RACHEL SHEFFIELD
Los medios de comunicación han sido un hervidero en noviembre, proclamando que los niveles de pobreza de Estados Unidos son mayores de lo que se pensaba anteriormente. Pero las cifras son engañosas.
La Oficina del Censo informó a mediados de noviembre de que, según su nueva “medida complementaria de la pobreza”, 49.7 millones de americanos se encuentran en la pobreza. Esta cifra es más alta que los 46.2 millones referidos en septiembre por esta Oficina usando la medida de pobreza tradicional.
Esta “medida complementaria de la pobreza” (que ha sido promovida por la administración Obama) es básicamente una medida de pobreza relativa. Como explicamos el analista de la Fundación Heritage Robert Rector y yo en este fragmento de 2011 deNational Review Online, la medida tiene imperfecciones inherentes:
“La nueva medida…distorsiona la imagen de la pobreza al colocar los umbrales de ingresos en un ascensor que sube cuando se elevan los ingresos generales.
Así, con esta medida, incluso si los ingresos de todos los americanos se duplicasen inmediatamente, la pobreza no disminuiría, ya que los umbrales de ingresos también se duplicarían. La pobreza sólo disminuiría si los ingresos de las personas pobres aumentasen más rápidamente que los del resto de la población… Esto garantizará que la ‘pobreza’ no se pueda paliar excepto en caso de una nivelación extrema de los ingresos. La nueva medida está diseñada para proporcionar un argumento interminable para que así la izquierda pueda insistir en que debemos continuar extendiendo la riqueza”.
¿Y qué ocurre con la medida tradicional de pobreza, la que mostraba que 46.2 millones de americanos son pobres? Pues que también es engañosa.
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