San Juan, 10 dic (EFEUSA).- La firma del Tratado de París, por el que España cedió su soberanía sobre Cuba, Filipinas, Guam y Puerto Rico, cumple 115 años sin que en esta última isla caribeña se haya cerrado el debate sobre la "pertenencia" a EE.UU.
El historiador oficial de Puerto Rico, Luis González Vales, señaló hoy a Efe que el Tratado de París dejó en manos del Congreso de EE.UU. los derechos de los puertorriqueños, lo que supuso el "nacimiento del asunto de la soberanía de Puerto Rico, que todavía perdura".
El acuerdo firmado en la capital francesa el 10 de diciembre de 1898 puso fin a la Guerra hispanoestadounidense e implicó la declaración de la independencia de Cuba, así como la cesión de Filipinas, Guam y Puerto Rico a EE.UU.
González Vales subrayó que tras el Tratado de París Washington puso en marcha un proceso de "americanización" de Puerto Rico "infructuoso", dada la resistencia de la población a perder su cultura, lengua y religión.
La discreción con la que esta fecha llegó hoy a Puerto Rico se debe, según argumentó hoy a Efe el presidente ejecutivo del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Fernando Martín, a la mala memoria que se tiene en Puerto Rico de aquel acuerdo.
"España no hizo un gesto para asegurar que Puerto Rico no se convirtiera en un botín de guerra", criticó Martín, para quien de aquel tratado surge el actual "statu quo" que deja en manos del Congreso estadounidense el destino de la isla caribeña.
El Congreso autorizó a Puerto Rico a disponer de su propia Constitución, de la que se dotó en 1952 tras ser aprobada por Washington, pero este Estado Libre Asociado a EE.UU. continúa hasta hoy sujeto a los poderes plenarios de la cámara estadounidense.
Martin subrayó que la realidad 115 años después de aquel tratado es que "no hay voluntad por parte de EE.UU. de poner fin a la presente relación política".
"Colapsó la relación colonial por desgaste en lo económico y político", dijo Martín, para quien es obvió que por parte de Washington no hay intención de un cambio en la presente relación política que permite cierto grado de autonomía a San Juan pero que reserva a EE.UU. las relaciones internacionales, defensa y fronteras.
El aniversario de la firma del Tratado de París fue aprovechado hoy también por la organización "Boricuas por un nuevo país", un movimiento apolítico defensor de que el actual estatus de la isla carece de validez, para difundir un comunicado de condena de aquel histórico acuerdo.
Esta organización promueve el ficticio "Estado Nacional Soberano de Borinken" (en referencia al nombre original de la isla caribeña), al frente del cual se sitúa su "jefe de Estado", Ramón Nenadich, quien fue elegido el año pasado para ese puesto en una asamblea popular entre sus "habitantes".
El "Estado Nacional Soberano de Borinken" incluso estuvo representado en las vistas del Comité de Descolonización de la ONU sobre Puerto Rico celebradas el pasado junio en Nueva York.
Nenadich explicó hoy a Efe que el primero objetivo del "Estado Nacional Soberano de Borinken" es ser reconocido a nivel internacional y luego lograr el apoyo de la mayoría del pueblo puertorriqueño.
A su juicio, el Tratado de París no puede ser válido a causa de la "ilegalidad" de la invasión española y el hecho de que la Corona del país ibérico le hubiera concedido a la isla una Carta Autonómica en 1897.
"Boricuas por un nuevo país" busca en un primer momento la soberanía nacional a través de algún tipo de acuerdo con EE.UU., como un paso previo a la independencia, una opción política que cada vez cuenta con menos adeptos en la isla.
En la última consulta popular sobre la relación política con EE.UU. que se realizó en Puerto Rico, el 6 de noviembre de 2012, el 53,9 % de los puertorriqueños que votaron lo hicieron en favor de un cambio de estatus, pero tan sólo el 4 % eligió la independencia como modelo preferido.
Los partidarios de la anexión a EE.UU. recordaron que fue la primera vez que en una consulta sobre el estatus el pueblo se pronunciaba a favor de la incorporación al país norteamericano.
Basándose en el resultado de esa consulta, el representante de Puerto Rico ante Washington y presidente del opositor Partido Nuevo Progresista (PNP), Pedro Pierlusi, presentó hace unos meses un proyecto de ley para que Puerto Rico se incorporara a EE.UU. como un estado más, iniciativa que sin embargo se ha estancado en los pasillos del Congreso.
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