jeudi 21 février 2013

¿Partidos anexionistas en Cuba?

Una respuesta a Carlos Burrowes.

Por
Julio Soto Angurel

No hay que dar lugar a crear en Cuba partidos políticos anexionistas ni a los Estados Unidos ni a ningún país europeo, además hay que ver si los anglosajones estarían dispuestos a recibir como gentes de primera categoría a una población racialmente mezclada y que es de colonizados. Porque actualmente nosotros los cubanos somos otra colonia más de Estados Unidos y toda nuestra vida gira en torno a nuestra metrópolis colonial.
Los puertorriqueños de la isla de Puerto Rico no son ciudadanos americanos si viven en su isla y no les permiten votar por el presidente de Estados Unidos en las elecciones. Ellos solo son ciudadanos de primera pero con algunas limitaciones si viven en la metrópolis.
Cuando comenzó la primera guerra de independencia en Cuba y se creo en la provincia de Camagüey el primer congreso de la república en armas que se hizo por allá en abril de 1869 en su primera asamblea constituyente hubo un bayamés que planteó el serio asunto de la anexión a Estados Unidos o la independencia de España para ser una república.
Un gran militar italiano, una verdadera gloria de los independentistas cubanos y aún no muy estudiado llamado Orestes Ferrara decía en sus memorias que muchos cubanos querían la independencia pero no querían la libertad, es decir deseaban salir del insoportable yugo colonial español pero no querían abolir la esclavitud porque ese modo de producción, era una incuestionable fuente de riquezas y allí se decidió aunque muchos querían la independencia y ser una república independiente, enviar una carta firmada de puño y letra del presidente de la república de Cuba en armas don Carlos Manuel de Céspedes que era anexionista, al presidente de Estados Unidos el general Ulysses Grant que en ese momento era civil, una proposición de anexar la isla de Cuba a Estados Unidos y el presidente Grant no le hizo caso, pero, aunque ellos deseaban con toda su alma obtener para sí la ansiada posesión geográfica de la isla de Cuba, no querían darle un estatus de hombres libres y ciudadanos de primera a un pueblo de colonizados hispanos que ya estaba mezclado racialmente y ellos criticaban por eso a los españoles, porque no les cabía en la cabeza como se acostaban con las negras. Ellos decían que eso debilitaba la raza y no les importaba para nada que el movimiento independentista fuera hecho por hombres ricos, cultos, pertenecientes muchos de ellos a la nobleza y aristocracia criolla.
No les importaba, porque eran hispanos y los miraban con mucho desdén.
Los anglosajones son así. Siempre han sido así, muy orgullosos y poseídos de su superioridad y eso es porque son superiores en muchísimas cosas. Y además son muy belicosos, son un pueblo guerrero, los anglosajones que son un desprendimiento de los pueblos germanos siempre han sido pueblos belicosos y guerreros y veían a los hispanos como verdaderos rivales y no los soportaban.
Pero como ironía, el imperio español siempre tuvo buenas relaciones con las coronas germanas.
España en el siglo XIX se desgastaba en sus guerras y los americanos esperaban pacientemente a que ellos no pudieran soportar ese desgaste para intervenir y apoderarse de todo lo que España tenía y contenían además las ínfulas expansionistas coloniales de Inglaterra que ocuparon islas del Mar Caribe y las Malvinas al sur del Atlántico y querían apoderarse de la isla de Cuba y en esto entonces los gobernantes americanos cooperaban con los españoles y les ayudaban a neutralizar a los britanos.
Todos los intentos anexionistas cubanos del siglo XIX siempre fracasaron porque tenían ínfulas de parase al lado de los anglosajones en paridad de condiciones y estos por su psicología exclusivista y orgullo nacional no lo admitían.
Aún Puerto Rico no es considerado un estado. Yo pienso que ellos aceptaron la subyugación de Haway como estado porque son menor cantidad de habitantes y su población masculina muy dada a los feminoides bailes exóticos y a comer algunos tubérculos muy cargados en hormonas femeninas naturales, no los veían como rivales potenciales y hay que reconocer que esa población autóctona no se hace sentir para nada están completamente apagados y neutralizados.
En el supermercado donde yo trabajo solo he conocido a un joven hawayano, parece que ellos o se quedan en sus islas o se van para la costa oeste de los Estados Unidos, pero no se hacen sentir. Su aporte al país, parece ser el de los bailes exóticos del hula hula con sus sayitas de flecos.
Ese no es el caso de los cubanos que somos extremadamente bulliciosos, no somos capaces de conversar, sino de gritar, nos creemos el ombligo del mundo, necesitamos hacernos sentir porque de los contrario al planeta le falta algo que no tiene y que además, necesita con urgencia. Nosotros los cubanos somos así.
Yo recuerdo cuando era un mozalbete y estudiaba como cadete en mi centro de estudios militares en la ciudad de Odessa en la URSS, que cuando a los cubanos nos daban el receso de clases y salíamos de las aulas a fumar y charlar, el escándalo que se armaba en esos recesos era fenomenal. Para nosotros era lo más normal del mundo, éramos así.
Los soviéticos estaban pasmados con nosotros, decían que nuestros recesos que en en idioma ruso se dice “piririf” eran similares a estar en bazar público.
Bueno, nos tuvieron que separar y poner más lejos porque los recesos de los cursantes o cadetes soviéticos, eran un apagado murmullo, hablaban en voz muy baja, no se hacían sentir, esa era su cultura, ellos son así.
Pero ese no es el caso de los boricuas, que son muy revoltosos y hay que amansarlos y neutralizarlos y no por gusto se le han dado las enormes facilidades de inundar a esa isla con las drogas y de ponerlos a vivir de las facilidades del walfare o ayuda estatal pública para castrar su potencial creador.
Si como se ve, cambia la geoestrategia de Estados Unidos en que el este del territorio dejará de ser importante, porque ya Estados Unidos no es importante entonces le darán la libertad a la isla y esta dejará de ser una colonia y se irán las bases militares y navales de la ínsula.
El imperio se trasladará a China donde hay billones de esclavos muy sumisos que no crean problemas y pueden servir como esclavos militares para hacer ocupaciones de territorios incluso del territorio americano. Para eso tienen que desarmar a la población anglosajona, que es demasiado inteligente e instruida, demasiado belicosa y demasiado armada.
Pero si a esta población la logran desarmar, ni ellos, ni los cubanos que vivimos en el territorio de la unión, nos salvaremos porque a mi modo de ver la despoblación será total.
Anglosajones y cubanos reunidos terminarían por ponerse de acuerdo y ocupar el territorio chino para colonizarlos, subyugarlos y ponernos a vivir bien a costa de ellos. Y eso no conviene a la minúscula élite que acapara el poder del planeta.


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