países, vaya a la Loma de San Juan, escenario de la batalla que decidió la guerra hispano-estadounidense y generó rencores jamás superados.
En una serie de colinas desde las que se observa la segunda ciudad más grande de Cuba, soldados y voluntarios estadounidenses, incluidos Teddy Roosevelt y sus famosos jinetes Rough Riders, combatieron junto a insurgentes cubanos y derrotaron a los españoles el 1° de julio de 1898.
Si bien todo empezó como una guerra por la independencia de Cuba, los estadounidenses le prohibieron a los cubanos ingresar a Santiago y negociaron ellos mismos la paz con España.
Le concedieron la independencia a Cuba pero se reservaron al derecho a realizar intervenciones militares cuando lo considerasen necesario.
"Es un momento triste de nuestra historia", expresó Marta Hernández, de la oficina del Historiador de la Ciudad de Santiago.
Generó resentimientos que perduran 110 años después y que ayudan a explicar por qué ambos países no logran ponerse de acuerdo ni siquiera en torno al envío de ayuda de emergencia tras el paso de los devastadores huracanes Gustav e Ike por la isla.
Los estadounidenses creen que la batalla por la Loma de San Juan representó el inicio de una era de esplendor para su país. Afianzó la imagen de Roosevelt como un presidente que logra todo lo que se propone, una imagen a la que alude repetidamente el candidato republicano a la presidencia John McCain.
El gobierno comunista cubano, en cambio, sostiene que es otro ejemplo de la agresión estadounidense en Latinoamérica. El mes pasado, los cubanos rechazaron ayuda de emergencia por valor de 6,3 millones de dólares y pidieron en cambio que Washington suspenda el embargo comercial y la prohibición de viajes que impuso hace 46 años.
Las relaciones no siempre fueron tan distantes. Uno de los monumentos más grandes de la Loma de San Juan, erigido en 1927, describe la batalla como un episodio en el que insurgentes cubanos y soldados estadounidenses "sellaron un pacto de libertad y fraternidad entre las dos naciones".
La guerra comenzó con el hundimiento del barco militar estadounidense Maine en el puerto de La Habana, el 15 de febrero de 1898, cuando la nave protegía los intereses norteamericanos en Cuba. Murieron 267 estadounidenses.
Una fuerza de unos 15.000 soldados y voluntarios al mando del mayor general William Shafter libró varios combates en las alturas vecinas a Santiago, incluida la Loma de San Juan, bloqueando el acceso a la ciudad desde el este. En la campaña fallecieron al menos 205 estadounidenses y hubo 376 heridos.
Roosevelt, por entonces un teniente coronel, renunció al cargo de subsecretario de la Armada para combatir como voluntario con los Rough Riders y encabezó una carga en la Loma de San Juan que lanzó su carrera política.
El pacto de libertad y fraternidad se diluyó pronto y las intervenciones estadounidenses facilitaron la instalación de una serie de gobiernos débiles y corruptos. Hacia 1920, firmas estadounidenses controlaban dos tercios de la tierra cultivable de Cuba y la prohibición de venta de bebidas alcohólicas en Estados Unidos ayudó a cimentar la fama de la isla como paraíso del juego y la bebida, a corta distancia de Miami.
Hasta que apareció Fidel Castro.
En su primer discurso luego de que sus rebeldes barbudos derrocaron al dictador Fulgencio Batista, el 1° de enero de 1959, Castro vinculó su revolución con la lucha por la independencia de 1898 y aseguró que esta vez ningún ejército extranjero impediría que sus fuerzas ingresen a una ciudad cubana.
Su hermano Raúl, quien asumió la presidencia en febrero, supervisó en las semanas siguientes el fusilamiento de numerosos cubanos opositores en la Loma de San Juan.
"Cuando Fidel bajó de la montaña, no fue a La Habana, fue primero a Santiago", comentó Alejandro Ferras, de 87 años y quien peleó junto a los hermanos Castro. "Es fue una respuesta a la historia. A lo que sucedió en 1898".
Desde entonces, los Castro recuerdan constantemente a sus compatriotas que "los yanquis impidieron que los cubanos ingresasen a Santiago". El embargo comercial y la prohibición de viajes a la isla dispuestos por Washington rigen desde 1962.
El resentimiento de los cubanos con el gobierno estadounidense data de antes de Castro. Muchos cubanos piensan que la isla se hubiese independizado de España sin necesidad de una intervención estadounidense.
"Los estadounidenses no tienen ni idea de los que piensan los cubanos, y no es por maldad", declaró Louis Pérez, profesor de historia de la Universidad de Carolina del Nore y quien escribió libros sobre Cuba. "Sólo conocen una versión de la historia que aprendieron en la escuela primaria, que habla de Teddy Roosevelt, la Loma de San Juan y de cómo los estadounidenses liberaron a Cuba".
Fue un episodio que perdura en la mente de muchos estadounidenses. En la campaña presidencial, McCain ha dicho que es un hombre de acción, un republicano de la escuela de Teddy Roosevelt, que no se queda cruzado de brazos durante una crisis.
En Cuba, no obstante, nadie se acuerda de Roosevelt, cuyo nombre no figura en ninguno de los monumentos de la Loma de San Juan.
"Roosevelt... Sé que estuvo en Cuba, pero nada más", dijo Mireya Cuadra, quien cuida un parque que rodea la loma. "¿No fue un presidente?".
Los cubanos sí recuerdan al general Calixto García y sus soldados cubanos, decenas de los cuales murieron en los combates, apoyando a las fuerzas estadounidenses.
Una caminata por los senderos de piedra entre los monumentos levantados en el sitio de la batalla ofrecen hermosas vistas de la Sierra Maestra y reflejan también las diferentes visiones que los dos bandos tienen de los combates: los estadounidenses muertos y heridos en combate están listados en la cima de la colina, las bajas cubanas al pie de la loma, donde hay placas que reflejan el malestar que García sentía por la arrogancia de los estadounidenses.
Una vez finalizados los combates, los estadounidenses permitieron que los oficiales españoles conservasen sus puestos de liderazgo en Santiago e impidieron la entrada a la ciudad a todo soldado cubano que no entregase sus armas, por temor a que protagonizasen saqueos y buscasen revancha.
Algunos académicos estadounidenses dicen que los comunistas cubanos dejaron de lado los libros que enseñaban que los estadounidenses ayudaron a acelerar la independencia de Cuba y dieron otra versión de la historia.
Pero Pérez afirma que el episodio de 1898 "afectó tanto las aspiraciones de los cubanos de controlar su propio destino que sigue teniendo un importante impacto" en la sociedad cubana. Agrega que Fidel y Raúl Castro fueron un producto del malestar generado por la batalla de la Loma de San Juan, no los causantes de ese enojo.
"Hay hechos que sustentan estos argumentos", expresó Pérez. "Tildarlos de propaganda o decir que están reescribiendo la historia es algo que refleja más bien la percepción del que habla".
Incluso hoy hay una estatua de homenaje a los voluntarios de los regimientos de infantería estadounidenses 2° y 9°. Por todos lados hay listas de bajas estadounidenses.
En la cima de la loma se ve una sola estatua dedicada al "mambí", el soldado cubano no identificado, que se alzó contra España. Pero en la base de la loma se encuentra grabada en piedra y bronce una copia de una carta que García le escribió el 17 de julio de 1898 a Shafter, renunciando tras enterarse de que los soldados cubanos no serían admitidos en Santiago.
"No somos un pueblo salvaje que desconoce los principios de la guerra civilizada", escribió García. "Formamos un ejército pobre y harapiento, tan pobre y harapiento como lo fue el ejército de vuestros antepasados... pero a semejanza de los héroes de Saratoga y Yorktown, respetamos demasiado nuestra causa para mancharla con la barbarie y la cobardía".
Por WILL WEISSERT
The Associated Press
En una serie de colinas desde las que se observa la segunda ciudad más grande de Cuba, soldados y voluntarios estadounidenses, incluidos Teddy Roosevelt y sus famosos jinetes Rough Riders, combatieron junto a insurgentes cubanos y derrotaron a los españoles el 1° de julio de 1898.
Si bien todo empezó como una guerra por la independencia de Cuba, los estadounidenses le prohibieron a los cubanos ingresar a Santiago y negociaron ellos mismos la paz con España.
Le concedieron la independencia a Cuba pero se reservaron al derecho a realizar intervenciones militares cuando lo considerasen necesario.
"Es un momento triste de nuestra historia", expresó Marta Hernández, de la oficina del Historiador de la Ciudad de Santiago.
Generó resentimientos que perduran 110 años después y que ayudan a explicar por qué ambos países no logran ponerse de acuerdo ni siquiera en torno al envío de ayuda de emergencia tras el paso de los devastadores huracanes Gustav e Ike por la isla.
Los estadounidenses creen que la batalla por la Loma de San Juan representó el inicio de una era de esplendor para su país. Afianzó la imagen de Roosevelt como un presidente que logra todo lo que se propone, una imagen a la que alude repetidamente el candidato republicano a la presidencia John McCain.
El gobierno comunista cubano, en cambio, sostiene que es otro ejemplo de la agresión estadounidense en Latinoamérica. El mes pasado, los cubanos rechazaron ayuda de emergencia por valor de 6,3 millones de dólares y pidieron en cambio que Washington suspenda el embargo comercial y la prohibición de viajes que impuso hace 46 años.
Las relaciones no siempre fueron tan distantes. Uno de los monumentos más grandes de la Loma de San Juan, erigido en 1927, describe la batalla como un episodio en el que insurgentes cubanos y soldados estadounidenses "sellaron un pacto de libertad y fraternidad entre las dos naciones".
La guerra comenzó con el hundimiento del barco militar estadounidense Maine en el puerto de La Habana, el 15 de febrero de 1898, cuando la nave protegía los intereses norteamericanos en Cuba. Murieron 267 estadounidenses.
Una fuerza de unos 15.000 soldados y voluntarios al mando del mayor general William Shafter libró varios combates en las alturas vecinas a Santiago, incluida la Loma de San Juan, bloqueando el acceso a la ciudad desde el este. En la campaña fallecieron al menos 205 estadounidenses y hubo 376 heridos.
Roosevelt, por entonces un teniente coronel, renunció al cargo de subsecretario de la Armada para combatir como voluntario con los Rough Riders y encabezó una carga en la Loma de San Juan que lanzó su carrera política.
El pacto de libertad y fraternidad se diluyó pronto y las intervenciones estadounidenses facilitaron la instalación de una serie de gobiernos débiles y corruptos. Hacia 1920, firmas estadounidenses controlaban dos tercios de la tierra cultivable de Cuba y la prohibición de venta de bebidas alcohólicas en Estados Unidos ayudó a cimentar la fama de la isla como paraíso del juego y la bebida, a corta distancia de Miami.
Hasta que apareció Fidel Castro.
En su primer discurso luego de que sus rebeldes barbudos derrocaron al dictador Fulgencio Batista, el 1° de enero de 1959, Castro vinculó su revolución con la lucha por la independencia de 1898 y aseguró que esta vez ningún ejército extranjero impediría que sus fuerzas ingresen a una ciudad cubana.
Su hermano Raúl, quien asumió la presidencia en febrero, supervisó en las semanas siguientes el fusilamiento de numerosos cubanos opositores en la Loma de San Juan.
"Cuando Fidel bajó de la montaña, no fue a La Habana, fue primero a Santiago", comentó Alejandro Ferras, de 87 años y quien peleó junto a los hermanos Castro. "Es fue una respuesta a la historia. A lo que sucedió en 1898".
Desde entonces, los Castro recuerdan constantemente a sus compatriotas que "los yanquis impidieron que los cubanos ingresasen a Santiago". El embargo comercial y la prohibición de viajes a la isla dispuestos por Washington rigen desde 1962.
El resentimiento de los cubanos con el gobierno estadounidense data de antes de Castro. Muchos cubanos piensan que la isla se hubiese independizado de España sin necesidad de una intervención estadounidense.
"Los estadounidenses no tienen ni idea de los que piensan los cubanos, y no es por maldad", declaró Louis Pérez, profesor de historia de la Universidad de Carolina del Nore y quien escribió libros sobre Cuba. "Sólo conocen una versión de la historia que aprendieron en la escuela primaria, que habla de Teddy Roosevelt, la Loma de San Juan y de cómo los estadounidenses liberaron a Cuba".
Fue un episodio que perdura en la mente de muchos estadounidenses. En la campaña presidencial, McCain ha dicho que es un hombre de acción, un republicano de la escuela de Teddy Roosevelt, que no se queda cruzado de brazos durante una crisis.
En Cuba, no obstante, nadie se acuerda de Roosevelt, cuyo nombre no figura en ninguno de los monumentos de la Loma de San Juan.
"Roosevelt... Sé que estuvo en Cuba, pero nada más", dijo Mireya Cuadra, quien cuida un parque que rodea la loma. "¿No fue un presidente?".
Los cubanos sí recuerdan al general Calixto García y sus soldados cubanos, decenas de los cuales murieron en los combates, apoyando a las fuerzas estadounidenses.
Una caminata por los senderos de piedra entre los monumentos levantados en el sitio de la batalla ofrecen hermosas vistas de la Sierra Maestra y reflejan también las diferentes visiones que los dos bandos tienen de los combates: los estadounidenses muertos y heridos en combate están listados en la cima de la colina, las bajas cubanas al pie de la loma, donde hay placas que reflejan el malestar que García sentía por la arrogancia de los estadounidenses.
Una vez finalizados los combates, los estadounidenses permitieron que los oficiales españoles conservasen sus puestos de liderazgo en Santiago e impidieron la entrada a la ciudad a todo soldado cubano que no entregase sus armas, por temor a que protagonizasen saqueos y buscasen revancha.
Algunos académicos estadounidenses dicen que los comunistas cubanos dejaron de lado los libros que enseñaban que los estadounidenses ayudaron a acelerar la independencia de Cuba y dieron otra versión de la historia.
Pero Pérez afirma que el episodio de 1898 "afectó tanto las aspiraciones de los cubanos de controlar su propio destino que sigue teniendo un importante impacto" en la sociedad cubana. Agrega que Fidel y Raúl Castro fueron un producto del malestar generado por la batalla de la Loma de San Juan, no los causantes de ese enojo.
"Hay hechos que sustentan estos argumentos", expresó Pérez. "Tildarlos de propaganda o decir que están reescribiendo la historia es algo que refleja más bien la percepción del que habla".
Incluso hoy hay una estatua de homenaje a los voluntarios de los regimientos de infantería estadounidenses 2° y 9°. Por todos lados hay listas de bajas estadounidenses.
En la cima de la loma se ve una sola estatua dedicada al "mambí", el soldado cubano no identificado, que se alzó contra España. Pero en la base de la loma se encuentra grabada en piedra y bronce una copia de una carta que García le escribió el 17 de julio de 1898 a Shafter, renunciando tras enterarse de que los soldados cubanos no serían admitidos en Santiago.
"No somos un pueblo salvaje que desconoce los principios de la guerra civilizada", escribió García. "Formamos un ejército pobre y harapiento, tan pobre y harapiento como lo fue el ejército de vuestros antepasados... pero a semejanza de los héroes de Saratoga y Yorktown, respetamos demasiado nuestra causa para mancharla con la barbarie y la cobardía".
Por WILL WEISSERT
The Associated Press
samedi 3 mai 2014
´Vine a Galicia porque aquí la cosa está mal, pero en Cuba está peor´
Gallegos en Cuba |
La ley de memoria histórica le abrió a Maribel Rodríguez la puerta para regresar a la tierra de su abuelo. Consiguió la nacionalidad tras un largo papeleo, hizo las maletas y se asentó junto a su marido y dos de sus cuatro hijos en Santiago de Compostela. Escapa de la penuria y las restricciones de Cuba, donde apenas tenían dinero para vivir.
-¿Cómo consiguió la nacionalidad española?
-Soy nieta de emigrante gallego. Mi abuelo se fue de joven para Cuba, se casó allí y tuvo siete hijos. Mi padre no tiene la nacionalidad, lo intentó, pero se puso enfermo y no tuvo tiempo para hacer los trámites. Se le pasó el plazo.
-¿Con qué intención solicitó la nacionalidad española?
-Para poder venirme a España. Llegué el 24 de noviembre de 2013 y ahora resido en Santiago.
-¿Y su familia?
-Mi marido y dos de mis hijas, de 13 y 15 años, también están aquí. Pero dejé a mis otros dos hijos, de 21 y 23 en Cuba, porque como son mayores de edad no los dejaban venirse.
-Pero en España hay crisis, muchos extranjeros se están marchando ahora por falta de trabajo. ¿Por qué quería venirse a Galicia?
-Aquí está malo pero allí es mucho peor. Mi esposo no podía hacer nada por mantenernos. Vivíamos con un salario de 10 dólares al mes, además en Cuba hay muchas leyes, muchas restricciones, no puedes vivir.
-¿No le dio miedo instalarse en Galicia sin trabajo y con la tasa tan alta que hay de desempleo?
-Estaba atacada. Estuve cuatro meses buscando trabajo y al final lo encontré. Estoy cuidando a personas mayores. Este mismo mes empiezo el trabajo.
-¿Cómo se imaginaba la situación aquí en España?
-Sabía que había crisis pero pensé que iba a ser más fácil encontrar trabajo. Debería haber más empleo, no solo para los extranjeros, sino también para los españoles que están en el paro.
-Usted ya tiene la nacionalidad española. ¿Y su familia?
-Mi marido necesita un contrato de trabajo para que le den la residencia y mis hijas también estaban pendientes de que le dieran la residencia hasta que yo encontrara trabajo.
-¿Conoce más casos de nietos de emigrantes en Cuba que estén pensando en instalarse en Galicia?
-Sí. Hay más casos. Yo, por ejemplo, ya tengo a dos primas aquí.
La Opinión A Coruña
En La Habana, en la Plaza de Armas, frente al Palacio de los Capitanes Generales, hoy Museo, los descendientes de gallegos en Cuba, de la Asociación Agrupación Artística Gallega, bailan danzas típicas de sus ancestros para no olvidar sus raíces. Espero que lo disfruten. Tambien la Banda de Gaitas de la Asociación Artística Gallega de Cuba. Festival Celta.
En La Habana, en la Plaza de Armas, frente al Palacio de los Capitanes Generales, hoy Museo, los descendientes de gallegos en Cuba, de la Asociación Agrupación Artística Gallega, bailan danzas típicas de sus ancestros para no olvidar sus raíces. Espero que lo disfruten. Tambien la Banda de Gaitas de la Asociación Artística Gallega de Cuba. Festival Celta.
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