mercredi 16 juillet 2014

Elecciones democráticas, peninsulares descreídos y nietos emocionados.


España es ese país de la emigración, históricamente uno de los países europeos con más parentesco extendido a lo largo del globo. Sin ir más lejos, en Hispanoamérica,  nos encontramos con una gran parte, una pequeña gran parte de la esencia española que durante tantos siglos conectaba los hemisferios.

Mientras en la actualidad, en España se vive un periodo de recelo y desconfianza por parte de sus ciudadanos para con sus dirigentes políticos y por tanto, con todos los procesos electorales relacionados (alcanzando fuertes caídas en la participación política), se vive, a la par, un proceso contrario y curioso en otra parte del mundo como bien ejemplifica Cuba, país isleño hace 119 años independizado de la España peninsular que contiene, gracias a la aplicación de la ley de nietos bajo la legislatura de Jose Luís Rodríguez Zapatero (secretario general del Partido Socialista Obrero Español o “PSOE”), una alta cifra de ciudadanos con derecho a voto, lo que en la CERA se consideran como los llamados ciudadanos ausentes, los cuales en contraposición con lo que sucede en la España Europea, guardan largas colas y toman todos los recursos a su mano para poder ejercer, por primera vez su derecho a voto en unas elecciones libres.

Tras la actuación del difunto José Ramón Morales, se inició desde Miami (Florida) un movimiento con el objetivo reunificador de ambos territorios o lo que él denominó como  la reunificación de la isla de Cuba con su Madre patria España, movimiento continuado ahora desde París, por el bloguero Ferrán Nuñez que poco a poco va captando adeptos y también, a pasos agigantados, una multitud de críticos y que parece empezar a darse conocer en el mundo, algo muy favorecido por el reciente movimiento de similar índole iniciado hace poco tiempo en Puerto Rico con la plataforma de la mano de su impulsor José Nieves, tomando como importante base de promoción, entre otras tantas herramientas, redes sociales como Twitter o Facebook.

Este tipo de movimientos han causado una fuerte agitación, sobre todo en la redes sociales, donde continuamente se ha venido llevando una lucha de ideas en la que se dirimía, al final, una única cuestión…”reunificación, ¿sí o no y con qué motivo?, ¿Tal vez por parentesco, por convencimiento o puede que por interés?... Y es en este punto, donde entra la relevancia del creciente número de  participación electoral ausente en puntos concretos como la Antillas, pues, ¿por qué este interés en el voto por parte de los antillanos y concretamente de los cubanos nacionalizados?; es decir, la nacionalidad les permite viajar a la península huyendo del régimen castrista, cuando en realidad muchos de ellos , de momento, solo buscan ejercer su derecho electoral y es en este punto cuando debe analizarse ¿Qué ganan con ello?. Muchos son los testimonios que nos dan respuesta al ejercicio de este acto, tales como “una deuda de sangre”, “una reivindicación contra la censura castrista” o simplemente y esta es la respuesta más llamativa…”por ilusión”, la ilusión de ejercer un derecho y que, con las últimas elecciones al parlamento Europeo acontecidas este 2014 con España como única circunscripción en Europa, muchos de estos nuevos ciudadanos han podido ejercer, ciudadanos, recalco, no necesariamente emigrantes españoles en el exterior, sino nietos de españoles con su recién estrenada nacionalidad. En cualquiera de los dos casos, la memoria histórica y la justicia hacia quienes tienen históricamente derechos de nacionalidad, parecen estar cada vez más de moda entre los temas a debatir de las cúpulas de los diferentes partidos, donde partidos de reciente creación como UPyD parecen empezar a mostrar intereses en ex territorios como Cuba, aunque dejando el mayor protagonismo, de nuevo al  responsable de la aprobación de la “Ley de nietos” el PSOE, dentro del cual, ante la reciente situación de elección interna del nuevo secretario general, el que ya ha resultado elegido Pedro Sánchez, expuso con anterioridad su interés  por el reconocimiento de deuda para con los residentes ausentes y su derecho al voto.

Ante toda esta situación y este creciente fervor de los nuevos españoles en territorios como Cuba o Puerto Rico por formar parte del proceso electoral en España, somos partícipes de un proceso contrario desarrollándose en la península con cada vez más apogeo, donde sus residentes muestran día tras día menor interés y un creciente desapego a la política y sus correspondientes procesos electorales.

En conclusión, mientras la población original española (peninsular, canaria, baleárica o en las ciudades norteafricanas) sufre de un continuo proceso de desvinculación política y desilusión para con el ejercicio de los derechos democráticos, la población recientemente naturalizada como es el caso de los “nietos cubanos” aumentan considerablemente su participación en el proceso, algo que es sin duda un acontecimiento muy relevante para analizar la cultura política de ambas zonas, así como preludio de lo que en no mucho tiempo, puede dar lugar a un proceso vinculante de esos territorios con la España peninsular, más la cuestión es… ¿Cómo podría reaccionar la actual población española ante semejante proceso?, deberemos continuar observando la dirección en la que se dirigen los actuales acontecimiento en dichos territorios.
Autor: Adrián Campo.

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