Es la primera vez que el mandatario lo hace público. Se trata de Alan Gross, un contratista condenado en La Habana a 15 años por espionaje.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, admitió públicamente ayer por primera vez que su gobierno está “negociando a través de diversos canales” con Cuba la liberación del contratista Alan Gross, condenado por La Habana a 15 años de cárcel por espionaje.
Obama reconoció durante una entrevista televisiva que “estamos en conversaciones sobre cómo podemos volver a traer a Alan Gross a Estados Unidos”. “Seguimos preocupados por él. En primer lugar, no creemos que él debe permanecer encarcelado”, sostuvo.
“En cuanto a Cuba en general, dije muy claramente que la política de Estados Unidos de facilitar el envío de remesas para las familias cubanas y que también hayamos hecho más fácil viajar (a Cuba) fue útil para ellos”, aseguró Obama. “Pero al mismo tiempo, el gobierno cubano todavía debe hacer cambios significativos”, reclamó.
El ciudadano estadounidense Alan Gross, colaborador de la agencia al desarrollo estadounidense (USAID), fue detenido hace cinco años en La Habana mientras distribuía material digital entre la comunidad judía de Cuba y condenado a 15 años de prisión por espionaje. Fuentes que visitaron a Gross en la cárcel recientemente aseguraron que la cadena ABC que su salud se está deteriorando, ya que sufre de diabetes y perdió todos los dientes excepto uno. Además, apenas puede caminar por un fuerte dolor en su espalda y está ciego de un ojo.
La detención de Gross, cuya liberación inmediata y sin condiciones es exigida por Washington, puso fin a un tibio acercamiento a Cuba iniciado por Barack Obama tras su llegada al poder en 2009.
Por otro lado, el ex presidente Bill Clinton estimó que Estados Unidos podría avanzar hacia un levantamiento del embargo contra Cuba si la isla liberara a Gross. “Pienso que estaríamos avanzando hacia ello si liberaran a Alan Gross”, dijo Clinton al diario Miami Herald, del estado de Florida.
“Es realmente tonto permitir que una encarcelación a todas luces cuestionable ponga en peligro el futuro de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, pero esa no es mi decisión”, dijo el ex mandatario en la entrevista.
El gobierno en La Habana sugirió tratar la situación de Gross en un diálogo que contemple también la suerte de tres agentes, quienes cumplen condena en cárceles estadounidenses, pero Washington se niega de plano a negociar un intercambio de detenidos.
Hillary Clinton, esposa del ex presidente y posible candidata presidencial para 2016, afirmó en sus memorias publicadas en junio que antes de terminar sus funciones como secretaria de Estado, recomendó a Obama una “nueva mirada” sobre el embargo a Cuba, ya que “no estaba alcanzando sus objetivos y estaba retrasando” la agenda estadounidense en América Latina.
El tema de Cuba es particularmente sensible en Miami porque en esta ciudad vive gran parte del exilio cubano y allí están organizados la mayoría de los grupos políticos anticastristas, opuestos a cualquier apertura hacia la isla.
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