Jueves, Mayo 23, 2013 | Por CubaNet
Cuba se ha involucrado en el diálogo de paz entre el Gobierno de Colombia y las FARC como una “jugada política” para mostrarse al mundo como un “país responsable”, pero no merece que EE.UU. la retire de la lista terrorista, afirmó hoy en entrevista con Efe el senador republicano por Florida, Marco Rubio.
Si el Gobierno de La Habana es “sede” del diálogo de paz entre Colombia y los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) “es por las relaciones que tiene Cuba” con ese grupo guerrillero, aseguró Rubio desde su despacho en el Senado.
Una jugada política de los cubanos
Si el Gobierno de La Habana es “sede” del diálogo de paz entre Colombia y los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) “es por las relaciones que tiene Cuba” con ese grupo guerrillero, aseguró Rubio desde su despacho en el Senado.
Una jugada política de los cubanos
Según el senador cubano-americano, la implicación de Cuba como país garante del diálogo de pacificación no es más que “una jugada política de los cubanos”. Rubio puso en duda que en el régimen cubano “estén interesados en una paz entre las FARC y el Gobierno colombiano”
“Lo que quieren hacer es este espectáculo de presentarse como la sede de estas negociaciones para mostrarse como un país responsable”, enfatizó Rubio, de origen cubano.
El Departamento de Estado debe enviar al Congreso a finales de mes su informe anual sobre el terrorismo en el mundo, que incluye la lista en la que Cuba permanece desde 1982, y en la que “seguirá” por el momento ante la ausencia de una “decisión política” de retirarla, según dijo a Efe recientemente otra fuente, que pidió el anonimato.
Estados Unidos considera que un Estado es patrocinador del terrorismo cuando el Gobierno del país en cuestión “ha dado apoyo en repetidas ocasiones a actos de terrorismo internacional”, según el Departamento de Estado.
“Lo que quieren hacer es este espectáculo de presentarse como la sede de estas negociaciones para mostrarse como un país responsable”, enfatizó Rubio, de origen cubano.
El Departamento de Estado debe enviar al Congreso a finales de mes su informe anual sobre el terrorismo en el mundo, que incluye la lista en la que Cuba permanece desde 1982, y en la que “seguirá” por el momento ante la ausencia de una “decisión política” de retirarla, según dijo a Efe recientemente otra fuente, que pidió el anonimato.
Estados Unidos considera que un Estado es patrocinador del terrorismo cuando el Gobierno del país en cuestión “ha dado apoyo en repetidas ocasiones a actos de terrorismo internacional”, según el Departamento de Estado.
La inclusión en esa lista negra incluye sanciones como la prohibición de la venta y exportación de armas, la prohibición de ayuda económica y otro tipo de penalizaciones económicas y restricciones.
Cuba tiene en sus manos relaciones con EE.UU.
Cuba tiene en sus manos relaciones con EE.UU.
Preguntado qué debe hacer La Habana para salir de esa lista, Rubio subrayó que Cuba tiene en sus manos el sostener relaciones con EE.UU.
“Tiene que abrirse al pueblo y al mundo, respetar los derechos humanos, respetar la libertad de prensa, de los partidos políticos de oposición, y tener elecciones abiertas y democráticas”, dijo.
“No tienen que tener un sistema económico como el nuestro… En todos los países (latinoamericanos) hay elecciones menos en Cuba, aunque en algunos países no estén gobernando de forma democrática, como en Venezuela, Bolivia, pero las hay o ha habido. ¿Por qué Cuba es la excepción?”, se preguntó.
Asimismo, renovó sus acusaciones de que “el terrorismo cubano no solo es internacional, sino también interno” y ejemplo de ello es, en su opinión, el caso del subcontratista estadounidense Alan Gross, preso “por repartir radios y tecnología de radios” entre la comunidad judía en la isla, señaló.
Gross, de 63 años, fue arrestado en su quinto viaje a Cuba en diciembre de 2009, cuando trabajaba en un proyecto financiado por la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) para la promoción de la democracia en la isla.
El Gobierno de La Habana lo acusó de atentar contra la seguridad del Estado, y el Tribunal Supremo de la isla posteriormente ratificó una sentencia de 15 años de prisión.
Durante la entrevista, Rubio también expresó confianza en que el Congreso aprobará una reforma migratoria este año, a la vez que elogió los avances en países como Colombia y México, y lanzó ataques contra la “cultura” de intimidación del Gobierno de Obama contra sus opositores.
“Tiene que abrirse al pueblo y al mundo, respetar los derechos humanos, respetar la libertad de prensa, de los partidos políticos de oposición, y tener elecciones abiertas y democráticas”, dijo.
“No tienen que tener un sistema económico como el nuestro… En todos los países (latinoamericanos) hay elecciones menos en Cuba, aunque en algunos países no estén gobernando de forma democrática, como en Venezuela, Bolivia, pero las hay o ha habido. ¿Por qué Cuba es la excepción?”, se preguntó.
Asimismo, renovó sus acusaciones de que “el terrorismo cubano no solo es internacional, sino también interno” y ejemplo de ello es, en su opinión, el caso del subcontratista estadounidense Alan Gross, preso “por repartir radios y tecnología de radios” entre la comunidad judía en la isla, señaló.
Gross, de 63 años, fue arrestado en su quinto viaje a Cuba en diciembre de 2009, cuando trabajaba en un proyecto financiado por la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) para la promoción de la democracia en la isla.
El Gobierno de La Habana lo acusó de atentar contra la seguridad del Estado, y el Tribunal Supremo de la isla posteriormente ratificó una sentencia de 15 años de prisión.
Durante la entrevista, Rubio también expresó confianza en que el Congreso aprobará una reforma migratoria este año, a la vez que elogió los avances en países como Colombia y México, y lanzó ataques contra la “cultura” de intimidación del Gobierno de Obama contra sus opositores.
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