o la propaganda enemiga...
Los medios de propaganda del régimen, blogueros
oficialistas y otros turiferarios del Socialismo del Siglo XXI están de
plácemes. Han logrado desmontar una nueva conspiración del imperialismo
norteamericano. Otra vez se demuestra ante el mundo, por la prueba definitiva de la imagen -de ellos- (la parte del mundo que
todavía les sostiene) que los llamados disidentes son unos asalariados de
Washington sin ninguna credibilidad y, que todo sigue bien dentro del paraíso
cubano.
Construido en tres partes al vídeo muestra
como los medios de prensa "enemigos" crean la noticia y luego se apoyan unos a otros para
difundirla, transformando la realidad, manipulando las conciencias, por último,
por medio de imágenes grabadas con cámaras ocultas y testimonios diversos, se
muestra una realidad diferente para apoyar la tesis inicial.
De toda la vida el
régimen cubano se ha valido de estas argucias -y otras peores- para demostrar su legitimidad y
destruir la imagen de sus oponentes. Así hemos visto pues a (casi) todos los
personajes del drama cubano, haciendo lo contrario de lo que quieren mostrar.
Ante la “prueba” de las imágenes, (¿El señor
que pasa los aguacates por la ventana se los está dando a Marta Beatriz o se
trata de otra persona? ¿Es realmente la casa de Marta Beatriz la que estamos
viendo?¿Qué necesidad tiene una persona que está fingiendo un ayuno de auxiliarse
de un vecino que puede denunciarla? ¿No podría haberlo preparado todo antes en
lugar de estar corriendo riesgos innecesarios?) la pregunta que podemos hacernos
es la siguiente ¿Este video les quita la legitimidad de su combate contra la dictadura?
A mi juicio el problema se está enfocando mal desde
esa perspectiva, simplemente porque los opositores al régimen de La Habana carecen de espacios públicos adecuados para poder defenderse.
¿Significa eso que deben jugar el mismo juego para hacer pasar un mensaje por más justo que este sea? Por supuesto que no, y aunque el castrismo se ha valido de muchas mentiras para afianzarse en el poder (recordemos sobre todo aquellas palabras del señor Fidel Castro, cuando ante las cámaras de televisión del mundo entero proclamaba que su revolución era verde olivo y no roja como luego resultó ser) no se puede ir a jugar a casa del trompo.
¿Significa eso que deben jugar el mismo juego para hacer pasar un mensaje por más justo que este sea? Por supuesto que no, y aunque el castrismo se ha valido de muchas mentiras para afianzarse en el poder (recordemos sobre todo aquellas palabras del señor Fidel Castro, cuando ante las cámaras de televisión del mundo entero proclamaba que su revolución era verde olivo y no roja como luego resultó ser) no se puede ir a jugar a casa del trompo.
Por esa razón, debemos repetir una vez más la
conclusión a la que hemos llegado tras larga reflexión. Los caminos para
restablecer la democracia en Cuba no van a venir de dentro sino de fuera. Las
condiciones para que se produzca un levantamiento popular impulsado por las
voces disidentes por muy prestigiosas que sean son escasas, puesto que el proyecto político nacional pasa por
el “restablecimiento de la democracia” una frase hecha, sin contenido real para
la nación, tras más de medio siglo de convulsión política. El restablecimiento
de la Autonomía es hoy más que hace 114 años la mejor solución para crecer como
nación y como pueblo.
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