Emilio Ichikawa
Evocar es un ejercicio demasiado subjetivo como para que constituya argumento. Pero igual evoco que en el cruce de la Calle 158 y la Avenida 253 en Bauta, en la tercera casa del suroeste, vivía Emilia La Gallega, una republicana española que llevó el comunismo a un barrio aparentemente impenetrable para esa ideología, por estar dominado por textileros bien pagados por los Hedges.
Sin embargo Emilia, La Gallega comunista, sobrevivió con notable aprobación parte de la República en el vecindario bautense conocido como El Callejón de los Perros; y cualquiera puede imaginar que posteriormente se sintió a sus anchas, durante el fidelismo, en que logró adueñarse del Comité de Defensa de la Revolución (CDR) por más de dos décadas.
La Gallega confraternizó mucho con el tío Alberto y su esposa Nina, y hasta se convirtió en madrina del primo Cirilo, a quien hizo su heredero. El consiguió fama de distraído, de no estar en nada, y se empezó a comentar que era un cabroncito que lo único que quería era quedarse con la casa de La Gallega.
El primo Cirilo, efectivamente, heredó la casa. No sin antes pasarse toda la juventud en el bache de los caídos, un soto-garaje donde La Gallega puso a prueba su lealtad.
El primo ha sobrevivido trabajando en la florería ubicada frente a la funeraria del pueblo, bajo las orientaciones del querido amigo José “El Chino” Valcárcel. Aunque buena parte de su familia está en Miami, Cirilo sigue resistiendo en Patria Cuba: ¿Tendrá que ver eso con la influencia ideológica de La Gallega?
Hace unos días Cirilo envió una cartita con una rara despedida: “Nosotros seguimos como siempre: entre la Rosa Blanca de Martí y la Mariposa de Celia”.
Evocar es un ejercicio demasiado subjetivo como para que constituya prueba de que la derecha española, representada en empresas mediáticas como Intereconomía y Libertad Digital, se desenfoca cuando confronta a “Podemos” como si fuera un vector (o “vectora”) que traslada el pus del comunismo desde Cuba a España, cuando todo demuestra que la ruta es inversa: El comunismo cubano, del cual el castrismo no es más que una variante en el poder, tuvo fuentes españolas.
Como evocar es un ejercicio demasiado subjetivo, refiero que en los historiadores de la ideología cubana existe una suerte de rutina que sitúa los inicios de la historia institucional del comunismo en Cuba, como ideología y real politik, en la fundación de la Confederación Obrera de Manzanillo y el Partido Socialista (1906 – 1907) por Agustín Martín Veloz, alias Martinillo.
Andrés Martín, padre de Martinillo, fue un español que llegó a Cuba a cumplir un servicio militar y cuadró matrimonio con una mulata de Yara llamada Mercedes Veloz.
Según la investigadora Inmaculada Cuesta Sánchez en la Enciclopedia de Manzanillo, Mercedes era lavandera y fue llevada por su esposo en su regreso a España, donde nació Martinillo (18 de julio 1881 en Pedrosillo el Ralo, cerca de Salamanca), quien llegaría a ser pionero y precursor del comunismo cubano.
En un texto de Manuel Navarro Luna titulado “Martinillo” (La Habana, 1949), atesorado por el Archivo Histórico de Manzanillo (AHM), se dice de Don Andrés: “Los manzanilleros no podrán olvidar jamás, porque es un brillante jalón de nuestra historia revolucionaria, el taller de tabaquería que Don Andrés Martín, el padre de Martinillo, le regaló a una cooperativa, formada previamente a instancias suyas, y de la que era administrador, con utilidad pareja a la de los demás miembros, su inolvidable hijo. Aquel taller, donde había más de cuarenta tabaqueros, era un centro de lecturas y de propaganda constantes.”
Y sobre el propio Martinillo anota Navarro Luna: “Para pertrecharse mejor, Martinillo viaja por México y por no pocos lugares de España: Santander, Barcelona, Salamanca y Gijón y, en este último, participa en el primer movimiento de huelga, trayendo de allí vivas y saludables experiencias que habrá de incorporar después a las grandes luchas de los trabajadores cubanos.”
Explicar el chavismo como subproducto del castrismo, y luego explicar a “Podemos” como un epifenómeno del chavismo, es tan falso en lo histórico, tan hipócrita en lo ideológico y tan cobarde en lo político, que no puede sino conducir a una incertidumbre en lo electoral.
-NOTA: Sobre Martinillo dice en cambio Rodrigo César Motas Tamayo en su estudio “La prensa escrita en Manzanillo: Apuntes para una historia”: “Martinillo nace en Salamandra, España, el 15 de julio de 1881, hijo del español Andrés Martín y Mercedes Veloz, una clara mulata de Baire (Oriente). Fue traído desde muy pequeño a Manzanillo.”
-IMAGEN: Agustín Martín Veloz, Martinillo: Enciclopedia de Manzanillo
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