Por Carlos Carballido
No hace falta ser muy inteligente para saber por donde anda el juego de la actual administración de Barack Obama con relación a la disidencia cubana: Lo único que se quiere es la oposición light, de acercamiento y tendente a la moderación entre los archienemigos que siempre fueron La Habana y Washignton.
Barack Obama visita la Fundación Cubano Americana en Miami, y sus directivos se aprestaron a volar de manera expedita a losdiplodisidentes Guillermo Fariñas y Berta Soler para montar el divino espectáculo del viso racial del poder negro que, si en USA cambió las cosas, también en Cuba puede ser posible.
Pero los organizadores de este circo cometieron el craso error de no extender la invitación al opositor radicalJorge Luis García Pérez, Antúnez, quien se encuentra en Miami pero que desde su primera visita a sido un crítico frontal de todos aquellos que mantienen una postura de acercamiento al gobierno de La Habana.
Hace solo unos días , Antúnez dejó claro en la radio local que a él no le dirige la Agenda ningún hombre y mucho menos los que pretenden y apoyan el cambio fraude con Cuba mediante el diálogo o los acercamientos comerciales, porque, cito, la población es la que sigue sufriendo y eso no garantiza el cambio real hacia la libertad y la democracia plenas de nuestra nación.
Antúnez es, sin dudas, un contestatario que no encaja en ese tipo de reuniones y aunque es igual de negro que los invitados de Obama, lo diferencia un poco más de volumen en sus bolas testiculares. Su presencia, tanto como su lengua, pudo haber sido incómoda y molesta para ese mejunje de Rosados y Negritos en medio del protocolo de la FNCA donde, por cierto, el congresista Joe García, salpicado por escándalo de fraude electoral y cabildeos a favor de Cuba y hasta uno de sus medicamentos, no habrá parado de reír para las poses de las fotos.
La lectura entre lineas es simple: EE UU demuestra que la disidencia que desea y le dara todo el apoyo necesario es la light, la moderada y la que poco a poco vaya calando en la conciencia nacional para descartar la desobediencia civil y darle paso al dialogo y la gastadera de saliva. El pueblo no importa sino el protagonismo disidente que ya va desde premiadas internacionalmente, pseudoempresarias y embajadoras de la SIP, hasta negros de protocolo y fina sociedad. ¿Y Los bocones como Antúnez? Esos mejor dejarlos fuera , o como decía mi vecina Raquel , "esos negros elementos pa lla pa lla".
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