CARLOS BATISTA
AFP
LA HABANA -- La líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, y otros opositores cubanos que se mantenían escépticos de la reforma migratoria puesta en vigor esta semana por el mandatario Raúl Castro, solicitaron pasaporte y preparan sus maletas para viajar al exterior.
“Hoy [viernes] acabo de solicitar mi pasaporte en la oficina del carnet de identidad de Alamar [municipio donde reside, en el este de La Habana] y me dijeron que fuera a recogerlo el 8 de febrero”, declaró Soler.
Explicó que la embajada de Alemania en La Habana le entregó una invitación del Ministerio de Relaciones Exteriores germano, “que corre con todos los gastos”, para que participe en una reunión regional sobre Derechos Humanos en Panamá, el 17 y 18 de abril.
A este encuentro también fue invitado el disidente José Daniel Ferrer, un ex preso político que dirige la opositora Unión Patriótica Cubana y que reside en Santiago de Cuba, 900 km al sudeste de La Habana, informó este activista.
“El lunes pienso iniciar las gestiones del pasaporte aquí en Santiago”, dijo Ferrer vía telefónica.
Desde el próximo lunes, los cubanos pueden por primera vez en 50 años viajar al extranjero sin pedir permiso al gobierno comunista, luego que entrara en vigencia una reforma legal que eliminó el irritante permiso de salida o “tarjeta blanca” y la carta de invitación.
La bloguera opositora Yoani Sánchez también solicitó su pasaporte, el día que entró en vigor la nueva ley migratoria, luego de habérsele impedido viajar una veintena de veces.
Aunque acudió a pedir pasaporte, la líder de las Damas de Blanco afirmó que sigue “escéptica” de la reforma migratoria.
“No estoy segura que me dejen viajar”, dijo Soler, quien nunca ha salido de Cuba.
También “me pueden decir que si salgo, no puedo regresar”, agregó.
En 2005 el gobierno negó a Soler y a otras Damas de Blanco el permiso para ir a recibir el Premio Sajarov que el Parlamento Europeo había concedido a ese grupo, creado en 2003 por esposas de presos políticos (que fueron liberados en 2010 y 2011).
“Si puedo viajar y regresar, entonces será una reforma cierta”, dijo Soler.
Antes de la reforma, el permiso de salida era negado selectivamente sin explicaciones. Sin embargo, unos 38,000 cubanos emigraban anualmente en forma legal y muchos otros visitaban a familiares y amigos en el exterior.
Ahora, la principal barrera para salir de la isla es económica, por los costos de los billetes aéreos y pasaportes, además de las visas de ingreso que exigen otros países.
Ferrer informó que el miércoles viajará a La Habana para recoger personalmente la invitación en la embajada alemana.“Si me dejan llegar a La Habana (…) entonces será una clara señal de que me permitirán viajar. Si no logro llegar a La Habana, entonces querrá decir que no estoy incluido en la reforma”, señaló el disidente.
El opositor Guillermo Fariñas, Premio Sajarov 2010, dijo que dos oficiales lo visitaron para informarle que puede salir del país si lo desea.
“Estos mismos oficiales me dijeron en 2010 [cuando quería viajar a recoger el Premio] que sólo podía salir si era en forma definitiva”, dijo.
Indicó que pedirá que le actualicen el pasaporte “para después esperar qué organización del exilio o solidaria me patrocina el viaje, pues yo no tengo dinero”.
En EE.UU. vive el 85 por ciento de los casi dos millones de cubanos emigrados y sus descendientes.
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