Desempeño y estructura de las ventas agrícolas estadounidenses a Cuba
La aprobación del “Trade Sanction Reform and Export Enhancement Act” (TSRA) en el año 2000 marcó el comienzo de una nueva etapa en las relaciones comerciales entre Cuba y los Estados Unidos. Si bien antes de esta legislación las ventas de productos agrícolas a Cuba apenas recibían atención alguna, para finales de 2004 la aprobación del TSRA habría convertido a EE.UU. en el principal proveedor de productos agrícolas de la isla caribeña.
Cifras Impresionantes
Las cifras hablan por sí solas. Como demuestra el Cuadro 1, en 2001, un año después de la promulgación del TSRA, las ventas deproductos agrícolas estadounidenses - excluyendo los costos de transporte, almacenaje, financiamiento, etc. ‐ alcanzaron un monto total de US $ 4,3 millones. En aquel entonces, Cuba ocupaba el puesto número 144 como destino para las exportaciones agrícolas estadounidenses, de un total de 226 destinos o mercados. Tres años más tarde, en 2004, las ventas de productos agrícolas provenientes de EE.UU. llegaron a un total de US $391,9 millones, situando a Cuba entre los 25 destinos o mercados principales para las exportaciones agrícolas estadounidenses. Entre 2001 y 2008, las ventas de productos agrícolas estadounidenses a Cuba registraron un valor cumulativo de US $2.522,8 millones, representando un promedio anual de US $ 315,3 millones.
En 2002, el valor de las ventas de trigo representó 16,4% del total de las ventas agrícolas estadounidenses a Cuba. A pesar de que esta cifra se mantuvo cerca del mismo nivel registrado a finales de 2007, el valor de las ventas de trigo ascendió 207,9% entre 2002 y 2007. Como demuestra el Cuadro 2, el aumento anual más destacable ocurrió entre 2006 y 2007.
Lo mismo, aunque a menor escala, ocurrió con la soja. En 2002, el valor de las ventas de este producto representó 15,1 % del valor total de las exportaciones agrícolas de Estados Unidos a Cuba. Para finales de 2007, el valor de las ventas de soja representó 9,3% del valor total de las exportaciones agrícolas a Cuba. No obstante a esto, el valor de la soja registró un aumento de 93,6% entre 2002 y 2007.
Finalmente, como indica el Cuadro 2, la leche en polvo desempeñó un papel importante entre las exportaciones agrícolas de Estados Unidos a Cuba entre 2004 y 2006. En 2004, el valor de las ventas de este producto sobrepasó los US $25 millones. El año siguiente, esta cifra llegó a US $29,5 millones, representando un crecimiento anual de 15,2%. Sin embargo, entre 2005 y 2006 el valor de las ventas de leche en polvo a Cuba cayó 57,4% y para 2007 no se reportaron ventas de este producto.
Mirando Hacia el Futuro
Durante el periodo 2001 ‐ 2008, el valor de las exportaciones agrícolas estadounidenses a Cuba alcanzó un promedio anual de US $315,3 millones. Entre el año 2002, cuando la aprobación del TSRA comenzó a tener efecto, y el 2004, el último año antes que se implementaran las regulaciones financieras estipuladas por OFAC, el valor de las ventas agrícolas a Cuba creció un 182,8% de $138,6 millones a US $391,9 millones. Como habíamos notado anteriormente, la tasa de crecimiento del valor de las ventas de productos agrícolas estadounidenses a Cuba cayó levemente entre 2004 y 2006, para luego recuperarse comenzando en 2007.
Entre 2007 y 2008, el valor de las exportaciones agrícolas de Estados Unidos a Cuba creció 37,7%. Aunque esta cifra (37,7%) es casi cinco veces inferior la tasa de crecimiento registrada entre 2002 y 2004 (182,8%), no deja de ser realmente impresionante, sobre todo si tomamos en cuenta la desaceleración de las exportaciones de mercancías estadounidenses al resto del mundo a partir de 2007.
Dadas estas impresionantes cifras, surge una gran interrogante sobre las ventas de productos agrícolas de Estados Unidos a Cuba: ¿Cuáles pueden ser las implicaciones futuras si se mantienen las tendencias actuales?
Tras simplemente “echarle un vistazo” a las cifras anteriormente mencionadas, se puede entender porque desde la perspectiva de los productores estadounidenses el mercado (de exportación) cubano representa un enorme potencial. En medio de la enorme crisis e incertidumbre que actualmente afecta a la economía mundial, Cuba representa un mercado para las exportaciones agrícolas estadounidenses con un nivel de riesgo relativamente bajo, ya que debido a las normas existentes la Isla tiene que pagar por sus compras en efectivo. Cuba también cuenta con una ventaja geográfica al estar localizada a una distancia relativamente corta de los Estados Unidos.
A pesar de no ser comparable con los mercados de consumo en “gigantes emergentes” como Brasil, China, India y Rusia, y de contar con ingresos per capita relativamente bajos, y operar bajo un sinnúmero de trabas y restricciones, el mercado de consumo cubano ofrece varias ventajas desde la perspectiva de los productores y exportadores estadounidenses. Cuba cuenta con un poco más de 11 millones de consumidores deseosos de mejorar sus posibilidades de consumo. Muchos de estos consumidores tienen acceso a ingresos suplementarios (en divisas) mediante las remesas familiares u otros tipos de actividades, y dedican la mayor parte de estos ingresos a la compra de alimentos (en los establecimientos por divisas), los cuales en su mayoría provienen de los Estados Unidos.
Desde la perspectiva cubana, las importaciones (o compras) de productos agrícolas estadounidenses pueden ser vistas desde dos ángulos principales. Por una parte, el hecho de que Cuba tenga que pagar en efectivo y pueda hacerlo - independientemente del origen o fuente de los fondos empleados para este propósito - puede ser visto como ejemplo de la capacidad del país de saldar sus obligaciones financieras con proveedores y entidades internacionales.
El valor de las exportaciones (o ventas) agrícolas a Cuba se redujo 11,9% entre 2004 y 2005 y 2,8% entre 2005 y 2006. Esta caída se debió en parte a un cambio en la política (comercial) estadounidense (con respecto a Cuba) impuesta por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por sus siglas en ingles) en 2005. Las regulaciones financieras impuestas por OFAC a partir de 2005 requieren que la empresa importadora cubana, Alimport, pague en efectivo antes de autorizar la salida de navíos con mercancías con destino a Cuba. Otros factores que influyeron sobre las ventas de productos agrícolas estadounidenses a Cuba durante este periodo fueron las restricciones impuestas por Washington sobre el envío de remesas y visitas a Cuba en junio de 2004 y la disponibilidad de créditos para financiar las importaciones de alimentos de otros países. Estos créditos le permitieron a Cuba - por lo menos temporalmente - sustituir las compras de alimentos estadounidenses con productos importados de otros países y de esa manera (temporalmente) reducir el impacto económico de las nuevas regulaciones financieras estadounidenses.
Sin embargo, como se puede apreciar en el Cuadro 1, a pesar de experimentar un leve descenso entre 2004 y 2006, las ventas agrícolas estadounidenses a Cuba comenzaron a recuperarse a partir de 2007. En 2007, el valor de las ventas de productos agrícolas a Cuba registró un monto de US $437,6 millones, el cual representó un crecimiento de 28,6% con relación a 2006 y 25,0% con respecto al total alcanzado en 2005.
Pollo, Maíz y Soja
Como se puede apreciar en el Cuadro 2, el pollo, el maíz y la soja figuraron entre las principales exportaciones agrícolas de Estados Unidos a Cuba entre 2002 y 2007. Entre los productos que ocuparon un renglón importante entre las ventas de productos agrícolas a Cuba durante este periodo también se encontraron: el trigo, el arroz, la leche en polvo y la carne de puerco y sus derivados (jamón, embutidos, etc.).
El valor de las ventas de maíz representó cerca de una cuarta parte (24,9%) del valor total de las ventas de productos agrícolas a Cuba al cierre de 2007, comparado con 16,4% en 2002. Este rubro ocupó el primer lugar entre el valor de los productos agrícolas exportados
a Cuba en 2004 y 2007. El valor de sus ventas registró la mayor tasa de crecimiento (379,4%) durante el periodo en consideración (2002 - 2007).
Las ventas de pollo representaron 17,4% del valor total de las exportaciones agrícolas estadounidenses a Cuba en 2007 comparado con 15,6% en 2002. Sin embargo, durante el mismo periodo el valor de las ventas de pollo a Cuba creció 252,3%.
Por otra parte, el hecho de que Cuba se vea obligada a importar más del 80,0% de los alimentos que consume, la mayor parte de estos de Estados Unidos - país con el cual ha sostenido complejas relaciones durante las ultimas cinco décadas, apunta a uno de los mayores retos que enfrenta la economía cubana: la necesidad de adoptar los cambios y transformaciones necesarios para lograr el desarrollo de un modelo agrícola con elementos del mercado, eficiente y capaz de aumentar la producción nacional y reducir la creciente dependencia en las importaciones de alimentos.
U.S. - Cuba Trade and Economic Council, Inc. [USTEC], 2008. “Economic Eye on Cuba: 2008 U.S. Export Statistics for Cuba.” December, 2008.
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