Indira Terrero, plata en el Europeo de Praga 2015.
Otro juego estadístico de los que me gustan y que espero que os agrade a vosotros. ¿Cuántas medallas ha ganado España gracias a atletas nacidos en Cuba? Viene a propósito de la plata de Indira Terrero en los 400 metros del Europeo indoor de Praga. Me salen ocho en las grandes competiciones: Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales y Europeos tanto al aire libre como en pista cubierta. Ocho regalos, porque todos subieron al podio con el chándal español, habían ganado la medalla con la camiseta española, viven en España… pero nacieron y se formaron como atletas en Cuba, que tiene probablemente el mejor sistema de captación del mundo, grandísimos entrenadores, además de una materia prima impresionante.
Esas ocho medallas las han ganado cuatro atletas: Niurka Montalvo (3), Joan Lino (2) e Indira Terrero (2) y Luis Felipe Méliz (1). Y a esos cuatro atletas los han preparado, durante su época española, dos entrenadores: Rafael Blanquer (Terrero y Montalvo) y Juan Carlos Álvarez (Lino y Méliz), el uno en Valencia y el otro en Madrid.
Joan Lino Martínez, saltador de longitud.
Insisto: en cierto modo estas ocho medallas (más los otros cinco puestos de finalistas en las mismas competiciones) son un regalo, involuntario, de Cuba a España. Atletas formados allí, insisto, que aprovechan para venir a España, donde gozan de unas condiciones económicas aparentemente mejores, y obtener la nacionalización. Muy fácil de lograr para los atletas de países que en algún momento de la Historia fueron colonias españolas. Además, la legislación española contempla la nacionalización por Carta de Naturaleza, término eufemístico que, en castellano popular, quiere decir que se nacionaliza a dedo. Porque sí.
Ocho medallas en la alta competición, cuatro atletas y sólo dos pruebas, en curiosa regresión matemática. Descargar CUBANOS EN ESPAÑA Las pruebas son las de longitud (seis de los ocho puestos en el podio) y 400 metros, con los dos restantes, ambos de Indira Terrero. Pruebas, ambas, donde el atletismo cubano (estoy enamorado de Cuba y de su deporte, no sólo de su atletismo) han tenido excelentes atletas. Los más destacados, Iván Pedroso (ahora vive en España) y Alberto Juantorena, uno de los deportistas a los que más admiro. Con ambos he tenido la oportunidad de conversar a menudo.
“¿De verdad estáis orgullosos de la medalla de oro de Niurka en el Mundial de Sevilla?”, me preguntó una vez Juantorena, en la sede de la embajada cubana en Madrid, que, cómo no, está situada en el Paseo de La Habana. No podía estar en otro sitio. “¿Es un gran éxito del atletismo español?”, insistió. Le reconocí que aunque Niurka ha saltado más lejos como española que como cubana, los que la descubrieron, la formaron y la llevaron a la élite fueron los cubanos. Y las medallas nos las llevamos nosotros…
A propósito de La Habana: tres de los cuatro medallistas hispano-cubanos han nacido allí. En la capital cubana (una de las ciudades más bellas del mundo) vinieron al mundo Niurka, Lino y Terrero. Algún día haré un reportaje sobre los atletas de élite nacidos en esa ciudad, que son muchos y muy buenos. El único de estos cuatro atletas que no es habanero es Luis Felipe Méliz, que nació en la región de Villa Clara, en la zona central de la isla.
Y como Indira Terrero es la última cubana en aportar medallas a España, vamos con ella. Indira ya era una atleta de élite en la isla caribeña, que tenía 50.98 en 400 metros, registro aún no mejorado como española. En 2010 viajó con el equipo cubano a San Fernando (Cádiz) para competir en los Iberoamericanos. Fue bronce, pero no en los 400 metros, sino en 800, con un tiempo de 2:03.24, y corrió en el relevo largo que se llevó el oro.
Y al día siguiente, junto a otros miembros del equipo, desertó y acabó en Castellón, en connivencia con otros cubanos residentes allí. Y comenzó a entrenarse. El Playas de Castellón, el club más potente de España, la alojó en un piso, la pagó la manutención y la contrató como atleta y como monitora, pero desde Valencia llegaron cantos de sirena. Allí estaba Rafael Blanquer, un gran entrenador, que directa o indirectamente había influido en la nacionalización de Niurka Montalvo, cubana como Indira, o de las vallistas nigerianas Glory Alozie o Josephine Onyia, que llegó a dar positivo dos veces, pero que sigue en activo y es la actual campeona de España de 60 metros vallas.
Indira marchó a la ciudad del Turia, fichó por el Valencia Terra i Mar (el mejor equipo femenino de España desde hace mucho tiempo, al que también perteneció Niurka) y logró la nacionalización en 2014, lista para competir en los Europeos de Zúrich de ese mismo año, en los que fue tercera.
En Castellón la consideran, en algunos lugares, como una traidora, porque ellos la acogieron y ahora otros se llevan las medallas. ¡Hombre, también en Cuba se la podría considerar traidora, por aquello de su escapada…! En fin.
Niurka Montalvo, en una bellísima imagen.
Y lo que digo: que prepararé una historia sobre esa ciudad mágica que es La Habana. Mi esposa y yo lo hemos pasado muy bien allí: la ciudad vieja en su conjunto, la calle Obispo, la fábrica de habanos (mientras los trabajadores los fabrican, un compañero lee en alto la prensa o determinados libros. De ahí lo de los habanos Montecristo), el barrio chino, el malecón, el monumento al Maine, el Morro, el Hotel Habana Libre, la terraza del hotel Inglaterra, “mi mojito en la Bodeguita y mi daiquiri en la Floridita” (lo escribió Hemingway), el Capitolio, el Cementerio (¡de verdad!) que un monumento nacional, las bandas de música maravillosas por aquí y por allá…
Y, sobre todo, los cubanos, gente muy entrañable. Los de allí y también, claro, los de aquí.
Luis Felipe Méliz, excelente saltador de longitud.
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