- El Gobierno prevé que la deuda de las Administraciones Públicas cierre 2014 en el 98,9% del PIB, el mayor nivel registrado jamás en la historia de España.
- A día de hoy, el máximo histórico data de 1907, cuando España todavía arrastraba las consecuencias financieras del Desastre del 98.
Año 1907. España intenta avanzar a duras penas hacia la estabilidad tras la gravosa factura económica, social y sentimental que supuso la pérdida de las últimas colonias ultramarinas del antiguo Imperio Español en América y Asia como consecuencia de la última Guerra de Cuba, el histórico 'Desastre del 98'.
El país se había dejado 3.000 millones de pesetas de entonces, una cuantía equivalente a cuatro presupuestos de la época (hoy en día estaríamos hablando de una cantidad próxima al billón de euros), en tratar de conservar sus últimas posesiones en América y después de haber aplicado un programa radical de recortes del gasto que haría palidecer los ajustes presupuestarios de los últimos años empezaba a poner sus cuentas bajo control.
La prueba es que ese año, por primera vez desde 1897, el Gobierno español proporcionó datos oficiales sobre la magnitud de las cantidades que España adeudaba a sus acreedores, según figura en la base de datos histórica de deuda pública del Fondo Monetario Internacional.
El caso es que al finalizar 1907 la deuda pública española estaba en el 98,8% del PIB, lo que hasta hoy pasa por ser la ratio deuda sobre PIB más elevada de la historia del país...
Hasta 2014. Si se cumplen las previsiones incluidas en los Presupuestos del Estado España cerrará el año que viene con un nivel de deuda pública del 98,9% (en los Presupuestos figuraba un 99,8%, pero Economía dijo que se trataba de un error), algo nunca visto en la historia de España desde que se dispone de datos sobre esta magnitud.
España completaría así una escalada sin precedentes en los niveles de endeudamiento de las Administraciones Públicas, que habría llevado la deuda pública desde el 36,3% al 98,9% en apenas seis años.
Ni siquiera durante la fiebre inversora que embargó al país con motivo de los fastos de 1992, con los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Exposición Universal de Sevilla disparando la inversión pública muy por encima de las posibilidades del Presupuesto, la deuda experimentó semejante crecimiento.
Entonces, el sector público español pasó de un nivel de endeudamiento del 39,6% en 1988 a un 67,5% a la altura de 1996.
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