JUAN CARLOS CHAVEZ
JCCHAVEZ@ELNUEVOHERALD.COM
La posibilidad de que los gobiernos de Cuba y Brasil alcancen un acuerdo que abriría las puertas al envío de 6,000 médicos cubanos a ciertas áreas del territorio brasileño que carecen de atención generó una fuerte polémica en ese país sudamericano y cuestionamientos sobre el nivel de preparación de los profesionales que se gradúan en la isla.
“Brasil quiere traer escoria”, dijo Florentino Cardoso, presidente de la Asociación Médica Brasileña. “Desafío a cualquiera a demostrar la excelencia de la medicina cubana. Médicos que se graduaron allí y estudiaron cuatro años , tienen que estudiar otros dos años más pero con el fin de ejercer la profesión en su propio país”.
El tema fue abordado en una audiencia entre miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados y representantes de gremios y sindicatos médicos de Brasil.
La discusión tomó fuerza dos semanas después de que el canciller brasileño, Antonio Patriota, anunciase que estaban “examinando” los términos de la colaboración con el propósito de que los médicos cubanos puedan desempeñar su trabajo sin problemas. Posteriormente el gobierno de Brasil señaló que la cifra incluiría también a médicos de España y Portugal.
El creciente interés de Brasil y la oferta del gobierno cubano fueron cuestionados dentro y fuera de la isla por expertos familiarizados con el tema precisamente cuando Patriota adelantó algunos detalles del proyecto de cooperación.
Fuentes de la disidencia interna cubana y testimonios de empleados del sector de la salud en la isla han dado cuenta sobre lo mal pagados que se encuentran los médicos cubanos, el nivel de formación académica y la carencia de equipos, medicinas y suministros de primera mano.
Brasil tiene una distribución desequilibrada de médicos y profesionales de la salud a escala nacional. En las prósperas regiones del sur y sureste hay una proporción de aproximadamente tres médicos por cada mil habitantes, un índice considerado alto y satisfactorio. Sin embargo en ciudades y pueblos del norte y noreste, generalmente con mayores índices de pobreza, la proporción es de un médico por cada mil habitantes, según datos del Consejo Federal de Medicina, el órgano público que regula el ejercicio de esa profesión en Brasil.
El gobierno brasileño y autoridades municipales cercanas al oficialismo han dicho que la intención de contratar médicos extranjeros responde exclusivamente a la necesidad de cubrir la “escasez” de profesionales del ramo.
“Estamos reivindicando más médicos porque la población necesita médicos”, declaró Dudu Colombo, represente del Frente Nacional de Alcaldes. “Existe una carencia de 6,000 profesionales en el programa Estrategia de Salud de la Familia”.
Sin embargo el presidente de la Federación Nacional de Médicos, Geraldo Ferreira Filho, aseguró que Brasil gradúa alrededor de 17,000 médicos anualmente, un número importante. Dijo también que hay 370,000 profesionales de la salud atendiendo actualmente las necesidades de la población, por lo cual “la contratación de 6,000 médicos extranjeros no hará mayor diferencia”, explicó.
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