Lunes, Noviembre 18, 2013 | Por Leonel Alberto P. Belette
La Habana, Cuba, noviembre de 2013, www.cubanet.org. Sí hubo una procesión con la imagen de San Cristóbal Mártir por las calles de La Habana, no existen registros históricos. Por lo que sepamos, esta es la primera ocasión en que el Santo Patrono de la capital sale a las calles en los brazos de sus fieles.
Aunque sólo fue un recorrido de unos 150 metros, desde el Centro Cultural Félix Varela (antiguo Seminario San Carlos y San Ambrosio) hasta las puertas de la Catedral, el párroco diocesano Yosvany Carvajal, dijo: “Se inaugura una tradición”
Es posible que la efigie de San Cristóbal, nunca hubiese sido sacada de su altar por su descomunal peso y dimensión –ya en una ocasión, un infeliz cercenó parte del torso de la pieza, de madera policromada, para que pesara menos—. Esta vez, en la peregrinación, se empleó una réplica del santo mucho más pequeña.
Las fiestas del santo patrono de La Habana, incluyen cuatro misas en la Catedral. La primera oficiada por el jesuita Juan de Dios, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis. Luego la celebración vespertina, animada por el padre Carvajal, seguida de la ceremonia principal, presidida por el Cardenal, Jaime Ortega Alamino, que cierra al año litúrgico dedicado a la Fe y clausura la jornada bíblica.
El servicio del atardecer le corresponde a monseñor Polcari, Canciller de la iglesia católica cubana. Las festividades se han enriquecido por la concelebración casual de varios obispos y sacerdotes, asistentes a la Pastoral Juvenil que se desarrolla en Cuba. En su homilía, el obispo Juan de Dios puso de ejemplo de martirio y virtud a San Cristóbal, quien dio su propia vida por seguir el modelo de Jesús.
San Cristóbal, del griego Christóforo o portador de Cristo, es considerado, por el Vaticano, una leyenda apócrifa. Desde 1969, fue proclamado oficialmente no canónica. Sin embargo en la tradición ortodoxa su historicidad no está en duda y se le describe como un miembro de las tribus bereberes, de gran de estatura, que fuera ejecutado bajo el emperador romano Traiano Decio (201-251) por predicar la fe.
En La Habana, San Cristóbal es considerado protector de viajeros, taxistas, marineros, pero, en medio del desespero por escapar de la Isla, la imaginería popular lo concibe como un Santo Cónsul emisor de visados.
Para viajar fuera del País, el único trámite para contar con la ayuda del Santo es darle tres vueltas, a media noche y con una maleta, a la robusta Ceiba que marca el lugar donde se consumara la misa fundacional de esta Villa, que lleva el nombre del santo: San Cristóbal de La Habana.
Después del desplome del campo socialista, a principios de los 90 del pasado siglo, la aglomeración de personas dando vueltas alrededor de la ceiba, es un indicador, de las desesperadas ansias de emigrar de los cubanos.
Durante la celebración del Santo Patrono de La Habana, las autoridades tendieron un inusual cordón policial alrededor del Templete en que se yergue la Ceiba; incluidas vallas metálicas y uso de policías fuertemente armados y auxiliados por perros.
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