jeudi 9 août 2012

La mesa y la patria

Como cada año el gobierno del señor Raúl Castro ha propuesto conversaciones “de igual a igual” al gobierno de Washington, mientras que reprime con todo el descaro a las fuerzas vivas de la sociedad civil. El fracaso del proyecto Varela, el exilio continuo de los opositores al régimen o el éxodo masivo de la juventud, muestran con creces la inutilidad de las vías tradicionales para restablecer el equilibrio del pacto social en Cuba.
Una vez que se ha establecido y fijado constitucionalmente el mejor de los mundos posibles, se cierran por definición otros caminos por vía democrática. Las palabras de Fidel Castro “dentro de la revolución todo, fuera de la revolución nada” mostraban ya en 1961 a los intelectuales y al resto del mundo, el único marco institucional del que podían disponer los cubanos. Casi sesenta años han transcurrido después y ningún otro proyecto de organización social independiente ha podido surgir dentro de Cuba.
Las sociedades pueden comprenderse y estudiarse como personas; todo tratamiento psicoanalítico necesita tiempo para que surja efecto o para que los pacientes tomen conciencia del mal que les aqueja. La sociedad cubana está enferma y su neurosis se recomienza incansablemente cada 30 años con los mismos síntomas. El ciclo de revolución destrucción parece repetirse hasta el aburrimiento. 1868, 1898, 1930, 1960, 1990… Pónganse en estas fechas revoluciones grandes y pequeñas más un período especial de rectificación de errores que todavía dura y tendremos toda la Historia de Cuba trazada a machetazos. Una historia en la que siempre ganan los más fuertes y los que imponen al resto de la sociedad su visión de la misma.
Durante la guerra civil de 1898 se oponían dos visiones para el futuro de Cuba, una dentro de España y la otra fuera. Se impuso como iba siendo ya habitual en el resto de la América hispana la ley del más fuerte. Recordemos que Máximo Gómez se negó a participar en el gobierno autonómico que funcionaba en La Habana, ahorcando y quemando propiedades de todo aquel que no estuviese de acuerdo con el ideal de independencia de España que él y una minoría de criollos defendía.
Todos los líderes políticos independentistas de la época estaban al tanto de las intenciones de los Estados Unidos con respecto a Cuba. No hacía falta ser entonces un Henry Kissinger para darse cuenta de que una vez dentro del territorio nacional sería imposible sacarlos de allí, sin embargo fue por esta solución por la que optaron aquellos “patriotas” negando la legitimidad al Gobierno Autonómico más representativo de los deseos de la nación.
No se puede decir que los cubanos no hayamos experimentado con todas las opciones políticas que se nos ofrecieron durante a finales del siglo XIX y principios del XX; primero como Colonia, después como República y al final como el primer país socialista de América. Todos esos proyectos fueron un fracaso. La única solución que nunca llegó a aplicarse fue la autonomía dentro de España.
La asociación Autonomía Concertada de Cuba, creada recientemente en París tiene la ambición de proponer nuevamente a la nación esta opción política, capaz a nuestro juicio, de reunir mayorías dentro y fuera de Cuba. Para ello se propone actuar en tres direcciones. La primera sería la de restablecer la verdad histórica, siendo necesario para ello de romper los pedestales de mentiras sobre los que se ha levantado la ideología revolucionaria echando abajo todos sus mitos, la segunda estaría encaminada a organizar una consulta popular dentro de Cuba pidiendo la aplicación de los reales decretos de 1897 que acordaban la autonomía para la isla y la reintegración de la misma dentro del reino de España, siendo lógicamente el tercer paso, la organización de una consulta similar dentro de España. Para ello no sólo necesitamos voluntades e inteligencias de nuestro lado, sino también recursos económicos para llevarla a cabo. La puerta está abierta, la mesa servida y la nación invitada. 
 ACC, 8 de agosto de 2012

2 commentaires:

  1. Hola Ferrán, no creo que la solución para Cuba sea pertenecer de nuevo a España, creo que es una idea, perdóname, pero fuera de marco histórico. Cuba a pesar de lo que pueda parecer, de lo mal que lo hayan podido pasar muchos cubanos de la disidencia ha sabido defenderse como soberanía independiente, y ha sabido proteger a su pueblo a pesar del asedio político que ha debido soportar por más de cincuenta años. Se que hay miles de argumentos para querer ir contra la revolución y los Castro. Yo creo que a pesar de los errores y de que ya habría sido hace mucho tiempo el momento de haber avanzado en su apertura política a nuevas alternativas, reconozco el hecho de haber ocupado una posición en el mundo de lealtad hacia una forma de hacer política que habría podido defender a todo un pueblo de forma justa de no haber tenido que soportar por parte de naciones poderosas un asedio político y bloqueo, con argumentos excusoríos, porque nadie en este mundo ha dado ejemplo de lo que le exige a Cuba como gobierno, demostrando estos países contradecirse, con otros países que incumplían lo que a Cuba no le perdonan. Comprendo, que Cuba no ha podido andarse con chiquitas, cuando se ha tratado con enemigos como los que conocemos. Saludos
    Eva Ángela

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  2. Estimada Magdala, te agradezco el comentario, personas como tú llenas de buenas ideas y ganas de hacer algo son las que se necesitan en estos momentos. Comparto todo lo que dices sin embargo algo falta en tu comentario: tus proposiciones para avanzar, pues no basta con decir que lo que propongo no funcionará.
    Mi articulo explica que la Autonomía es la única de las soluciones ensayadas que nunca pudo ser evaluada por sus resultados; algo que sí puede afirmarse de los últimos proyectos sociales aplicados en Cuba. Entonces por qué no probar? Qué perderíamos? La libertad? Si eres cubana sabes que no existe. La independencia? Nunca la habido ni la habrá mal situados como estamos por la geografía. La Asociación esta abierta a toda idea que permita a la nación de ingresar en el siglo XXI, por eso me encantaría que me propusieras algo, sin dejar que los actuales dirigentes lo hagan en tu lugar.
    Un abrazo,

    F

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