Lucas Garve
Fundación por la Libertad de Expresión
Llegado a este punto, vemos que comienza, a nuestros ojos de cubano de a pie residente desde siempre en la isla a fallar el asunto.
En primer lugar, los cubanos residentes insulares de hoy desconocen lo que sucedió en el siglo XIX, salvo las guerras de independencia de las que un bisabuelo y un abuelo míos también tomaron parte honrosa, el resto es celaje, bruma y confusión de figuras y hechos, mezclados a su modo y conveniencia por una historiografía escrita por miembros pertenecientes a las élites hegemónicas en el poder según la época.
Pero entonces el examen del tercer objetivo logra que rechace toda la cuestión propuesta de plano. Por supuesto el planteamiento de que: “En el caso de que los cubanos manifiesten mayoritariamente su deseo de ser una Autonomía española, habría que realizar una consulta similar en la península, con la intención de modificar la Constitución española de 1978, que ampara a las 17 autonomías actuales”.
Con todo respeto por las ideas de cualquier otra persona, me parece que esto sería el volver a recomenzar la Historia de Cuba, cuando lo que deberíamos hacer es estudiar, por ejemplo, esas etapas, como las del gobierno autonómico de José María Gálvez que menciona, para sacar lo positivo de su gestión y no condenarla a la oscuridad de la ignorancia, desechada como una opción no viable para ningún cubano con dos dedos de frente.
Pero, regresar a ser una autonomía española a estas alturas, a pesar de los 160 mil españoles artificiales naturalizados en la Isla para escapar de cualquier forma de la desidia castrista, me parece que hay que beber mucho vino tinto y comer mucho jamón serrano para llegar a imaginar algo así gracias a una ingesta pantagruélica.
Y más seriamente, cuando hay tanta gente en Cuba que dentro de la isla luchan por alcanzar lo que todos deseamos, una Cuba libre, me parece que sería mejor ayudar a los valerosos luchadores que de una forma u otra, con mejor o peor resultado hacen algo más que dar vuelta atrás apoyados con un conocimiento superficial y poco ajustado a la realidad de la Isla y de sus habitantes en la actualidad.
Aun más sería a mi humilde e imperfecto modo de ver y analizar la situación cubana, una gigantesca falta de respeto a aquellos que dieron en vida sus esfuerzos, su vida y destino a oponerse al régimen sin conocer les boulevards parisiens, ni las delicias de la pâtisserie que moviera a Marcel Proust a recuperar el tiempo perdido.
Por sólo mencionar a dos recientes humildes personas que ofrecieron su ejemplo en vida, a quienes va mi respeto son Gloria Amaya González, y a Miguel Valdés Tamayo.
La primera, madre de los hermanos Sigler Amaya, del Movimiento Opción Alternativa de Pedro Betancourt de la provincia de Matanzas de quien justamente hoy día 8 de enero cumple años de fallecida. Dama de Blanco desde el encarcelamiento de dos de sus hijos, mantuvo una posición de oposición al régimen convirtiéndose a su edad en un ejemplo en su comunidad.
En cuanto a Miguel Valdés Tamayo, uno de los 75 prisioneros y condenados en 2003. Hombre entero y digno, un negro digno de su grupo de descendencia. Quien falleció un día 10 de enero, cuando su corazón no resistió más la ignominia de la tiranía castrista.
Por eso hoy no me vengan a decir de volver a la proto- historia de Cuba, porque la verdadera Historia de Cuba la harán las generaciones futuras, si logran tener sentido suficiente y discernimiento apropiado para ello.
Fundación por la Libertad de Expresión
(www.miscelaneasdecuba.net).- Autonomía Concertada para Cuba (ACC) es una es una asociación no gubernamental que se acoge a la ley de libertad asociativa francesa, fundada por Fernando Núñez, nacido en 1963, naturalizado francés en 1998. Ha ejercido la docencia en Francia y es titular de enseñanza media. William Navarrete, reconocido intelectual cubano radicado en Francia entrevistó al Sr. F. Núñez para que expusiera los objetivos de la asociación, integrada por otros tres ciudadanos europeos.
Si vamos a examinar los objetivos de ACC que según el texto de la entrevista son tres, de los cuales el primero “es restablecer la verdad histórica (habría que ver a cuál verdad histórica se refiere el Sr. Núñez), manipulada durante el siglo XX, en aras de construir una identidad nacional globalizadora en la que todas las capas de la sociedad estuviesen representadas”, considero que es muy justo y necesario en este momento en que tantas fuerzas centrípetas están en movimiento en el torbellino en que se mueve la sociedad cubana. Así pretenderíamos encontrar un cierto equilibrio histórico que nos despojaría del síndrome de nacionalismo a ultranza que no ha dejado a la mayoría de los cubanos casi esquizofrénicos.
Mientras, cuando vamos al segundo objetivo de la mencionada asociación no gubernamental constatamos que es político y no es otro que el de promover un plebiscito en Cuba con el propósito de que la ciudadanía se pronuncie sobre los decretos de noviembre de 1897, que acordaban la autonomía para las islas de Cuba y Puerto Rico y que en aquel momento dieron origen a un efímero gobierno autonómico.
Mientras, cuando vamos al segundo objetivo de la mencionada asociación no gubernamental constatamos que es político y no es otro que el de promover un plebiscito en Cuba con el propósito de que la ciudadanía se pronuncie sobre los decretos de noviembre de 1897, que acordaban la autonomía para las islas de Cuba y Puerto Rico y que en aquel momento dieron origen a un efímero gobierno autonómico.
Llegado a este punto, vemos que comienza, a nuestros ojos de cubano de a pie residente desde siempre en la isla a fallar el asunto.
En primer lugar, los cubanos residentes insulares de hoy desconocen lo que sucedió en el siglo XIX, salvo las guerras de independencia de las que un bisabuelo y un abuelo míos también tomaron parte honrosa, el resto es celaje, bruma y confusión de figuras y hechos, mezclados a su modo y conveniencia por una historiografía escrita por miembros pertenecientes a las élites hegemónicas en el poder según la época.
Pero entonces el examen del tercer objetivo logra que rechace toda la cuestión propuesta de plano. Por supuesto el planteamiento de que: “En el caso de que los cubanos manifiesten mayoritariamente su deseo de ser una Autonomía española, habría que realizar una consulta similar en la península, con la intención de modificar la Constitución española de 1978, que ampara a las 17 autonomías actuales”.
Con todo respeto por las ideas de cualquier otra persona, me parece que esto sería el volver a recomenzar la Historia de Cuba, cuando lo que deberíamos hacer es estudiar, por ejemplo, esas etapas, como las del gobierno autonómico de José María Gálvez que menciona, para sacar lo positivo de su gestión y no condenarla a la oscuridad de la ignorancia, desechada como una opción no viable para ningún cubano con dos dedos de frente.
Pero, regresar a ser una autonomía española a estas alturas, a pesar de los 160 mil españoles artificiales naturalizados en la Isla para escapar de cualquier forma de la desidia castrista, me parece que hay que beber mucho vino tinto y comer mucho jamón serrano para llegar a imaginar algo así gracias a una ingesta pantagruélica.
Y más seriamente, cuando hay tanta gente en Cuba que dentro de la isla luchan por alcanzar lo que todos deseamos, una Cuba libre, me parece que sería mejor ayudar a los valerosos luchadores que de una forma u otra, con mejor o peor resultado hacen algo más que dar vuelta atrás apoyados con un conocimiento superficial y poco ajustado a la realidad de la Isla y de sus habitantes en la actualidad.
Aun más sería a mi humilde e imperfecto modo de ver y analizar la situación cubana, una gigantesca falta de respeto a aquellos que dieron en vida sus esfuerzos, su vida y destino a oponerse al régimen sin conocer les boulevards parisiens, ni las delicias de la pâtisserie que moviera a Marcel Proust a recuperar el tiempo perdido.
Por sólo mencionar a dos recientes humildes personas que ofrecieron su ejemplo en vida, a quienes va mi respeto son Gloria Amaya González, y a Miguel Valdés Tamayo.
La primera, madre de los hermanos Sigler Amaya, del Movimiento Opción Alternativa de Pedro Betancourt de la provincia de Matanzas de quien justamente hoy día 8 de enero cumple años de fallecida. Dama de Blanco desde el encarcelamiento de dos de sus hijos, mantuvo una posición de oposición al régimen convirtiéndose a su edad en un ejemplo en su comunidad.
En cuanto a Miguel Valdés Tamayo, uno de los 75 prisioneros y condenados en 2003. Hombre entero y digno, un negro digno de su grupo de descendencia. Quien falleció un día 10 de enero, cuando su corazón no resistió más la ignominia de la tiranía castrista.
Por eso hoy no me vengan a decir de volver a la proto- historia de Cuba, porque la verdadera Historia de Cuba la harán las generaciones futuras, si logran tener sentido suficiente y discernimiento apropiado para ello.
Realmente no tiene sentido preguntarse "para qué volver a empezar" pues aquí no se trata de volver a empezar nada sino de seguir adelante. ¿Volver a ser colonia? Nadie a pensado en eso pues está claro que a nadie le gusta ser una colonia. ¿Volver a ser españoles? Tal vez, pero, no se trataría de eliminar la cubanía, pues la cubanía sigue siendo tan española como lo puede ser la "canariedad". Volver a ser dependientes, ¿y es que realmente hemos dejado de serlo en algún momento de nuestra historia? El orgullo nacionalista sin comida y sin libertad es una estupidez. Desde niños nos han hablado siempre de que somos parte de una gran patria latinoamericana que algún día se formará cuando los latinoamericanos despierten y se den cuenta de que unidos somos más independientes, y yo eso he soñado siempre, pero la pregunta que ahora me hago es esta: ¿Y por qué dejar afuera a España y Portugal de esta gran nación ibérica? ¿No fueron estos dos países los que nos hicieron? Con razón son ellos los primeros que deberían formar parte de esa gran nación, pues, aunque fueron nuestras metrópolis, ya no estamos en el siglo XIX, y tienen todo el derecho del mundo a unirse con nosotros como iguales. Otra cosa, España tampoco estaba intentado "volver a empezar" como provincia del Imperio Romano cuando decidió unirse a la Unión Europea, sino todo lo contrario, quiso seguir adelante alejándose del pasado. Una unión con una España renovada y federal nos pondría en una posición ventajosa entre cuatro continentes y tal vez lleguemos a ser el centro de la tan deseada Unión de los países hispanos. Vale la pena pensarlo bien con vistas al futuro, no tenemos por qué andar con remordimientos pensando en que estamos traicionando a nuestros héroes, porque del pasado no se puede vivir.
RépondreSupprimerUna vuelta de tuerca inesperada y sugerente...
RépondreSupprimerBenjamín ni nosotros somos espanoles ni los espanoles nos ven como espanoles.Ni nadie se plantea ni a nadie le interesa en aquel pais esta idea autonómica de uds(bastante tienen ya con el desafío catalán) ,como no sea a tres fachas (término muy espanol) que no sienten el más mínimo amor por cuba sino por los beneficios que de cualquier barullo político puedan obtener.Y el valor mooral de esta gente ya lo vimos cuando la muerte de Paya y todos los sucesos oscuros que ocurrrieron alrrededor.Ya está en la calle Ángel Carromero ese político del PP....cobrando su buen salario y con la boca bien calladita...Benjamín No mientas más colega...Cualquiera que haya vivido en Espania lo sabe,y yo por cierto he visitado en dos ocasiones ese pais.Dejen ya de mentir tan burdamente...Eso solo para empezar,de lo demás ni te digo porque no vale la pena caer en redundancias.
RépondreSupprimerSobre todas estas manipulaciones y tergiversaciones de la historia,interpretaciones todas desde el punto de vista de vuestros intereses pues nada todo son puntos de vista subjetivos...Muy enrriquecedor es hacer un analizis comparativo de las situaciones historicas en que se promovió por vez primera una autonomía cubana...Donde surgió esta idea y quienes la promovieron.Cuales eran sus intereses politicos y económicos,a cuales clases sociales pertenecían...Me ha seducido la biografía de Antonio Maura,político espanol que tubo un papel protagónico en todo esto.
Para terminar Benjamín...en algún momento el redactor del artículo en cuestión confieza:"a nuestros ojos de cubano de a pie residente desde siempre en la isla (...)."Osea,es un cubano residente en Cuba y que ignoro si haya salido alguna vez de allí y haya viajado o vivido en Europa.Lo cual si es mi caso,puesto que yo resido en el pais líder de esa comunidad Europea a la cual te remites una y otra vez.....Espania renovada y federal...?La verdad parece ser que ahora mismo Espania tiene algunas otras urgencias...Todo es un chanchullo y un tejemaneje en la política de aquel pais hundido en crisis provocada por ellos mismos y nadie más que ellos.....un pais con demasiada corrupción...Hablas una y otra vez de una Europa que tiene demasiados ecépticos.Pero a la cual nosotros ni los latinoamericanos pertenecemos ni estamos interesados en pertenecer.Aquí nadie tiene ningún derecho a unirse a nadie como iguales..cuál derecho es ese?Las naciones no son hechas por ninguna otra nación eso es un reduccionismo histórico-antropológico de risa....Orgullo nacionalista sin comida y libertad...?
en eso no te equivocas es cuestion de orgullo.....y "hay que echarle huevos" colega....otra frase muy espanola
RépondreSupprimerPuestos a ver la realidad,una y otra vez nos llegan evidencias de que el ambiente natural para el cecimeinto de los cubanos es Estados Unidos de Norteamérica.Ahí es donde hemos encontrado más trascendencia e influencia.
RépondreSupprimerhttp://cultura.elpais.com/cultura/2013/01/15/actualidad/1358277995_207634.html