mercredi 1 janvier 2014

¿Quo vadis, Cuba?

Por JOSÉ ANTONIO ALONSO y PAVEL VIDAL ALEJANDRO

de Espacio Laical

Los objetivos de la reforma

Han transcurrido cinco años desde que Raúl Castro asumiera la presidencia en sustitución de su hermano Fidel. En este período se ha puesto en marcha un proceso de reforma estructural del modelo económico cubano que conlleva transformaciones en la esfera política e innumerables retos desde el punto de vista institucional. A la par, la política fiscal ha tenido que ocuparse de los desequilibrios heredados y agudizados por la crisis internacional, al mismo tiempo que se libra una batalla contra la corrupción. Muchas son las expectativas que se han formado dentro y fuera de Cuba con las nuevas acciones y propuestas del gobierno cubano. Aún quedan muchas incertidumbres sobre el futuro de la reforma pero parece quedar clara una tendencia de graduales, pero continuas trasformaciones que están moviendo el sistema hacia lugares desconocidos para la mayoría de los cubanos nacidos después del triunfo de la revolución.

El más renovador de los cambios ha sido la expansión de la empresa privada y las cooperativas. La proyección oficial es que para el año 2016 el 40 por ciento del empleo se genere fuera de las empresas estatales. Para ello, desde 2010 se comenzaron a emitir nuevas licencias para los trabajadores por cuenta propia que ahora pueden también ser microempresarios e incluso llegar a convertirse en pequeñas empresas privadas, pues por primera vez desde los años 60 tiene autorización para contratar fuerza de trabajo. También se les ha permitido comercializar bienes y servicios a entidades estatales y tener acceso al crédito bancario, entre otras flexibilizaciones.

Al cierre de 2011 se contabilizó que el 22,7 por ciento del empleo ya no se generaba en las empre sas y organizaciones estatales. Los cuentapropistas y microempresarios generaron ese año 244100 puestos de trabajo, destacándose las actividades de restaurantes y cafeterías, servicios de taxi, el comercio minorista y el arrendamiento de casas y apartamentos; esta última actividad representa ya el 15 por ciento de la oferta habitacional disponible para el turismo internacional. La intención expresa del gobierno es continuar liberalizando el trabajo por cuenta propia y la microempresa. En 2012 se anunció la decisión de arrendar a los privados todos los establecimientos estatales gastronómicos que actualmente operan con menos de cinco trabajadores. También se hizo público el propósito de incrementar la lista de 182 actividades autorizadas y permitir que la comercialización mayorista pueda realizarse desde el sector privado. La limitación que todavía persiste, y sobre la cual no se han anunciado modificaciones, es la exclusión de la lista de actividades permitidas de aquellos servicios de mayor valor agregado, vinculados a actividades profesionales, de manera que siguen excluidos de esta posibilidad los graduados universitarios.

Para llegar a un 40 % del empleo en la empresa privada y cooperativa, tal como las autoridades han sugerido, el gobierno ha impulsado la desestatización de la agricultura. Desde 2008 comenzó la entrega de tierras ociosas a productores agrícolas individuales y cooperativas en la forma de usufructo por 10 y 25 años, respectivamente, con la opción de renovación del contrato finalizado el período. En 2012 se instrumentaron nuevas flexibilizaciones, como la elevación del máximo de tierra por productor de 40 a 67 hectáreas, facilidades para la obtención de insumos y la posibilidad de construir viviendas e in fraestructura en las tierras entregadas, entre otras. Asimismo se anunció una transformación radical en el funcionamiento de las Unidades Básicas de Pro ducción Agropecuaria (UBPC), que es el tipo de cooperativa que cuenta con las mayores extensiones de tierra para actividades agropecuarias. Previamente, se había abierto por primera vez un canal para que las cooperativas agrícolas pudieran venderle directa mente a los hoteles. Al igual que en el caso del trabajo por cuenta propia y la microempresa, se están dando pasos significativos, pero ello ocurre de manera muy gradual y manteniéndose restricciones que, a su vez, impiden que las medidas tomadas ofrezcan todos los resultados esperados. Ello es más patente en la agricultura, rama por donde comenzó el proceso de reforma, pero que ha dado lugar a resultados más bien magros.

Dentro de los cambios relacionados con la propiedad de las empresas, se encuentra la pretensión de extender las cooperativas hacia actividades no agropecuarias. Se espera que una parte de las pequeñas y medianas empresas estatales en la esfera de los servicios y la pequeña industria, cambien su sistema de propiedad y dirección al formato de cooperativa. A principio de 2013 se notificó la aprobación del primer grupo de 126 cooperativas no agropecuarias que comenzarán a operar próximamente en la organización de los mercados agropecuarios, en los servicios de transporte de pasajeros, en el reciclaje de desechos y en determinadas actividades de la construcción.



El resto de este análisis en Espacio Laical

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire