vendredi 18 octobre 2013

Karina Gálvez: «No hay forma de hacer un negocio próspero en Cuba si no es en la ilegalidad»

La economista independiente alerta sobre un «estallido social» porque los ciudadanos «son más conscientes y tienen menos miedo»


MATÍAS NIETO
La economista independiente cubana Karina Gálvez, durante la entrevista en Madrid, ABC

Parece que los cubanos viven en un estado de «inercia» o bajo un «inmovilismo» inexpugnable. Sin embargo, la economista independiente Karina Gálvez Chiu advierte de que hoy «son más conscientes, tienen menos miedo y más autonomía individual, y todo eso combinado puede provocar un estallido social». No cree que ésta sea la mejor salida para Cuba, porque es partidaria de buscar «cambios económicos, sociales y finalmente políticos» siempre de modo pacífico. Pero no ve signos de que el régimen de Fidel y Raúl Castro quiera ir más allá de realizar unas reformas «superficiales» a su «fracasado» modelo. «El sistema no funciona y no va a funcionar con estas reformas, se necesitan cambios estructurales», subraya.

Es la primera vez que Karina Gálvez (Pinar del Río, 1968) visita Europa. Su primer viaje fuera de la isla fue el pasado agosto a Miami, que bromea que «es como estar en Cuba pero con prosperidad». Antes de participar en Polonia en un acto del Instituto Lech Walesa, ha hecho escala en Madrid, donde este jueves interviene en la Fundación Hispano Cubana. Gálvez forma parte del consejo de redacción de la revista digital sociocultural Convivencia, que dirige el pinareñoDagoberto Valdés.
Malestar

La experta cubana se refirió durante la entrevista al malestar de los llamados «cuentapropistas» (trabajadores del incipiente sector privado) por el reciente veto de la dictadura a vender ropa importada. «Estos trabajadores por cuenta propia se amparan en su licencia de modista o sastre para vender esa ropa y se había tolerado. Pero ahora las autoridades se han acogido a las leyes de importación cuando los "cuentapropistas" ya habían hecho su inversión y creado los empleos, de ahí el malestar, porque es uno de los negocios más prósperos», explica la economista independiente.

«Son fáciles de corromper los inspectores»Sobre esa borrosa frontera que existe en Cuba entre lo legal y lo ilegal, Gálvez precisa que en su país «no hay forma de hacer un negocio próspero si no es en la ilegalidad». Y recuerda el socorrido mercado negro. En la isla existen inspectores, pero asegura que son «fáciles de corromper porque están mal pagados y ellossaben que están defendiendo leyes injustas».

Los cambios «superficiales» que lanzó Raúl Castro a su llegada al poder en 2006 también están dejando un poso «positivo». Según la experta de Convivencia, las reformas «han influido en la cuota de libertad individual de los cubanos: pueden viajar al exterior, trabajar por cuenta propia o comprar y vender viviendas y vehículos».



Un cubano transporta un cerdo en su triciclo-taxi, en Sagua La Grande
REUTERS



Pero a continuación lamenta que «una cosa es la posibilidad legal y otra la real», porque solo una minoría tiene dinero para viajar al exterior debido a los exiguos salarios cubanos, así como que el «cuentapropismo» solo sirve para oficios y no para profesiones... Y relata el caso de un cirujano pinareño que, una vez terminada su jornada laboral, en lugar de abrir su propia consulta para conseguir un dinero extra, se ha sacado la licencia para llevar un coche de caballos, un medio de transporte muy común en la provincia más occidental de la isla, donde escasean los autobuses públicos.

Los cubanos han ganado «un poco más de libertad individual», pero Karina Gálvez considera que «Cuba necesita una apertura total y el pleno reconocimiento del derecho a la propiedad privada».

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