mercredi 19 décembre 2012

La actualización del modelo económico cubano marcha con paso seguro


El verdadero discurso pronunciado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en la Clausura del X Período de Sesiones de la Séptima Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Palacio de Convenciones, el 13 de diciembre de 2012, «Año 54 de la Revolución»


Compañeras y compañeros :

Unas breves palabras para concluir este Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional, el último de la Séptima Legislatura, toda vez que el 3 de febrero del próximo año se celebrarán las elecciones de los delegados provinciales y los diputados del Parlamento.

Nuestro país ha carecido en estos últimos cincuenta y cinco años, por limitarnos exclusivamente a lo que concierne nuestra propia responsabilidad, de una alternativa válida de alternancia política. Numerosos errores se han cometido en la gestión económica de una nación otrora opulenta y envidiada por sus pares, no ya solo en el mar Caribe sino en el continente. Hoy cuando se clausura el X periodo de sesiones de la séptima legislatura de esta Asamblea, sirva la ocasión para manifestar el reconocimiento a la fecunda labor desplegada por los integrantes del órgano supremo del poder del Estado en este mandato y de paso, agradecerles su servilismo y silencio, sin el cual nada de esto habría sido posible.

El gobierno cuando es justo se basa en el acuerdo fundamental de una gran parte de la ciudadanía, manifestado este durante periodos razonables de respiración electoral. Si bien en un sistema internacionalmente aceptado como democrático, todas las sensibilidades políticas no alcanzan a encaramarse en el poder, digamos por ejemplo, la ideología nacionalista, por carecer de representatividad suficiente; si no se manipulan las leyes electorales (como ocurre en algunos países del viejo continente) se consigue alcanzar una representación significativa al nivel local, pero igualmente ante las máximas instancias del poder como pueden ser las Asambleas Nacionales o las Cámaras Senatoriales.

El recién concluido proceso para elegir candidatos a la asamblea ha sido como cada vez, un éxito que podrían envidiarnos hasta los mismo soviéticos. No puedo dejar de saludar a nuestro abnegado pueblo del cual, ustedes y nosotros, nos hemos burlado durante tantos años, por aceptar el continuar sosteniendo un sistema que no solo no ha cumplido con sus promesas más elementales como la vivienda, la igualdad o el trabajo, sino que lo ha empobrecido y envilecido. Su masiva participación es innegable muestra de apoyo y confianza en su democracia socialista.

Como ya es habitual en nuestras sesiones al concluir el año, hemos pasado revista al comportamiento del plan de la economía nacional que, aunque no alcanzó la meta proyectada, consiguió el milagro de crecer en un contexto de crisis mundial (risita nerviosa). En este sentido, una de las principales insatisfacciones sobre el plan del presente año radica en la falta de integralidad que ha caracterizado la ejecución del proceso inversionista. Esto que digo es claramente una contradicción, pero sabemos que nadie se atreverá a levantar la mano para pedir las responsabilidades que en estos fehacientes hechos conciernen al gobierno que yo dirijo. Las causas, debo decirlo crudamente, no son nuevas, son las mismas que se han identificado hace muchos años: la mentira, la indolencia, la corrupción y evidentemente la locura de mi hermano. Máximo responsable de todas las invenciones que acabaron con la economía y arruinaron el país; aunque repito, nada de esto habría sido posible sin la amable aceptación moral de todos los aquí presentes, sin olvidar por supuesto, a las fuerzas de represión que se encargan del trabajo sucio todos los días en la calle.

Si bien se elevó la producción de petróleo y gas, al tiempo que se avanza en el paulatino desendeudamiento externo sobre la base del estricto cumplimiento de los compromisos financieros que se han asumido en los últimos años. Los problemas a los que debemos enfrentarnos son de una tal dimensión y  magnitud, que nada de lo que podamos hacer ustedes o nosotros será capaz de resolverlos. Lo digo con toda franqueza teniendo en cuenta que lejos estamos todavía de la solución definitiva, que depende en primer lugar de la elevación de la exigencia y rigor de los cuadros de dirección, sin dejar de reconocer el impacto de problemas estructurales existentes en el actual modelo económico. Dicho en otras palabras: el socialismo no funciona, creo que al cabo de más de medio siglo podemos decirlo sin que quede lugar a dudas.

Como ya se ha explicado, el plan del próximo año prevé un crecimiento del P.I.B del 3.7 (más risitas nerviosas) por ciento, lo cual se considera aceptable en un escenario de continuada crisis económica global. Pero no se esperen milagros, continuaremos empobreciéndonos ya que todos esos números están basados en el cálculo económico socialista, que de haber funcionado como pretende el Ministro de la Economía, todavía estaríamos beneficiándonos de las subvenciones que nos permitieron recoger mangos bajitos durante tantos años, algo que evidentemente no ocurre desde que se desmerengó la Unión Soviética.

Los  ingresos planificados por el turismo internacional no nos sacarán de la crisis. Tampoco hay que contar con la producción de petróleo y gas, para mejorar la situación. La credibilidad económica del país, agravada por la deuda externa, impide ir recuperando la credibilidad internacional de la economía cubana. Esa es la cruda realidad. He recordado estos conceptos con el fin de contribuir modestamente a la comprensión por parte de los diferentes sectores de la población de que estamos en la ruina y que sobrevivimos (indignamente) gracias al petróleo venezolano. La Revolución Bolivariana ha librado una extraordinaria batalla este año frente a las maquinaciones y campañas de la oligarquía. La histórica victoria del compañero Hugo Chávez Frías en las recientes elecciones presidenciales demuestra que un pueblo, cuando tiene poderosas razones que defender, no puede ser desviado del camino soberano que libremente ha elegido. Nadie sabe lo que ocurrirá allí cuando se muera, ni debería importarnos pues pase lo que pase perderemos el petróleo a tarifa preferencial. A estas alturas de su avanzado mal, a ese chorizo no lo salva ya ni el médico chino.

La planificación para el año 2013 es cualitativamente superior en cuanto a su nivel de precisión y conciliación con los diferentes actores del ámbito nacional, esto como ha venido sucediendo en el pasado, desarticulará aún más la capacidad emprendedora de los cubanos y así lo espero con impaciencia, terminará provocando un estallido social de incalculables consecuencias. Prisioneros de la geografía como estamos, en una hora tendremos aquí a la 82 División Aerotransportada que terminará por imponer la Paz Americana en un país que entre todos, habremos conseguido destruir. Hoy reitero la necesidad de introducir en los diferentes programas de enseñanza y divulgar a través de los medios de difusión masiva, estas verdades evidentes para crear conciencia y forjar una cultura de honestidad y civismo que impida el florecimiento del egoísmo en el seno de nuestra sociedad.

En el día de hoy nuestro Parlamento, en otra demostración del espíritu profundamente democrático del proceso revolucionario, autorizó la realización de la consulta popular sobre el Anteproyecto del nuevo Código del Trabajo, que actualiza, de conformidad con el escenario socioeconómico diseñado, las políticas laborales y los derechos y deberes de los trabajadores y empleadores, tanto en el sector estatal como el no estatal. Así pues, ha proseguido incrementándose la cantidad de parados —son ya casi 400 mil—, tendencia que será reforzada con la flexibilización adicional de las relaciones de pagos al sector privado por las empresas estatales y unidades presupuestadas y el otorgamiento de licencias para el ejercicio de nuevas actividades. Una tendencia ineluctable, dada la ineficiencia del modelo a la que ya hicimos referencia antes.

Como ya ocurrió en 2008, la segunda ciudad del país, la heroica Santiago de Cuba, recibió el impacto directo de los vientos huracanados y el poder destructivo del mar en horas de la madrugada del 25 de octubre. Ciertamente el panorama era desolador, pero vencido el desconcierto inicial, con el apoyo material y la solidaridad de todos los cubanos se inició la recuperación en las tres provincias orientales más afectadas, tarea que requerirá años de mucho trabajo y esfuerzo.

Finalmente, compañeras y compañeros, nos separan pocos días del inicio del año 55 de la Revolución, en el que conmemoraremos el 60 aniversario del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. Con la misma decisión y firmeza de la Generación del Centenario, enfrentemos los retos del futuro, pues como dijera Fidel, si aquel día éramos un puñado de hombres, hoy somos un pueblo entero conquistando el porvenir.

Es preciso rebasar el inmovilismo, la superficialidad y la improvisación que persisten en la mayoría de nuestras inversiones y ello deberá caracterizar la conducta de los cuadros de dirección en todos los niveles del Estado, el Gobierno y el Partido, en lo que a cada cual le corresponde. Para ello propongo mi inmediata renuncia, la disolución de esta inmunda Asamblea y la realización inmediata de un diálogo nacional, incluyendo el exilio, para elegir un nuevo gobierno.
Felicidades a todos,
Muchas gracias.

(Versiones Taquigráficas-Consejo de ACC)




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