La Habana, 17 mar (EFE).- Cuba ajusta su nueva ley de Inversión Extranjera, que ofrecerá garantías para desarrollar negocios con capital foráneo en casi todos los sectores de la economía, pero en la que no habrá ni concesiones ni retrocesos, según una fuente oficial.
"Esta nueva Ley permitirá orientar mejor la inversión extranjera de modo que responda a los mejores intereses del desarrollo nacional, pero no hay concesiones ni retrocesos", dijo el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral), José Luis Toledo.
En una entrevista que publica hoy el periódico oficial "Granma", Toledo resalta que el proceso de inversión extranjera se lleva adelante sin que el país "renuncie a su soberanía" y al sistema socialista.
Los diputados cubanos trabajan actualmente en un proyecto de Ley de Inversión Extranjera para modificar la vigente desde 1995 y adecuarla a las reformas emprendidas por el Gobierno de Raúl Castro para "actualizar" el modelo económico socialista del país.
Los derechos laborales de los cubanos que trabajarían en esos proyectos, los plazos de vigencia para la inversión y la protección del Patrimonio Nacional han estado entre las principales inquietudes de los diputados, según Toledo.
Se prevé que la nueva Ley de Inversión Extranjera sea aprobada en una sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional de Cuba durante este mes de marzo, aunque aún no se ha anunciado la fecha concreta.
Según José Luis Toledo, uno de los objetivos de la nueva norma será "reforzar las garantías a los inversionistas".
Además, "deja establecido el carácter prioritario de la inversión extranjera en casi todos los sectores de la economía, especialmente en aquellos relacionados con la producción", según explicó Toledo.
También permitirá "el establecimiento de una carpeta de inversiones, de modo que quienes deseen podrán conocer las áreas de interés para el país", precisó.
El funcionario valoró que esta carpeta conllevará también un adelanto en cuanto a la documentación requerida para acometer la inversión, de modo que el proceso sea "más ágil".
A ello se sumarán bonificaciones impositivas y excepciones totales en determinadas circunstancias, así como flexibilización en materia aduanal, para potenciar la inversión, indicó.
Cuba prepara esta nueva ley en un momento en que la isla busca atraer capitales extranjeros y desarrolla proyectos como la recién creada Zona Especial de Desarrollo del puerto de Mariel, considerada la más importante obra de desarrollo que se ejecuta en el país.
Aunque Cuba comenzó a abrirse a las inversiones extranjeras desde mediados de la década de los años ochenta del siglo pasado, fue en los noventa que impulsó esa opción a partir de la crisis económica generada por el colapso del bloque socialista.
El plan de "actualización" del modelo socialista impulsado por el presidente Raúl Castro contempla el objetivo de "continuar propiciando" la participación de capital extranjero en la isla "como complemento del esfuerzo inversionista nacional en aquellas actividades que sean de interés del país".
"Esta nueva Ley permitirá orientar mejor la inversión extranjera de modo que responda a los mejores intereses del desarrollo nacional, pero no hay concesiones ni retrocesos", dijo el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral), José Luis Toledo.
En una entrevista que publica hoy el periódico oficial "Granma", Toledo resalta que el proceso de inversión extranjera se lleva adelante sin que el país "renuncie a su soberanía" y al sistema socialista.
Los diputados cubanos trabajan actualmente en un proyecto de Ley de Inversión Extranjera para modificar la vigente desde 1995 y adecuarla a las reformas emprendidas por el Gobierno de Raúl Castro para "actualizar" el modelo económico socialista del país.
Los derechos laborales de los cubanos que trabajarían en esos proyectos, los plazos de vigencia para la inversión y la protección del Patrimonio Nacional han estado entre las principales inquietudes de los diputados, según Toledo.
Se prevé que la nueva Ley de Inversión Extranjera sea aprobada en una sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional de Cuba durante este mes de marzo, aunque aún no se ha anunciado la fecha concreta.
Según José Luis Toledo, uno de los objetivos de la nueva norma será "reforzar las garantías a los inversionistas".
Además, "deja establecido el carácter prioritario de la inversión extranjera en casi todos los sectores de la economía, especialmente en aquellos relacionados con la producción", según explicó Toledo.
También permitirá "el establecimiento de una carpeta de inversiones, de modo que quienes deseen podrán conocer las áreas de interés para el país", precisó.
El funcionario valoró que esta carpeta conllevará también un adelanto en cuanto a la documentación requerida para acometer la inversión, de modo que el proceso sea "más ágil".
A ello se sumarán bonificaciones impositivas y excepciones totales en determinadas circunstancias, así como flexibilización en materia aduanal, para potenciar la inversión, indicó.
Cuba prepara esta nueva ley en un momento en que la isla busca atraer capitales extranjeros y desarrolla proyectos como la recién creada Zona Especial de Desarrollo del puerto de Mariel, considerada la más importante obra de desarrollo que se ejecuta en el país.
Aunque Cuba comenzó a abrirse a las inversiones extranjeras desde mediados de la década de los años ochenta del siglo pasado, fue en los noventa que impulsó esa opción a partir de la crisis económica generada por el colapso del bloque socialista.
El plan de "actualización" del modelo socialista impulsado por el presidente Raúl Castro contempla el objetivo de "continuar propiciando" la participación de capital extranjero en la isla "como complemento del esfuerzo inversionista nacional en aquellas actividades que sean de interés del país".
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