mercredi 5 septembre 2012

Señor Guindos ¡Queremos los activos tóxicos españoles!



Para administrar los activos riesgosos el estado español acaba de crear el pasado 31 de agosto un “banco malo” que centralizará todos estos préstamos de dudosa solvencia, garantizados por el estado, al menos al 50%  y sin costo para el contribuyente, según las palabras del ministro. Con esta maniobra se espera sacarlos de la economía real esperando venderlos poco a poco en un plazo de 10 o 15 años. La suma de estos activos alcanza ya los 77 mil millones y sigue subiendo. Según los analistas no es improbable que el contador pase la barra de los cien mil millones. Todas estas cifras son vertiginosas e impresionantes para el común de los mortales, que no sabe de dónde diablos sale todo ese dinero, cuando el suyo no le alcanza para llegar a fin de mes. Desde el comienzo de la crisis monetaria en 2008, siempre aparece algún Banco Central que inyecta lo que hace falta para que el andamiaje del sistema Monetario Internacional no se vaya al garete.

Así pues, esta solución se ha aplicado ya varias veces, han existido bancos malos en muchos países, México, Irlanda y hasta en Alemania, la lista es larga. Sólo que al final el ciclo de expansión monetaria sigue provocando crisis, cada una más grave que la precedente. La acumulación de todos esos números y la abundancia de definiciones económicas oscuras, sumadas a la ignorancia consentida de la población, impiden comprender lo que pasa en realidad. La escuela austriaca de economía explica perfectamente este fenómeno de la expansión monetaria basado en la reserva fraccionaria, identificándolo como el causante fundamental de todos los problemas que aquejan a la economía mundial. Pero este debate se sale del marco de este artículo.

El objetivo del Banco malo sería pues, en primer lugar, retirar del mercado transitoriamente el dinero sobrante, causante de la depresión, esperando entre tanto, sanear el circuito bancario clásico para que continúe  funcionando sin restringir la oferta monetaria a los actores económicos. Así, mecánicamente, aumentarían los precios en el mercado real y el ciclo expansivo volvería a comenzar sin problemas. Dicho de otra manera: borrón y cuenta nueva. Esto pasaba también antes de la creación del euro, sólo que en aquel entonces los gobiernos tenían la posibilidad  de devaluar la moneda para controlar este excedente monetario. 

La esencia sigue siendo la misma, una vez que la expansión crediticia genera la burbuja se ofrecen dos soluciones; o se la deja estallar para que el valor del dinero corresponda con la oferta de bienes y servicios que es capaz de producir el país o, se prolonga la agonía a través de montajes financieros (como el del banco malo) o, -que es lo que se está haciendo desde 2008- se inyecta masivamente dinero nuevo creado de la nada por los bancos centrales, para evitar la depresión económica y sus terribles consecuencias.

En resumen estos activos “tóxicos” vendrían a ser un dinero sobrante, creado por la expansión crediticia. Mantenerlos en la economía responsable de su creación terminaría destruyéndola, por eso los estados tratan por todos los medios de “esterilizarlos” “contenerlos” o ponerlos en algún sitio, esperando que con la ayuda de Dios no provoquen demasiados daños en la economía real.

Como se nos objeta a menudo, uno de los problemas a los que se enfrenta el proyecto de Autonomía para Cuba es el de su financiamiento. En nuestra asociación, a raíz del anuncio del ministro de la Economía notificando la creación de esta nueva entidad financiera, pensamos haber encontrado una solución muy sencilla y transparente que resolvería definitivamente estos dos inconvenientes: el del coste de la nueva autonomía y el de la crisis económica en España: Mandar ese excedente para Cuba

Como se ha explicado en este artículo, ese dinero es perjudicial para España, en cambio en la isla, garantizado por el estado español durante diez o quince años como está previsto, serviría para crear una base monetaria en divisas, algo que no existe en la isla dado el estado de descalabro financiero en el que se encuentra la economía cubana. Repito: no le costaríamos un centavo al contribuyente europeo, ya que el dinero consta dentro de los balances del Banco Nacional de España, la prueba es que con él se ha creado una nueva entidad financiera; sólo que si aquí es “tóxico” para Cuba sería maná caído del cielo. La base misma del nuevo estatuto autonómico podría fundarse en esa transferencia de dinero “sucio” que está hundiendo la economía peninsular pero que salvaría a la cubana. El banco de Cuba “compraría” esos activos a bajo precio y los inyectaría en su propia economía con un interés más alto, de esa manera todo el mundo saldría ganado.



ACC, París, 5 de agosto de 2012.

4 commentaires:

  1. Estimado Ferrán,

    Todo eso no son más que pamplinas. No veo cómo ese dinero hipotecario puede ayudar a Cuba, ni a ningún otro país.

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  2. Querida Ruperta:

    A mi juicio, usted no se da cuenta enseguida del problema que supone para un país comunista como Cuba el hecho de poseer una moneda que no tiene valor en el mercado internacional.
    De hecho, para paliar esa situación las autoridades monetarias cubanas han inventado la “doble moneda” Una mala y devaluada con la que se pagan los salarios y en la que circulan los bienes y servicios dentro del país y una “buena” ajustada al valor del dólar, con la que realizan sus intercambios internacionales.
    En el caso de un cambio de paradigma económico, de economía dirigida a una economía de mercado, hará falta allí y no en ningún otro país que no presente estas características, la necesidad de divisas, dinero de verdad para relanzar la inversión. Esto supone la entrada de capitales extranjeros dispuestos a correr el riesgo. Los únicos capaces de hacerlo son los Estados Unidos y bueno como ya sabe, ellos no hacen nada gratis. Dentro de poco tiempo los cubanos tendrán otro Castro llamando a la independencia nacional y demás…
    Por eso pensé en que el dinero del “banco malo” español sirviera de garantía para crear una base monetaria “buena” en Cuba y no en ningún otro país; puesto que allí, si bien existe un papel moneda sin valor de cambio, y también una moneda fiduciaria internacional, las reservas de esta a mi juicio, no serían suficientes para hacerle frente al desafío de la reconstrucción.
    Te mando un saludo,
    F

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    1. Señor, aunque me llamo Ruperta, soy austríaca por convicción lo que significa que sigo sin comprender como es que un dinero creado de la nada puede constituir una base sana para ninguna moneda, como usted sabrá, si es que a leído a Mises como dice, ese dinero y m. es la misma cosa...

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    2. Querida señora, no se me acalore. Lo que propongo es una respuesta política dentro del sistema vigente en la actualidad. Mientras los paradigmas de Salamanca no vuelvan a regir los intercambios internacionales y el Sistema Monetario Internacional mi teoría funcionará ¿Entonces por qué no aprovecharla? Es gratis.

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