Las buenas resoluciones de año nuevo son un ejercicio casi obligado al que vamos a plegarnos con gusto.
En los casi tres años que llevamos de andadura mucho se ha hecho.
Sin embargo, a pesar de contar con una idea que se defiende por si misma y de un grupo de hispanistas convencidos que nos siguen en las redes, no hemos conseguido que cuaje un movimiento dentro de España ni tampoco en Cuba.
Nuestra petición reclamando la Nacionalidad para cubanos y puestorrriqueños apenas llega las 1000 firmas después de casi tres años circulando.
Por el lado de las instituciones, a pesar de los repetidos contactos, tampoco se nos ha hecho caso. Es triste decirlo pero ningún partido político, ni siquiera de los alternativos, ha apostado por la hispanidad.
Algunos medios de circulación nacional como el ABC, se han hecho eco de la propuesta de manera puntual, pero aún así el tema no ha saltado a la palestra pública.
Pese a que el enriquecimiento personal no es el objetivo de esta empresa, tampoco hemos conseguido recaudar fondos privados que permitan organizar una estrategia a largo plazo, ni sustentar modestas actividades institucionales. Los balances de la asociación que pueden consultarse en el postal de la Gaceta oficial, muestran que el presupuesto (que sale del bolsillos de sus fundadores) se ha sobrepasado ampliamente en dos ocasiones. Ningún proyecto de esta naturaleza puede salir adelante sin recursos financieros.
Los movimientos de reunificación surgidos en Puerto Rico tampoco han logrado despertar interés institucional. Si a esto sumamos el afianzamiento del populismo, llegamos a la amarga conclusión de que España carece, no ya
de ambiciones geopolíticas, sino de un simple proyecto nacional viable.
Por otro lado, el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los Estados Unidos sin contrapatidas democráticas y con España ausente, cambia sustancialmente la situación política.
Correr detrás de un ideal es un ejercicio que tiene su encanto, pero no es posible ignorar las realidades que hemos mencionado antes.
Por ese motivo los fundadores de Autonomía Concertada para Cuba (ACC) creemos que está llegando el momento de ir pensando en el final de esta aventura.
Nos damos hasta el 18 de julio, fecha de la creación de la asociación. Si de aquí hasta allá nada ha cambiado bajaremos el telón.