lundi 3 mars 2014

Cuba puede soportar fin de la ayuda venezolana

El Universal / Cuba ha sabido sortear los temblores de sus crisis financieras, y aunque la asistencia de Venezuela fue vital para la supervivencia de la revolución castrista en la última década, a estas alturas la isla podría soportar un "shock" de las ayudas e inversiones venezolanas, sin descartar que una crisis política sea más peligrosa. 

La dependencia cubana de la Unión Soviética (URSS) para 1980 representó 39,30% de su PIB, mientras que de Venezuela llegó en 2012 al 18,3%, es decir, que sortear una eventual crisis sería menos difícil que tras lo vivido con el colapso del bloque socialista en 1990, revela una investigación del Cuba Study Group, un centro de análisis con sede en EEUU.

Más que torear los cataclismos financieros, el mayor reto del Gobierno de Raúl Castro sería el manejo político y social dentro en la isla ante un eventual recorte de las inversiones y negocios con Venezuela, tomando en cuenta un escenario similar de represión y control que vivió Cuba hace 24 años. 

En la actualidad el comercio de bienes con Venezuela representa 40% del intercambio total de la isla, muy por encima del segundo lugar que ocupa China con 12,5%, explicaba el economista cubano Pavel Vidal, autor del estudio que presenta varios escenarios macroeconómicos para sostener su tesis. 

Las proyecciones partieron de 2013, imaginando que con la muerte del presidente Hugo Chávez podría recortarse la asistencia a la isla, que depende de la venta de petróleo subsidiado, la importación de servicio profesionales cubanos, medicinas y otros bienes. 

De haber ocurrido este escenario, Cuba habría entrado en 2014 en recesión y no habría salido hasta 2018, siendo 2015 el año más dificultoso para la burocracia de la isla.

"En los cuatro años de crecimiento negativo se acumularía una caída de 4% del PIB", explicaba Vidal, que trabajó en el Banco Central de Cuba entre 1999 y 2006 y hasta 2012 en la Universidad de La Habana.

En otro de los casos, de ocurrir una caída más brusca de los vínculos, la recesión sería más profunda, pues de ocurrir al estilo de la URSS el resultado sería una contracción de cerca de 7,7% en el PIB, con sus cuatro años en recesión.

En ambos casos se trataría de un decrecimiento mucho mejor que lo visto tras el fin de la URSS, donde se acumuló −35% entre 1990−1993, tomando en cuenta que los rusos vendían productos subsidiados, hacía millonarias donaciones y préstamos flexibilizados.

La Habana y Caracas mantienen un importante flujo comercial de cual apenas se conocen escasos datos, el más significativo el hecho de que la isla consume $1.5 millardos (70%) de los fondos de ayuda del Banco de Desarrollo de Venezuela. 

Las proyecciones evidencian que la mayor vulnerabilidad a mediano plazo sería la pérdida de inversiones que hasta 2018 alcanzaría 25%, tomando en cuenta los proyectos de empresas estatales y el Gobierno. 

En segundo lugar, los términos de intercambio, que caerían 20% hasta 2018, lo cual se expresaría principalmente en el aumento de los precios de importación de petróleo y reducción de las exportaciones de servicios profesionales al país.

Venezuela despacha 80 mil barriles diarios de crudo y derivados al país antillano. 

En todo caso, ambos países firmaron en febrero pasado 56 acuerdos en áreas de interés como salud, educación y cooperación militar, con lo que Cuba busca garantizar ganancias. 

Flotando en un mar de capitalismo, Cuba viene diversificando su comercio exterior enfocándose en negocios con Brasil, China y Rusia, un sostén financiero que podría mantener a la isla a flote, pues Raúl y Fidel Castro saben que nada es eterno, y menos en economía. 

2 commentaires:

  1. El fin del chavismo produciría en la Isla una crisis mayor que la ocurrida tras la desintegración de la URSS.
    http://www.diariodecuba.com/cuba/1393832206_7422.html

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    1. unos dicen que sí, otros que no... así más nunca!

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