mercredi 9 avril 2014

Ilustres e ilustrados sinvergüenzas

Jueves, 17 de Noviembre de 2011 08:29 Escrito por Juan Gonzalez Febles


Lawton, La Habana (PD) De pícaros y sinvergüenzas más que de héroes se ha fabricado la historia patria, aunque esto no quiere decir que no haya habido héroes auténticos. Los hubo y ciertamente fueron y son las joyas de la corona nacional.

Juan Gonzalez Febles  
Recientemente la televisión oficial pasó un cortometraje sobre el fallecido historiador Emilio Roig más un apellido impronunciable de ascendencia nórdica o teutónica. Este ilustre señor escribió un folleto que tituló, "Cuba no debe su independencia a los Estados Unidos". Si se toma distancia de por qué y para qué este ilustre señor escribió y afirmó tal cosa, se llega a la triste conclusión que no lo hizo por ignorancia.

Quien mejor que este señor para saber que Cuba contaba con poco más o poco menos del millón de habitantes en aquel siglo XIX. Que en sus mejores momentos el Ejército Libertador de Cuba nunca pasó de los 20 000 efectivos y que la corona española colocó y mantuvo poco más o menos de 200 000 efectivos bien armados y entrenados, que eran relevados regularmente antes que llegaran a agotarse del todo. Entonces, luego que la corona española probara con Valeriano Weyler la carta del genocidio y que la consigna de "hasta la última peseta", hubiera probado ser más que una simple consigna, la triste y lógica conclusión resultante niega toda posibilidad de victoria contra España a los mambises.

El caso es que el Sr. Roig fue hasta su muerte un hombre de izquierdas con afinidades y vínculos poco conocidos pero reales con el Partido Socialista Popular (PSP), en fin, fue un 'antiimperialista' de pura cepa. Su anti americanismo combinado con los intereses políticos que defendió, lo llevaron a afirmar que Cuba no debe su independencia a los Estados Unidos. Esta afirmación lo hizo desplazarse desde la cómoda y honrosa posición de ilustre e ilustrado historiador, a la de ilustre e ilustrado sinvergüenza, que desde la condición de historiador se hace promotor de los intereses políticos siempre turbios de los comunistas.

Ni el heroísmo de diez Maceos juntos lo hubiera conseguido. Mientras tanto, la marea autonomista creció. Llegó a dominar los espacios políticos de aquel entonces. El autonomismo con la bendición de la iglesia católica (cual si no) en aquellos momentos dominó el espacio político civil. Pero, al final del camino, la flota y el ejército norteamericano impusieron la bandera de la estrella solitaria en el Morro habanero aquel 20 de mayo.

La oficina del señor Roig tiene jettatura y en la actualidad es ocupada por alguien que reúne por méritos propios, las mejores y las peores cualidades de su predecesor. El actual Historiador de la Ciudad es tan ilustre e ilustrado como su predecesor. Su apoyo a los opresores actuales, remeda las conductas conciliadoras de aquellos autonomistas del pasado. Por supuesto, también es antiimperialista, anti americano, católico y junto con la misma iglesia católica, apoya a los intransigentes de hoy dispuestos a mantenerse hasta la última peseta. Sólo un cambio, a los de hoy, no les importa si ajena o propia y me refiero a la última peseta.

Ciertamente nuestra historia ha cambiado poco. Seguimos entre pícaros y sinvergüenzas y como ayer, los tenemos así de ilustres e ilustrados.

juan.gonzlezfebles1@gmail.com

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