Viernes, Mayo 31, 2013 | Por Odelín Alfonso Torna
LA HABANA, Cuba, mayo, www.cubanet.org -Los aberrados sensores de régimen dicen que la cuota de Internet asignada por Estados Unidos a Cuba fue consecuencia de la ley Torricelli, no con el deseo de velar por el desarrollo de Cuba, sino como una herramienta para debilitar por dentro al régimen. Sin embargo, después de 17 años sirviéndose de la “tecnología enemiga”, los honores son para las infocomunicaciones entre Cuba y Venezuela y para las 118 salas con acceso a la red de redes que estarán habilitadas en todo el país, a partir del 4 de junio.
Los 200 megabytes de salida y 379 de entrada, ofrecidos por el gobierno estadounidense, en 1996, se suman –juntos pero no revueltos- a los 640 gigabytes del cable binacional de fibra óptica, un tendido de mil 602 kilómetros entre el Estado venezolano de La Guaira y la playa de Siboney, en Santiago de Cuba.
La conexión, tanto para Internet como para correo internacional, se hará a través del Portal Nauta, a un costo de 4.50 pesos convertibles la hora (4.90 dólares), aproximadamente un tercio del salario mensual para cualquier empleado estatal. Los clientes podrán habilitar cuentas permanentes o temporales, a través de tarjetas de prepago o recargables.
¿Cuál será la brecha entre el precio oficial de Internet y el costo real de una conexión que garantiza “mayor calidad y estabilidad en las comunicaciones internacionales de la Isla”, aun cuando la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA), un consorcio administrado por las Fuerzas Armadas, no especificó qué velocidad de conexión tendrá este servicio? ¿Por qué crear un dominio.cu para acceder a Internet o al correo internacional, servicio que ya se ofrece en hoteles, cibercafés y tele-puntos de ETECSA?
La cacareada ampliación del servicio público a Internet, es más de lo mismo, un apéndice de las redes estatales Intranet e Infomed, o de los servicios de correo electrónico.cu habilitados en 606 clubes de computación diseminados en todo el país.
En 2010, el viceministro primero de la Informática y las Comunicaciones de Cuba, Ramón Luís Linares, aseguró que “como política, no hay nada que se oponga a la prestación de servicio de internet a particulares” ¿Se hará extensivo y de uso obligatorio el dominio Portal Nauta en el sector residencial?
Con la “buena nueva”, juegan un rol importante las conmutaciones temporales o bloqueos de sitios considerados “subversivos” por el gobierno cubano, acciones justificadas por las restricciones de Estados Unidos, país que domina el 75 por ciento de Internet y a la vez consume el 40 por ciento.
En abril de 2009, el gobierno de Barack Obama autorizaba a que empresas norteamericanas de telecomunicaciones se enlazaran con Cuba mediante sus cables de fibra óptica o Internet satelital. Desafortunadamente, la medida se enredó en los mecanismos legales de su administración: las regulaciones del embargo, que prohíbe las inversiones en la red cubana de telecomunicaciones, más la ratificación de Cuba en la lista de países promotores del terrorismo, o ciberterrorismo.
Este es el referente para que Portal Nauta se convierta en otra receta de la ciber-confrontación Cuba-Estados Unidos, presta a simplificar la censura e insuficiente disponibilidad de Internet en “tiempo real”, desde y hacia Cuba.
La novedad con Portal Nauta es que se abarata en casi 50% la hora de conexión a Internet, comparado con la oferta en los hoteles. Aun así, persisten los precios prohibitivos de “navegación por Internet en los primeros momentos”, según reza en la información brindada por el periodista oficial Amaury E. del Valle, en el diario Juventud Rebelde (edición 28 de mayo).
Está por ver si nuestra incursión en sitios web, páginas personales y redes sociales estarán bajo el asedio de ciber-policías, o si tomarán otro atajo. A mi juicio, Webmail te conecta y Portal Nauta te vigila. No creo que el gobierno esté interesado en abrir los cerrojos de la libertad de información.
odelinalfonso@yahoo.com
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